“Pero ya hay mucho escrito sobre los meniscos en Internet”, te estarás preguntando. Sí, pero la diferencia es que esta información está basada en la investigación científica existente y no en el “mi vecino dice” o un corta y pega del blog de Pepito.
En esta entrada te voy a hablar de forma clara y basándome en fuentes fiables de lo que son los meniscos. Te voy a hablar de los meniscos de la rodilla en este caso y digo “en este caso” porque tienes otros meniscos en otras articulaciones, aunque de estos meniscos no se suele hablar en el super.
Empecemos pues…
¿Qué son los meniscos?
Te podría dar la definición oficial, la que tiene muchas palabras y normalmente suena a chino. Vamos, que tiene poco significado para aquellas personas que no son profesionales sanitarios: médicos, fisios, etc. Sería algo así como…“Los meniscos son fibrocartílagos en forma de semiluna que rellenan los espacios comprendidos entre superficies articulares del cuerpo, y poseen la función de estabilizar la articulación y servir de “tope” para los movimientos exagerados de la misma; además absorben el impacto de choque entre las superficies articulares, aumentando la superficie de contacto”.
Traduzcamos esto al castellano de andar por casa. Los meniscos de la rodilla podríamos definirlos, por su parecido, como dos almohadillas en forma de cuña situadas en el espacio que hay entre el fémur (hueso del muslo) y la tibia (uno de los huesos de la pierna). Están compuestos de agua en un 72%, colágeno, proteoglicanos y elastina, como principales componentes (nombres raros, quédate con que la mayoría es agua y también hay proteínas). Los meniscos están fijados a la tibia en su parte superior. Están ahí, principalmente, para evitar que tu rodilla haga movimientos más amplios de los que debería, así como para absorber el impacto causado por tu peso al caminar, correr o hacer otra actividad que implique soportar el peso de tu cuerpo.
Podríamos decir que los meniscos son amortiguadores. Además, hacen que la tibia haga juego con el fémur. Digamos que los meniscos aportan la forma necesaria para que un hueso se pueda mover sobre el otro, lo que se llama congruencia; ya que las superficies de ambos huesos mencionados distan mucho de ser una para la otra, en cuanto a su forma se refiere. La superficie articular del fémur es convexa (redondeada hacia abajo) y la de la tibia es prácticamente plana.
Los meniscos están vascularizados (les llega la sangre) sólo en su periferia (aproximadamente 10-30% de la zona externa de los meniscos). Al resto del menisco le llegarían los nutrientes por difusión (a través del líquido sinovial-líquido que nutre y lubrica la rodilla). La arteria encargada de suministrar a los meniscos es una rama de la arteria poplítea.
La inervación nerviosa les llega de una rama del nervio peroneo común.
Los meniscos de la rodilla son dos:
El menisco menisco medial o interno (el que está en la parte de dentro de la rodilla)
El menisco medial o interno tiene aproximadamente 3.5 cm de longitud. Tiene forma de C y normalmente para no olvidarme de esto lo recuerdo de la siguiente manera… C de parte Central de la rodilla. Ocupa alrededor del 60% del área de contacto articular del compartimento medial de la rodilla (zona interna de la rodilla).
En el menisco se pueden diferenciar lo que se llaman cuernos, uno anterior y otro posterior. El cuerno anterior se une a la tibia en la parte anterior, bien fuera del platillo tibial (la superficie superior relativamente plana de la tibia). Su cuerno posterior es significativamente más ancho que el anterior, y la longitud es mayor si medimos de adelante a atrás (anteroposterior) que si medimos de fuera a dentro (lateromedial). El cuerno anterior se inserta en la tibia por delante del ligamento cruzado anterior y el cuerno posterior delante del ligamento cruzado posterior. La zona media del menisco se funde con la cápsula de la articulación de la rodilla (membrana que rodea la articulación). Este menisco es bastante fijo, debido a que presenta esta unión con la cápsula a través de los ligamentos coronarios, que de hecho no son más que engrosamientos de la cápsula, a través de los cuáles se insertará en la tibia (también los hay para el menisco externo, pero con una unión más laxa/flexible). Además, el menisco interno también se adhiere al ligamento lateral interno (lo cuál tendrá gran importancia cuando hable de las lesiones meniscales y de ligamentos).
“Blausen gallery 2014“. Wikiversity Journal of Medicine. DOI:10.15347/wjm/2014.010. ISSN 20018762 (Own work) , via Wikimedia Commons
Se habla de la relación indirecta (a través de la cápsula articular) del menisco medial con el músculo semimembranoso y el músculo poplíteo.
El menisco menisco lateral o externo (el que está en la parte de fuera de la rodilla)
Es casi totalmente circular y más pequeño y móvil que el menisco interno. Ocupa alrededor del 80% del área de contacto articular del compartimento lateral de la rodilla.Al igual que el menisco medial, presenta un cuerno anterior y un cuerno posterior. El ancho es homogéneo en su cuerno anterior y posterior. También, hay un ligamento meniscofemoral anterior o de Humphrey que desde la porción posterior del menisco se inserta delante del ligamento cruzado posterior y un ligamento meniscofemoral posterior o de Wrisberg que desde el menisco se inserta por detrás del ligamento cruzado posterior (en algunas fuentes se habla de que también se insertan en el ligamento cruzado posterior y que podrían ser inconstantes).
