Muchas veces tendemos a tomar hábitos perjudiciales que nos impiden realizar una pérdida de peso correcta.
No obstante no todo el mundo está hecho de la misma pasta y cada uno gana peso por distintas razones físicas o psíquicas. Las dos premisas generales y básicas para adelgazar son la alimentación sana (que no son "dietas milagro" ni dietas extremadamente estrictas, si no la ingesta de alimentación variada y equilibrada en grasas y nutrientes esenciales para nuestro cuerpo) y el ejercicio de forma constante (en el tiempo, no en la intensidad). Cumpliendo estas dos reglas que todos sabemos generalmente solemos perder peso de forma uniforme, constante y, aunque lenta, segura.De todas formas, a veces, aun practicando estas dos reglas básicas y sencillas no perdemos el peso que queremos y podría parecer como que nos hemos estancado. Esta situación puede estar causada por dos factores:
1º: Que nuestro cuerpo sufra algún tipo de trastorno metabólico (problemas en la glándula de la tiroides) que haga que nuestro metabolismo sea muy lento lo que provoca que no quememos grasas adecuadamente. Para ello la única solución es hacer un chequeo médico que nos permita aportar una solución mediante un tratamiento hormonal que haga que nuestro metabolismo trabaje de forma correcta.
2º: Existen una serie de hábitos e incluso alimentos furtivos que, aunque aparentemente nos parezcan inofensivos y creamos que están totalmente permitidos para nuestro objetivo, pueden ser responsables de que no perdamos peso de forma efectiva.
En esta entrada quiero hablar de esta serie de hábitos que muchas veces, por desconocimiento, pensamos que son saludables cuando realmente son perjudiciales para nuestra meta de perder esos kilos de más:
~ Beber demasiados zumos y refrescos: Muchas veces pasamos por alto las calorías que ingerimos de forma líquida. Tenemos mucho en cuenta la premisa de que la hidratación en una dieta es una parte fundamental. De esta forma solemos llenar nuestras neveras con productos que, aunque aparentemente pueden parecer sanos, tienen demasiados azúcares y calorías vacías tales como los refrescos light (de los cuales ingerimos mucha más cantidad de la recomendada simplemente por estar etiquetado como ligero) o los zumos industriales. Si queremos hidratarnos de forma correcta y sana debemos pasarnos al agua o las infusiones como té verde o rojo (tés que aceleran nuestro metabolismo y depuran nuestro cuerpo de toxinas)~ Alcohol, un enemigo contra la pérdida de peso: Cuando nos comemos un trozo pequeñito de pastel o un pedazo de pan de más ya sentimos que directamente se nos va a nuestras cartucheras, sintiéndonos culpables. Pero en el momento de tomarnos un cóctel o una copa parece que ya no nos pesa tanto. Para entendernos: el alcohol tiene un nivel calórico casi tan alto como las grasas, por lo cual debemos controlar su ingesta de la misma manera que los alimentos "prohibidos"
~ Yogur de frutas: Este alimento siempre nos ha parecido una alternativa saludable a cualquier otro postre que podamos elegir. No obstante hay que tener cuidado: los yogures de frutas están endulzados con fructosa. El problema de la fructosa es que, aun aportando las mismas calorías que el azúcar, no aporta sensación de saciedad a nuestro cuerpo, lo que podría provocar que nos pasemos con la cantidad que ingerimos, provocando que comamos más calorías de las necesarias.
~ Desayunos excesivamente fuertes: Tenemos que desayunar fuerte, no es una novedad. Todos los especialistas nos recomiendan que la primera comida del día sea abundante. En ocasiones nos excedemos con las porciones de los elementos que componen el desayuno: un desayuno completo y abundante contiene un vaso de 200ml de leche, dos tostadas (o unas tres galletas maría o dos tercios de cereales *un puñado más o menos* de esa taza de 200ml de leche como equivalencia), y una pieza de fruta. Si nos excedemos de esas cantidades o usamos alimentos excesivos en calorías (como bollería industrial) estaremos excediendo las calorías que necesitamos.
~ Permitirse un capricho con demasiada frecuencia: Muchas veces, aunque pensemos lo contrario, permitirse un capricho de vez en cuando no es perjudicial para perder peso, incluso puede ser beneficioso, pues ayuda a saciar nuestra gula y controlarnos mejor. No obstante podemos caer en el error de tener demasiados caprichos con mucha frecuencia. Un capricho cada semana o cada dos semanas es lo adecuado, si empezamos a darnos un capricho diario o dos o tres por semana empezamos a poner en peligro nuestro objetivo. Fijemos como una especie pauta para estos caprichos, por ejemplo: Una vez cada semana el fin de semana. Los sábados podemos permitirnos una comida calórica o algún dulce que nos guste para saciarnos.
~ Pensar que el ejercicio nos da la posibilidad de bajar la guardia: Hacer ejercicio no es sinónimo de que tengamos luz verde o la obligación de comer después de ejercitarnos para recuperar esa energía perdida. Normalmente al hacer ejercicio se nos abre el apetito y podemos caer en el error de "atiborrarnos" de comida, pero hay que recordar que debemos mantener un equilibrio justo en nuestra dieta y en el ejercicio que realicemos, si no lo hacemos así corremos peligro de fracasar.
~ Querer bajar de peso en tiempo record: ¡El error más común que cometemos todos y todas! La pérdida de peso tiene que ser constante y lenta, de forma uniforme. Una pérdida de peso rápida puede ser peligrosa para nuestra salud (dándonos carencias de vitaminas y nutrientes) y nos puede acarrear un efecto "rebote" (volver a ganar más peso del que queríamos perder en un inicio) Así que debemos armarnos de paciencia y tener constancia y no habrá duda de que tendremos éxito.
Teniendo en cuenta estos malos hábitos y con paciencia podremos bajar de peso de forma segura y efectiva, incluso si tuviésemos algunos problemas hormonales o metabólicos, ya que con un tratamiento adecuado lograremos compensar esas carencias. También debemos mantener una mente lo más positiva posible y acercarnos a gente que nos apoye. Hay que tener en cuenta que la actitud con la que afrontemos esta meta es también una pieza clave. Debemos alejarnos de malos ejemplos, de gente que nos tiente o que nos desanime. Recordemos que nada es imposible si lo queremos pero para ello debemos estar totalmente seguros de quererlo.
¡Hasta aquí el post que os traigo hoy! Espero escribir más frecuentemente a partir de ahora, de todas formas espero que esta entrada en mi blog de hoy os sea positiva, interesante y de ayuda, aunque sea mínima. ¡Nos leemos en el próximo post!, que paséis un buen fin de semana.