Algunas personas afirman que cuando echan la vista al pasado no se arrepienten de nada de lo que han hecho. No cambiarían nada del camino recorrido. Desde mi punto de vista, es normal vivir analizando el pasado. Sin embargo, es saludable liberar la culpa por posibles fallos del ayer. Los errores que producen sentimiento de culpa son aquellos que se viven con un peso notable que aporta inquietud y angustia. ¿Cómo puedes liberarte de la culpa por aquello que te hace sufrir?
Consejos para sanar las heridas
1. En primer lugar, no te tomes la culpa como algo personal. Este es un sentimiento universal porque todas las personas cometen errores y son imperfectas. Por tanto, conviene asumir con naturalidad errores del pasado para intentar aprender de ellos y poner en práctica el aprendizaje adquirido.
2. Cambia la historia que te cuentas a ti mismo. Si habitualmente te dices el mensaje: “Me siento culpable”, “no soy una buena persona”, “merezco lo que me ocurra”, sufren en exceso por fallos que dejan heridas. Por el contrario, si te tratas con cariño a ti mismo y te dices: “Siento lo que ha ocurrido, espero poder superarme a mí mismo en el futuro”, “me he equivocado pero merezco la felicidad”, “yo soy más que mis errores”. Evita la humillación de hablarte en negativo a ti mismo. No existe juez más duro que aquel que se exige lo imposible a sí mismo. Deja de lado el perfeccionismo.
3. Un curso de autoayuda puede ser una experiencia gratificante para adquirir nuevas herramientas emocionales con las que afrontar de un modo constructivo el sentimiento de culpa. Además, este tipo de curso de formación también es muy saludable ya que permite a los alumnos aprender de la experiencia de otras personas.
4. El amor es el único sentimiento que sana el rencor. Por tanto, nunca olvides que más allá de tus errores eres una persona digna de amar y de ser amada por los demás. Algunas personas que sufren culpas importantes, llegan a dudar de esto.
5. Si te sientes culpable por un error que afecta a una tercera persona puedes hablar con ella para explicarle cómo te sientes. Pese a que hoy en día, tenemos más formas que nunca de comunicación, cuando se trata de resolver un enredo y de hablar con el corazón, no hay nada tan importante como hablar cara a cara y mirar a los ojos de la otra persona. Otros Usuarios También Leyeron:
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