La restricción extrema de calorías consumidas puede ralentizar significativamente la tasa metabólica, y obstaculizar nuestros objetivos de peso.
El Colegio Americano de Medicina del Deporte recomienda que las mujeres deben consumir al menos 1200 calorías por día, y los hombres deben comer por lo menos 1800.
La razón por la cual la tasa metabólica disminuye con la dieta prolongada de menos de 1.200 calorías por día es una reacción en cadena de las respuestas fisiológicas al estrés asociado con una dieta tan restringida. Nuestro cuerpo se adapta inicialmente al estrés provocado por una baja ingesta calórica mediante una respuesta de " lucha o huida ", que tiene varias consecuencias negativas. La respuesta de " lucha o huida " estimula la perdida de músculos con el fin de abastecer el cuerpo con suficiente combustible para mantener los niveles de azúcar en la sangre en ausencia de suficientes calorías de la dieta, y no hay que olvidar que el corazón es un músculo. Esta respuesta de "lucha o huida" al estrés con el tiempo perderá fuerza, lo cual ralentizará la tasa metabólica para compensar lo que el cuerpo percibe como hambruna.
En resumen, hay tres pautas para la pérdida de peso segura y efectiva: la actividad física aeróbica, cambios graduales en los hábitos alimentarios para fomentar un cambio de estilo de vida, y una lenta pérdida de peso de medio kilo a un kilo por semana.
La idea de una dieta baja en calorías puede ser tentadora, ya que parece ser una forma más rápida y más segura de perder peso. Sin embargo, muchos efectos secundarios negativos vienen junto con la restricción de la ingesta de calorías por debajo de 1200. Algunos efectos secundarios son menores y pasarán con una buena comida, pero algunos son más graves y pueden llevarnos al hospital.
Nuestro cuerpo necesita una cierta cantidad de calorías para llevar a cabo sus funciones vitales. Si no recibe dichas calorías de nuestra dieta, puede empezar a utilizar nuestros propios tejidos para obtener la energía que necesita. Y podemos llegar a tener una pérdida de 30 por ciento de músculo.
Según "Nutrition, Exercise, and Behavior: An Integrated Approach to Weight Management", los síntomas de la restricción calórica severa son debilidad, fatiga, intolerancia al frío, períodos menstruales irregulares, mareos, estreñimiento e hinchazón de las manos y los pies.
También, una dieta muy baja en calorías y pérdida rápida de peso puede provocar cálculos biliares. Nos pueden falta vitaminas y minerales, proteínas y electrolitos.
Si nos faltan calorías obligamos a nuestro cuerpo a sacar energía de otras fuentes. Como ya hemos mencionado , estaremos más propensos a quemar músculo que grasa porque su cuerpo necesita proteínas. Esto disminuye nuestra tasa metabólica y hace que sea más difícil perder peso. Por otra parte, los desequilibrios electrolíticos harán que nuestro cuerpo perderá el calcio de los huesos, lo que puede debilitarlos y que conduce a la osteoporosis.
No hay que perder peso no es una meta, la pérdida de peso es el resultado de varios comportamientos. El objetivo es (o debería ser) la salud, estar en mejor forma física, etc. Si cambiamos sobrepeso por malnutrición, ¿realmente logramos algo?