Esta adicción a las compras puede generar una actitud incansable que alimenta la necesidad de poseer y comprar objetos de consumo que incluso no son necesarios. La persona obtiene un momento de satisfacción o placer tras adquirir los productos, seguido de un sentimiento de culpa. Aunque parezca una tontería, es un problema psicológico que debe tratarse, ya que puede afectar a nuestro bienestar causándonos estrés, ansiedad y frustración.
Principales síntomas de un comprador compulsivo
Comprar se ha convertido en un placer para algunas personas. La motivación por la compra reiterada de productos y la sensación placentera al realizarla reducen el malestar en el momento, sin embargo, pueden ser causantes de serios problemas, no solo económicos, sino también psicológicos.
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– En primer lugar, uno de los síntomas más claros es la compra de cosas que no se necesitan, convirtiéndose luego en objetos que no se usan o por los que no se tiene interés.
– Por otro lado, todo gira en torno a ir de compras. La mayoría del tiempo libre se emplea en ir a centros comerciales, visitar tiendas por Internet, etc. Si no se realiza esta actividad, cualquier otro plan parece aburrido y poco interesante.
– El gasto puede ser superior a las posibilidades. Llegar a endeudarse por un uso indiscriminado de la tarjeta de crédito es muy común, no pudiendo controlar el gasto.
– La adicción puede incluso afectar a las relaciones con otras personas, a la actividad laboral o incluso a las relaciones familiares.
En qué perfiles se da este trastorno
Estudios muestran que las mujeres son más propensas a padecer la oniomanía, ya que muestran una actitud más compulsiva que los hombres a la hora de realizar las compras. Se estima que entre el 80 % y el 92% de los casos estudiados con este trastorno son mujeres que rondan los 30 años de edad.
A pesar de que la oniomanía es frecuente en personas de entre 30 y 40 años, en los últimos años se ha ido expandiendo hacia edades más tempranas como la adolescencia. Cada vez son más los jóvenes que emplean su tiempo libre en gastar dinero; ya sea yendo de compras a tiendas físicas o realizando compras por Internet.
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En relación a esto último, las últimas tecnologías han propiciado que este problema se agrave, ya que es posible realizar cualquier compra desde cualquier lugar y a cualquier hora del día. Esta impulsividad puede darse en cualquier clase social, aunque se caracteriza por gastar más de lo que la persona puede permitirse.
Por otro lado, el perfil de un comprador compulsivo suele reunir criterios de otros trastornos, dado que se trata de un trastorno compulsivo. Suelen estar relacionados con la autoestima, el estado de ánimo, la ansiedad e incluso con el abuso de sustancias.
¿Cuáles pueden ser las causas?
A pesar de que las causas pueden ser múltiples, suele provenir de sensaciones de insatisfacción e incluso de sentimiento de vacío. La compra compulsiva puede servir para aliviar o evadirse de problemas como pueden ser la depresión, la ansiedad o angustia, problemas en las relaciones, etc.
Al realizar las compras, la persona percibe una sensación de placer que calma el dolor o angustia por los problemas personales que le están abrumando, buscando llenar y eliminar esas carencias con objetos materiales. Es decir, que la oniomanía suele estar asociada a la búsqueda de una vía de escape emocional. Esta sensación positiva que se produce al adquirir un producto, puede incentivar que esta actitud o conducta se vuelva a repetir en futuras ocasiones.
¿Cómo puede solucionarse?
El primer paso para solucionar este problema es ser conscientes de que se padece. Ser conscientes de que las compras no satisfacen tus carencias emocionales es fundamental para intentar modificar este tipo de conductas. El mindfulness y la psicología positiva pueden ayudar en este aspecto.
Modificando comportamientos y pensamientos hacia algunos más positivos lograremos superar este trastorno o al menos llevarlo de otra forma. En primer lugar, deberíamos tratar de buscar cuáles son los principales problemas que pueden incidir en la aparición de este trastorno. Una vez focalizados en ellos, deberemos tratar de aprender a llevarlos de una forma más positiva.
Realizar meditación puede ser muy beneficioso para nuestra salud mental, ya que nos ayuda a eliminar estrés y a pensar de forma más positiva y saludable.
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Otros consejos para superar la oniomanía
Como hemos mencionado, en épocas como la Navidad o las rebajas, suele ser más común la compra impulsiva y desmesurada, por lo que te recomendamos que antes de ir a comprar, hagas una lista con aquello que necesitas. De esta forma, evitarás el comprar cosas inútiles o que no vayas a utilizar. Por otro lado, intenta evitar las compras de última hora, ir con tiempo te ayudará a pensar claramente antes de pagar algún artículo.
Asimismo, procura no ir a tiendas cuando estés desanimado o triste, ya que serán momentos en los que habrá más probabilidades de que realices algún gasto. De igual forma, evítalo cuando estés más contento de lo normal o en momentos de euforia.
Elabora un presupuesto semanal o mensual, es decir, ten en cuenta el dinero que puedes gastar y que esté dentro de tus posibilidades para que no gastes por encima de tus ingresos. Esto será necesario para que no aparezcan futuras situaciones de estrés o ansiedad por motivos de dinero.
En definitiva, este trastorno puede tratarse y superarse con métodos como la meditación y la psicología que pueden ser beneficiosos, pero siempre es necesario que la persona esté dispuesta y sea consciente del problema para conseguir superarlo. También puedes contar con profesionales que te ayuden a conseguir el mejor resultado.
Así, para ayudarte a practicar la meditación puedes emplear herramientas como la app Siente, – que puedes descargar y probar aquí – . A través de sesiones guiadas de mindfulness y ejercicios de psicología positiva podrás mejorar tu bienestar, manejar el estrés y, en definitiva, ser feliz.
Además, la metodología Siente forma parte del método Crear Salud, que te ayudará a establecer nuevos hábitos en tu día a día, no solo para que empieces a meditar, sino para aprender a nutrirte adecuadamente y llevar una vida activa.