El desayuno para diabetes gestacional, es una de las comidas a las que las embarazadas le deben prestar una mayor atención.
Durante el embarazo, el cuerpo debe adaptarse al nuevo estado y, por sobre todas las cosas, en lo que respecta a la alimentación.
En tal virtud, durante la etapa de gestación, se deben ingerir el desayuno, la media-mañana, la comida (almuerzo), la cena y la merienda, que sería la última del día y con alguna antelación al momento de acostarse.
En el presente artículo, nos centraremos en la enorme importancia del desayuno ya que, al levantarse, es posible que la embarazada se sienta un tanto débil y cansada, por el ayuno durante la noche de sueño.
Por tanto, se requiere de una buena dosis de energía para iniciar la jornada. Es necesario, por tanto, cuidar y reforzar el desayuno.
Para tal efecto, no deben faltar los azucares simples en el desayuno, los cuales se pueden encontrar en la leche, las frutas frescas, la miel y la mermelada.
En este orden de ideas, una buena opción en lo que respecta al líquido de la primera comida del día, sería un jugo de fruta en leche y endulzado con miel.
A lo anterior, será necesario agregarle un pan “o” dos/tres galletas que, al disponer de almidón, brindan una reserva energética que se quema con más tiempo.
Ahora, en vez del jugo al que aludimos atrás, es posible tomar un yogur que constituye una fuente importante de energía y, de paso, no fatiga el estómago.
Durante el desayuno para diabetes gestacional, si se quiere, o antes (o unos minutos después, incluso) de esta importante comida, se debe empezar la ingestión de lo que, a través de todo el día, serán dos litros de líquido.
Líquido este, que podrá consistir en agua o, bien, en zumos de frutas frescas, preferiblemente, aquellas que no irriten el estómago.