Has oido hablar de la fermentación y de todos sus beneficios. Pues bien, tal vez una de las formas más fáciles de incorporar la fermentación en tu dieta es el kéfir.
La fermentación, es esencialmente tomar las bacterias buenas y permitir que cohabiten con otros alimentos para que algunas de las bondades se filtren y se transfieran a la comida. ¿Has oído hablar del yogur o la crema agria? ¿Reconoces el sabor ligeramente ácido que se siente en tu lengua al mencionar sus nombres? ¡Eso es fermentación!.
¿Que es el kefir?
Una respuesta corta seria el kéfir es una bebida fermentada.La respuesta larga: el kéfir es una bebida fermentada que se hace tradicionalmente tomando granos de kéfir y poniéndolos en leche de mamíferos (vaca, oveja, cabra, etc.) por un período de 12 a 24 horas, dependiendo del ambiente y de la proporción entre granos y leche. Cuanto más fría es la temperatura, más lento es el proceso de fermentación. Cuanto mayor sea la cantidad de granos presentes, más rápido será el proceso de fermentación.
¡Buenas noticias! Los granos de kéfir no pueden ser creados en un laboratorio. Crecen de forma natural en el proceso de fermentación y eventualmente se dividen, creando así más granos.
La no tan buena noticia es que el kéfir que se encuentra en la mayoría de las tiendas hoy en día no se crea usando granos. Para mantener resultados consistentes, los fabricantes usan una combinación exacta de diferentes bacterias y levaduras.
Sin embargo, esto no debería ser ningun problema. Mientras que el kéfir casero es mejor, algo de fermentación artificial es mejor que no fermentar.
Los propios granos de kéfir son una combinación de bacterias probióticas (buenas) y levadura, y éstas se entremezclan entre varias proteínas, lípidos y azúcares. Los granos se parecen un poco a la coliflor, son de color amarillento/blanquecino, pueden ser tan pequeños como la cabeza de un alfiler y pueden llegar a ser tan grandes como las nueces o incluso las pelotas de golf.
El kéfir tiene un sabor agrio. Al principio, uno pensaría que es leche en mal estado. Pero aquellos que están sazonados en la cocina (o simplemente saben lo que es el kéfir) pueden relacionarlo con el yogur o el suero de leche. Es un agrio limpio, no un agrio rancio. Si el kéfir sabe rancio, se ha echado a perder.
¿Por que la fermentación?
La fermentación permite que las bacterias buenas entren en el sistema digestivo para ayudar a que funcione mejor. Nuestros cuerpos necesitan bacterias para procesar la comida que comemos, pero esta buena bacteria tiene una vida intestinal de dos semanas. Consumimos bacterias en los alimentos que comemos, pero no tanto como deberíamos para que nuestros cuerpos sean eficientes, y si consumimos más comida procesada que comida real, nuestros niveles de bacterias serán aún más bajos.Las bacterias y enzimas buenas del kéfir ponen en marcha el sistema digestivo ayudando a descomponer otros alimentos, estimulando el sistema para producir mejor sus propias enzimas, e incluso puede ayudar a aquellos que sufren de problemas digestivos graves. El kéfir ayuda a mantener las cosas en movimiento, lo cual es imperativo para la buena salud intestinal – ¡las tuberías limpias son tuberías felices!
¿Por que beber kefir?
El kéfir se parece mucho a la avena – es una fuente de energía de una gran variedad de vitaminas y minerales. Calcio, fósforo, magnesio, ácido fólico, hierro, B2, B12, vitamina K, vitamina A y vitamina D son todos en abundancia. Además, el kéfir también tiene triptófano.Además de ser bueno para tu intestino y bueno para tu sistema nervioso, el kéfir también puede ayudar a tratar la candidiasis (cariñosamente conocida como infecciones por levaduras). Puede parecer extraño tratar una infección por levaduras consumiendo más levadura, pero el kéfir es una buena levadura que ayuda a controlar las levaduras malas.