Te lo han dicho una y mil veces: utilizar la remera del Madrid no te transforma en Raúl, vestir pantalones ajustados no te vuelve Rafael Nadal y, claro, por más que tus zapatillas sean super especiales, jamás serás como Pau Gasol.
Pero tú, insistes e insistes y, gracias a tu fuerza de voluntad, realmente lo consigues. ¿Ganar la Liga? ¿Ganar Wimbledon? ¿Ganar los Playoffs? No, ganar una lesión de meniscos. En efecto, las lesiones de meniscos están consideradas como las más comunes, en deportistas amateurs. Y, si bien no son las más graves, no deben ser tomadas a la ligera.
A continuación, te facilitamos no solo ejercicios para fortalecer la zona y prevenir o tratar este tipo de lesiones; también un análisis con todo aquello que debes saber sobre esos benditos meniscos.
¿Qué son los meniscos?
Los meniscos son almohadillas de consistencia gomosa, formadas por una sustancia, el fibrocartílago, que se sitúan entre el cartílago del hueso del fémur y el de la tibia (aquel situado hacia fuera de la rodilla se llama menisco externo y el contrario menisco interno). La función de los meniscos es, en términos simples, amortiguar la colisión entre estos cartílagos.
¿Cuándo comienzan los problemas? Bien, los meniscos se rasgan cuando la rodilla sufre un giro violento, habitualmente porque el cuerpo se mueve respecto a la pierna fija (ejemplo, una dura falta en un partido de fútbol).
Síntomas comunes en lesiones de meniscos
Los síntomas que padecemos al lastimar nuestros meniscos son, entre otros, un dolor vivo seguido de un fuerte tronido (fácil de detectar), aumento de líquido sinovial en la rodilla y hasta el bloqueo de la misma al hacer movimientos específicos (ejemplo, estiramiento).
Ante estos síntomas, se debe consultar a un profesional. Los estudios más comunes van desde la exploración de la zona hasta la práctica de los test meniscales, que consisten en flexionar la rodilla, aplicar presión y girar la pierna, si como resultado gira hacia adentro y duele la parte de afuera de la rodilla, el menisco externo puede estar roto. En cambio, si la pierna gira hacia afuera y duele la parte de adentro de la rodilla, es el menisco interno el que puede estar dañado.
También es recomendable practicar radiografías de rodilla y resonancias magnéticas nucleares.
Tratamientos de las lesiones en meniscos
Con respecto a los tratamientos, si bien esto varía de acuerdo a cada persona, comúnmente se debe aplicar, en un comienzo, frío local durante las primeras 72 horas (bolsa con cubitos o cold pack). Luego se pasa a un reposo mínimo de 24 horas, para evitar aumentar la lesión; después a un vendaje compresivo no rígido (para no cortar la circulación).
Más tarde se recurre a la elevación de la extremidad durante varios días y, por último, un bloqueo de rodilla que no ceda a las maniobras específicas de movilización realizadas por el médico.
Vale aclarar que, en ciertos casos extremos, es posible recurrir a una intervención más seria. Esto va a depender de cada caso en particular y de las indicaciones del especialista.