La Chía en sí misma es una planta herbácea procedente de México, Guatemala y Nicaragua. Esta planta se cultiva principalmente para aprovechar sus semillas, que tanto nos gustan y que protagonizan este post. Se sabe que las semillas de Chía tienen muchísimas propiedades, tales como:
Una gran concentración en ácidos grasos omega 3, beneficiosos para nuestro organismo.
5 veces más calcio que la leche
2 veces más potasio que el plátano
3 veces más hierro que las espinacas
3 veces más antioxidantes que los arándanos
2 veces más fibra que la avena
Entonces,…
¿Cuáles son los beneficios de comer semillas de Chía?
Gracias a su alto contenido en fibra, controlan el apetito y las ganas de picar entre horas, ya que aportan una gran sensación de saciedad. Además, también son fáciles de digerir.
Esto también hace que sea una gran aliada para perder peso. Por un lado, esa sensación de saciedad evitará que piquemos tanto; por el otro, su alto contenido en fibra ayuda en el proceso digestivo.
Ayudan a aliviar enfermedades digestivas tales como el estreñimiento, la diarrea o la acidez.
Ayudan a conseguir una buena hidratación, puesto que absorben 10 veces aproximadamente su peso en agua.
Aportan mucha energía, gracias a su alto contenido en potasio y en proteínas.
Como ya dijimos, contienen mucho omega 3, lo que nos ayudará a cuidar nuestro sistema nervioso central.
Tienen propiedades depurativas, por lo que son un excelente antioxidante natural y nos ayuda a eliminar de nuestro cuerpo todo lo que no necesita.
Tienen buen sabor; llegan a recordar al sabor de la nuez.
Su proteína es una gran aliada para dotar a nuestros músculos de la energía que necesitan y ayudarnos a incrementar nuestra masa muscular.
Su consumo es muy sencillo y se puede tomar con cualquier alimento: en panes, yogures, ensaladas… Deja lugar a la imaginación y a la creación culinaria.
¿Cuál es la mejor forma de consumir semillas de Chía?
La forma de tomar la Chía dependerá del objetivo que se quiera alcanzar con su consumo pero, en general, no se recomienda tomar demasiado, ya que puede llegar a provocar hinchazón abdominal precisamente por su alto contenido en fibra. Cuando se tomen por primera vez se aconseja tomar una cucharadita al día durante varios días, para después aumentar su consumo si se desea. Se puede tomar mezclada con todo tipo de yogures, batidos, ensaladas o incluso en postres o panes.
También se pueden tomar en un vaso de agua antes de cada comida, dejándolas reposar durante 30 minutos antes de beber el líquido resultante.
Sea cual sea la forma de consumo, se recomienda beber sobre dos litros de agua al día para ayudar a la fibra que contiene a que cumpla su objetivo. Si no, el organismo no será capaz de digerir tal cantidad de fibra.
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