Es extraño como, a veces, cuando creemos que todo está perdido, de repente la vida da un giro de 360º y te sorprende con algo que ya no esperabas.
Siempre he creído que cuando dos personas están destinadas a estar juntas la vida tarde o temprano las reúne en el mismo espacio, las pone muy cerca la una de la otra para que puedan encontrarse. También siempre he creído que cuando el amor es verdadero es mutuo, no podría ser de otra forma.
Ya sé que muchas parejas fracasan pero siempre he dicho que el gran error que cometen esas parejas es confundir los sentimientos. Confunden el amor con la necesidad de no estar solos y eso no es amor verdadero y por eso con el tiempo todo se termina.
Él era débil y yo era fuerte
Él era débil y yo era fuerte.
Después él dejó que yo le hiciera pasar
y entonces yo era débil y él era fuerte,
y dejé que él me guiara a casa.
No era lejos, la puerta estaba cerca,
tampoco estaba oscuro, él avanzaba a mi lado,
no había ruido él no dijo nada,
y eso era lo que yo más deseaba saber.
El día irrumpió, tuvimos que separarnos,
Ahora ninguno de los dos era más fuerte,
Él luchó, yo también luché,
¡Pero no luchamos a pesar de todo!
(Emily Elizabeth Dickinson)
Espero que os guste el poema que os he puesto hoy. Es un poco difícil de entender pero tiene algo que me gusta. Hasta nuestra próxima cita que espero que sea pronto porque lo cierto es que tengo bastante abandonado esto, pero estoy que no doy para más. Intentaré hacer un hueco para escribir más a menudo. Sed felices.