Te mostramos a continuación las principales causas que te llevan a comprar en exceso, cuáles son algunas de sus consecuencias y qué se puede hacer para evitarlo.
¿Por qué se produce la compra compulsiva?
Vivimos en una sociedad de consumo y cada día recibimos multitud de estímulos publicitarios que nos incitan a comprar. La publicidad estudia la manera de generar en el consumidor nuevas necesidades que deben satisfacerse, aunque no se trate de auténticas necesidades.
Por este motivo, son tan frecuentes los casos en los que comprar “se va de las manos”. Ser consciente de lo que realmente necesitas y llevar un registro sobre tus propios gastos requiere un esfuerzo que no siempre se realiza. Esto, sumado a otros factores que pueden ser sociales o psicológicos, puede llevar a algunas personas a la pérdida del control sobre las compras.
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Si crees que estás comprando por encima de tus necesidades, lo primero que debes hacer es pararte a reflexionar sobre las causas. Una vez que identifiques el origen del problema, podrás poner en marcha diferentes acciones para cambiar este hábito que puede llegar a convertirse en algo patológico.
Detrás del consumismo, se encuentran diferentes causas. Estas son algunas de ellas:
– Necesidades insatisfechas. En este caso, la insatisfacción personal en cualquier ámbito de la vida se proyecta comprando cosas que no necesitas.
– Como forma de calmar la ansiedad. En este sentido, la compra se presenta como una gratificación inmediata que calma tu ansiedad y te produce una felicidad efímera. El problema se encuentra en que dicho sentimiento de bienestar desaparece al poco tiempo de adquirir el producto. Y el motivo no es otro que el de no estar satisfaciendo tu necesidad real (psicológica o emocional), sino tapándola.
– Presión social. Cuando hay motivos sociales detrás del consumismo, encontramos la necesidad de obtener reconocimiento social mediante la adquisición de objetos caros o por encima de tus propias posibilidades económicas.
– Como forma distorsionada de manejar las propias emociones. Volcar tus propias inseguridades y frustraciones en objetos de consumo es una causa muy habitual. Cuando se produce una emoción negativa, aparece el deseo de comprar.
– Falta de autoestima. La compra aquí aparece como modo de reafirmarte con la adquisición de ciertos objetos de marca.
Tal y como puedes ver, las causas pueden ser diferentes, pero tienen en común que se proyecta en los objetos de consumo una carencia emocional. Por este motivo conviene prestar atención a los propios pensamientos y sentimientos, y la práctica del mindfulness puede ofrecer las herramientas necesarias para ello.
Veamos a continuación cuándo el consumismo más extendido se convierte en una patología.
¿Cuándo se convierte en un problema?
Hablamos de compra compulsiva, en el sentido patológico, cuando se produce una pérdida de control sobre el impulso de comprar. Este impulso se convierte en una necesidad irrefrenable de comprar objetos innecesarios.
Entre los signos más característicos de la adicción a las compras, se encuentran estos:
La satisfacción efímera tras comprar, que da paso a la insatisfacción.
El sentimiento de culpabilidad después de comprar.
La acumulación de deudas.
Comenzar a mentir a tu pareja o a tus familiares con el fin de esconder el problema.
Acumulación de objetos y ropa sin estrenar. Cuando la compra compulsiva pasa a formar parte de tu vida, se convierte en un problema constante que afecta gravemente a tu día a día y que conduce a una serie de consecuencias indeseadas.
Las consecuencias a las que la compra compulsiva puede conducir
Son muchas las consecuencias graves a las que esta patología, si no se detecta a tiempo, puede llevarte si la padeces. Algunas de las más comunes son las siguientes:
Rotura de relaciones con familiares, pareja o amigos.
Graves problemas económicos por la acumulación de deudas.
Depresión.
Culpabilidad y pérdida de autoestima.
Incapacidad de dejar de comprar, pérdida completa de la propia voluntad.
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Como ves, no se trata de un problema menor. No obstante, tiene solución y solo es necesario el deseo de querer superarlo y recibir la ayuda que sea precisa en cada caso.
Cómo evitar comprar compulsivamente
Si crees que estás padeciendo este problema, debes tomar consciencia de si su origen se encuentra en la falta de autoestima o si estás tratando de compensar algún otro aspecto de tu vida que no funciona bien a través de las compras.
En este sentido, el mindfulness puede ayudarte a recuperar el control de tus pensamientos, de tus emociones y, en definitiva, a recuperar tu bienestar.
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Cuando todavía no se ha convertido en algo patológico, puedes llevar a cabo algunas medidas para controlar los gastos:
– Establecer siempre un presupuesto y ceñirte a él.
– Llevar un control exhaustivo de los gastos.
– En caso de no poder controlarlo, opta por permitir a un familiar que controle el dinero.
– Aprender a diferenciar entre aquello que necesitas y lo que no. Este es un punto fundamental, y requiere un trabajo consciente de reflexión sobre las cosas que de verdad son necesarias y las que no aportan nada.
– Hacer un inventario en casa sobre todo lo que tienes y deshacerte de todo aquello que no necesitas, ya sea vendiéndolo o regalándolo. Esto puede ser muy útil en la labor de aprender a diferenciar las necesidades reales de las superfluas.
– Practicar meditación y mindfulness. Puede ayudarte a tomar el control sobre tus emociones y a aplicar la psicología positiva.
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Además, la metodología Siente forma parte del método Crear Salud, que te ayudará a establecer nuevos hábitos en tu día a día, no solo para que empieces a meditar, sino para aprender a nutrirte adecuadamente y llevar una vida activa.
Finalmente, en caso de que seas consciente de que necesitas ayuda para superar la adicción a las compras, no dudes en pedirla y en acudir a un psicólogo, pues en muchos casos la ayuda exterior se torna imprescindible, especialmente cuando hablamos de adicciones. De esta forma, y gracias a la psicología positiva, puedes recuperar el control de tus gastos, de tu vida y disfrutar de un mayor bienestar cada día.