En los últimos días hemos encontrado en los mercados moras de buena apariencia y calidad, por lo que los que nos seguís en las redes sociales, como Facebook, Twitter o Instagram habéis visto que hemos subido varias fotos de desayuno con esta deliciosa fruta. Así que, hemos pensado que tanta foto con la mora merecía preparar un artículo con sus curiosidades, historia, propiedades y beneficios para la salud si la incluimos en nuestra dieta. ¿Nos acompañas?
Cuando hablamos de la mora, la fruta, tenemos que diferenciar que ésta puede ser el fruto de la zarzamora (planta espinosa) o el fruto de un árbol llamado moral o morera. Las que nosotros conocemos y consumimos normalmente son las del primer tipo. El origen de la mora es el continente asiático, en concreto de la antigua Persia pero hoy en día se puede encontrar en cualquier parte del mundo, como muchas otras frutas.
El tamaño de la fruta es muy pequeño, de entre 1 y 3 cms, y según su punto de maduración, va pasando por varios colores, como el blanco, verde, rojo y negro o púrpura (mora madura). Su sabor suele ser agridulce y bastante fresco en el paladar. Pertenece al grupo conocido como frutas del bosque (fresa, frambuesa, arándano y grosella) o frutos rojos y a la vista resulta muy similar a la frambuesa.
Por tanto, en la cocina los usos de la mora son muy variados, como ocurre con otras frutas. La podemos consumir en crudo directamente y ensaladas o elaborar con ella confituras, mermeladas, jaleas, jarabes, bebidas como batidos, licores y zumos, recetas de repostería como tartas, helados, gelatinas o yogures e incluso la podemos encontrar en alguna conserva hoy en día. Se trata, pues, de una fruta con gran valor para nuestra gastronomía.
En cuanto a su composición o valor nutricional, la mora es mayoritariamente agua (alrededor del 85%), seguido de aproximadamente un 12% del total de hidratos de carbono, de los cuales la mayoría son fibra y el resto azúcares, para dejar una pequeña parte restante a las proteínas. Como ocurre en la mayoría de las frutas, las grasas son prácticamente nulas.
Por otro lado, la mora es especialmente rica en vitamina C (aporta el 44% de la CDR) y en otras vitaminas como la vitamina E, vitamina B3 (Niacina) o B5 (Ácido pantoténico).
Por otro lado, los minerales que más presencia tienen en la mora son el magnesio, calcio, fósforo, potasio y manganeso (34% CDR).
Por último, tenemos que hablar sobre las propiedades y algunos beneficios para nuestra salud si incluimos la mora en nuestra dieta. Se trata de una fruta apta para dietas de adelgazamiento por su bajo contenido en grasas, además de hidratante por el agua que hay en ella. Su contenido en fibra favorece el tránsito intestinal y gracias al potasio que contiene, ayuda a eliminar toxinas y prevenir calambres musculares.
Además, su contenido en vitaminas del grupo B y fósforo nos ayuda a mantener un correcto funcionamiento de la actividad cerebral, sin olvidarnos, que gracias a su alto aporte de vitamina C (más que algunos cítricos), y que es un antioxidante, nuestras células envejecerán más despacio, seremos menos propensos a tener resfriados y nuestras heridas cicatrizarán mejor.
Como veis, la mora es una fruta que por su sabor, propiedades, beneficios para la salud y por la multitud de usos que tiene en la gastronomía, no deberíamos dejar nunca de lado en nuestra dieta equilibrada.