¡Hola a todos! Estamos muy contentos de que al fin el verano esté aquí, entre otras cosas por la cantidad y variedad de frutas que podemos encontrar en los mercados. Todas ellas muy nutritivas, super sabrosas y que nos aportan muchas posibilidades a la hora de cocinar en casa. Hoy os vamos a descubrir la historia, los beneficios para la salud y las propiedades de una de esas frutas tan típicas del verano, la cereza.
La cereza, también conocida como guinda, es la fruta que proviene del árbol que tiene el mismo nombre, cerezo o guindo.El origen no está del todo claro, pero se cree que era originaria de la costa mediterránea de Turquía, desde donde los romanos la introdujeron después al resto de Europa. Hoy en día existen dos variantes diferenciadas, el cerezo ácido y el cerezo dulce. El primero de ellos es el más utilizado en la gastronomía.
En concreto, los usos de la cereza en la cocina son bien conocidos por todos, en crudo como fruta de postre o en ensaladas, para repostería, en bebidas como zumos, licores o destilados (como el vino de cereza conocido como kirsch), en mermeladas y compotas, en conservas y algún otro más, por lo que es una fruta que por sus usos y propiedades es imprescindible en nuestras recetas de cocina.
En cuanto la composición nutricional de la cereza, alrededor del 86 % está formada por agua, seguido del 12 % del total de hidratos de carbono, de los cuales la mayor parte son azúcares, por lo que las proteínas son poco representativas y las grasas inexistentes.
En cuanto a los minerales que componen la cereza, hay que destacar sobre todo su riqueza en potasio, seguido del fósforo y el calcio, entre otros.
Para terminar la composición de la cereza, hablamos de las vitaminas que encontramos en ella. Las más destacadas son la vitamina C y la vitamina B3 (Niacina), encontrándonos también buenas cantidades de otras como la vitamina B2 (Riboflavina).
Por último, nos queda hablar de las propiedades medicinales y beneficios para la salud si incluimos la cereza en nuestra dieta. Se considera una fruta con propiedades depurativas (reduce la retención de líquidos y es adecuada para dietas de adelgazamiento) gracias a su contenido en antocianinas, que son pigmentos de color morado del grupo de los flavonoides.
Además, las antocianinas tienen propiedades antioxidantes del organismo que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y degenerativas como artritis y cáncer. La cereza también fortalece las uñas y el cabello y desacelera el envejecimiento de la piel gracias a la vitamina C, además de ser un alimento que mejora la salud de nuestros huesos y dientes (previene enfermedades como la anemia y osteoporosis) por su contenido en calcio, y apto para deportistas o recuperaciones musculares por el potasio que se encuentra en ella.
Sin embargo, en caso de ser una persona diabética hay que controlar las raciones, ya que tienen mayor contenido en azúcar que otras frutas.
Como veis, las propiedades y beneficios para la salud de incluir las cerezas en nuestra dieta diaria son múltiples, lástima que solo las podamos encontrar en los mercados a finales de primavera y durante el verano.