Cabe destacar que el menisco externo o lateral no está unido al ligamento lateral de la rodilla, lo que contribuye a su mayor movilidad.
El ligamento transverso de la rodilla une anteriormente ambos meniscos lo que permite que se muevan conjuntamente en los movimientos de la rodilla. Es también destacable la presencia de ligamentos meniscopatelares (desde el menisco a la patela o rótula).
En la imagen de arriba tienes una vista real de los meniscos y algunas de las estructuras relacionadas con ellos. Horn=cuerno, cruciate=cruzado, ligament=ligamento
Funciones de los meniscos
Ya te he hablado un poco de las funciones de los meniscos más arriba, pero ahora te voy a dar un poco más de información. Las funciones de los meniscos las podríamos clasificar en:
Distribución de la carga: Parece ser que los meniscos aumentan en un 75% la superficie de contacto entre el fémur y la tibia, lo que se traduce en un reparto de la carga más homogéneo. Si no estuvieran los meniscos, y debido a la forma de las superficies articulares del fémur y la tibia, toda la carga se centraría en la zona media de la articulación. Sin embargo, los meniscos aumentan esta superficie, favoreciendo el mejor y más amplio reparto de la carga/fuerza. Imagina que pones una bola de bolos en el suelo. El suelo recibirá toda la carga en el único punto de contacto entre la bola y el suelo. Si ponemos un cojín entre el suelo y la bola, la superficie de contacto aumentará y la carga se distribuira en más puntos de contacto, gracias al cojín.
Función de amortiguación: Los meniscos absorben parte del impacto/fuerza al que se ve sometida la rodilla. En el ejemplo anterior, el de la bola de bolos… imagina que dejas caer la bola contra el suelo, auch! pobre suelo. Ahora pon el cojín en medio. Sí, mucho mejor, hay una absorción de parte del impacto. Pongamos otro ejemplo… estás en un coche y hay bandas sonoras. Si los amortiguadres funcionan bien, notarán un leve movimiento del coche. Si los amortiguadores están viejos o son de baja calidad, el coche dará un salto, al tiempo que generará un ruido, y notarás un impacto en la espalda que incluso puede llegar a causar dolor. Los meniscos evitan que pase esto a nivel de tus rodillas.
Mejora la congruencia articular: Simplemente se encarga de proporcionar la forma adecuada para que la tibia y el fémur encajen con si de un juego de tetris se tratase.
Mejora la estabilidad articular: Le da a la articulación de la rodilla un extra de estabilidad, ayudando así a los reyes de la estabilidad que son los ligamentos. Es sabido que cuando hay lesión del ligamento cruzado anterior con la consiguiente alteración de la estabilidad de la rodilla, esta inestabilidad es mayor si el menisco interno se ha visto afectado también. La posible inestabilidad mencionada sería anteroposterior, pero cabe destacar que los meniscos también contribuyen a dar estabilidad rotacional (cuando giras la rodilla) y en el valgo y varo de rodilla (“apertura” medial o lateral de la rodilla o cuando las piernas se ponenen “x” o en “paréntesis”)
Contribuye a la movilidad de la rodilla: Cabe destacar que aunque los meniscos están sujetos a la tibia, tienen cierta movilidad (como ya te he comentado) y ésta contribuye a la movilidad general de la rodilla.
Otras funciones que se le suelen atribuir a los meniscos son: lubricación articular, nutritión del cartílago y rol en la propiocepción de la rodilla (gracias a la presencia de mecanorreceptores en los meniscos).
Movimientos de los meniscos
En flexión y extensión de rodilla, los meniscos van a seguir el movimiento de la tibia. Cuando la rodilla se mueve en extensión (cuando “estiras”la rodilla) los meniscos se van a desplazar hacia delante y cuando la rodilla se mueve en flexión (cuando “doblas” la rodilla) los meniscos se mueven hacia atrás.
En los movimientos de rotación interna y externa, los meniscos van a seguir a los cóndilos femorales (la parte del hueso fémur que está en contacto con los meniscos). En rotación externa el menisco interno se desplaza hacia atrás y el externo hacia delante y en rotación interna el menisco externo se desplaza hacia atrás y el interno hacia delante.
Espero que esta información haya sido de tu interés. Si crees que me he dejado algo en tintero, no dudes en comentarlo y estaré encantado de actualizar la entrada.
Aquí os dejo algunas de las fuentes en las que he basado el artículo: The Human Meniscus: A Review of Anatomy, Function, Injury,and Advances in Treatment (2014) de Alice JS Fox y col. , The knee meniscus: structure-function, pathophysiology, current repair techniques, and prospects for regeneration (2011) de Eleftherios A. Makris, MD y col., The menisci: basic science and advances in treatment (2000) de Ehud Rath y John C Richmond, The menisco-femoral ligaments (1995) de Wan AC y col., The incidence and cross-sectional area of the meniscofemoral ligament (2006) de Nagasaki S y col.
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