La adolescencia es el periodo del descubrimiento por excelencia. Es cierto, que durante la niñez hemos ido aprendiendo las cosas básicas y esenciales del día a día (comer, andar, hablar...), pero durante la pubertad, en el periodo que va desde los once a los diecinueve años, aproximadamente, aprendemos todo lo que nos definirá a lo largo de nuestra vida, para bien o para mal.
Uno de los grandes descubrimientos de esta etapa, o el más importante, podríamos decir, es el sexo. La adolescencia comprende el paso de niño a adulto, con muchos cambios en nuestro cuerpo y, sobretodo, hormonales. El cúmulo de sensaciones o sentimientos culmina en el deseo y la intriga por todo aquello que no hemos experimentado nunca. El problema es que este paso cada vez se produce antes, no es raro ver a niños de doce años que ya han tenido su primera experiencia sexual. El papel de los padres es fundamental para que todo se produzca correctamente, debemos informarles y ayudarles a conocer todo lo relacionado con el sexo.
La confianza, fundamental
A todos los padres les gusta pensar que sus hijos son niños aún y que por ello no tendrán relaciones sexuales hasta, como mínimo, los dieciocho años de edad. Pero, por suerte o por desgracia, la realidad no suele ser así. La mayoría de los adolescentes tendrán su primera relación sexual antes, pero no tienen por qué no comportarse adecuadamente.Lo fundamental es que sepan, exactamente, cómo debe ser su comportamiento en relación al sexo y nadie mejor que los padres para orientarles en este sentido. Por eso, debemos dejar de lado el 'tema tabú' y hablar con nuestros hijos sobre sexo. ¿Cómo llegamos a este paso sin sentirnos intimidados? Fundamentalmente, debemos desarrollar desde pequeños una gran confianza con nuestros hijos. No es cuestión de 'darles la mano y que se tomen el pie', pero si dejar de lado los sermones y ser honestos con nosotros mismos, para poder ponernos en su situación y desde nuestro conocimiento ayudándoles a prevenir posibles disgustos que pueda causar el desconocimiento. Los métodos anticonceptivos son fundamentales, a la hora de hablarles sobre el sexo.
Cómo hacer que nos escuchen
Puede que no hayas logrado, a lo largo de los años, la confianza suficiente como para que tu hijo o hija se siente a escucharte. Inevitablemente, ocurren cosas en la vida que nos alejan de nuestros hijos o que, simplemente, nos hacen tener una relación de amor entre padres e hijos, pero sin la confianza necesaria para hablar sobre sexo. Pero igualmente necesitamos que nos escuchen y que tengan en cuenta lo que los padres debemos decir sobre este tema.Lo principal es superar nuestra propia vergüenza. En numerosos casos, la falta de conversación con nuestros hijos sobre sexo se debe a que nosotros mismos somos incapaces de hablar sobre el tema. Debemos vencer este problema, de ello pueden depender muchos aspectos importantes en la vida de nuestros hijos. También es importante escoger el momento adecuado, cualquier inocente enamoramiento, aunque temprano, en los niños, puede ser la ocasión ideal. Tenemos que permanecer tranquilos. Aunque nuestros hijos discrepen con lo que decimos, no tenemos que gritar ni exigirles que compartan nuestra opinión, simplemente tenemos que conseguir que nos escuchen pausadamente, la conversación se les quedará grabada en la mente. No busques un momento concreto para hablar del tema, saca la conversación en cualquier momento trivial, suavizará la situación.
El miedo al embarazo
El miedo más frecuente entre los padres, al hablar de sexo, es el embarazo no deseado. Los embarazos pueden ser devastadores en la vida de los adolescentes y por ello, los padres hacen todo lo que pueden para evitarlo. La mejor forma es que los jóvenes tengan bastante información sobre los métodos anticonceptivos, algo que en los colegios cada vez es más frecuente, pero, además, un buen método es llevarles al ginecólogo antes de que inicien sus relaciones sexuales, le informará sobre los mejores métodos para su caso. No sufras porque sea demasiado pequeña, siempre es mejor prevenir.¿Y en el caso de la transmisión de una enfermedad sexual? No solemos preocuparnos tanto, pero es el verdadero peligro. Se pueden evitar de la misma manera, no debemos dejar el tema de lado.
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