Es importante que los componentes nutracéuticos se consuman como preparaciones alimenticias y no farmacéuticas. Su función es esencial para la salud tanto en términos conservadores como preventivas.
Existe una clara evidencia de la relación entre el consumo habitual de ciertos alimentos típicos de la dieta mediterránea y la acción preventiva o la protección contra varias enfermedades.
Todos sabemos que comer fruta y verdura fresca es una parte importante de esta dieta sana y equilibrada de la que siempre hablo. Su papel sobre la salud se debe en gran parte a los componentes nutracéuticos que contienen estos alimentos.
Entre los principales productos fitocomponentes nutracéuticos destaco:
los sulfuros de alilo que se encuentran en el ajo y las cebollas y que tienen una actividad quimio-preventiva y antihipertensiva.
los glucosinolatos que son potentes inhibidores de la carcinogénesis y estos se encuentran en las coles, coliflor, brócoli, nabos, rábanos y rúcula.
los flavonoides por su acción antioxidante. Se encuentran en las manzanas y las cebollas.
las isoflavonas con acción protectora contra las enfermedades cardiovasculares. Éstas están presentes en las legumbres.
las catequinas del té verde, que son muy antioxidantes.
las antocianinidinas que se encuentran en la fruta y verdura de color rojo o púrpura y con actividad antioxidante y cardioprotectora, neuroprotectora y fotoprotectora.
La FDA (Food and Drug Administration) y la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda el consumo de al menos 400 g. de fruta y verdura al día, dividido en 5 porcionesy durante 5 momentos distintos del día.
Las pautas para una dieta saludable dictadas por el Instituto Nacional de Nutrición también subrayan la importancia del consumo diario de cinco colores vegetales: azul/morado, verde, blanco, amarillo/naranja y rojo. Cada color se conecta a la presencia de ciertos componentes nutracéuticos y su sinergia es importante tener los mejores efectos protectores y preventivos.
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