Sin embargo hay un problema aún más complicado y este se inicia cuando el círculo cercano (critico en esta parte y las subsiguientes del proceso) intenta el primer acercamiento y la respuesta del fumar es el ya conocido “me gustaría pero NO PUEDO” ese “NO PUEDO” es sumamente grave, psicológicamente hablando pesa mucho porque es la justificación al temor del fumador a salir de su zona de confort y dejar el vicio del cigarro. Es por eso que sobre cualquier otra cosa que hagamos para intentar dejar de fumar, esta sea la mas complicada de vencer.
EL NO PUEDO COMO LA PIEDRA MAS DURA PARA DEJAR DE FUMAR
Entendamos que cuando se fuma el cuerpo genera cambios tanto físicos como psicológicos y ambos a raíz de la misma situación: la presencia, entre otros químicos, de la nicotina. A mas tiempo el fumador pase bajo la influencia de este elemento mayores serán las justificaciones que irá agregando para necesitarlo en su cuerpo: le causa calma (cosa que ya hablamos antes), le permite sentirse mejor, entre otros.Esto genera que cuando alguien del grupo cercano o el mismo fumador hace el primer intento por dejar la nicotina ese “NO PUEDO” aparezca y sea justificado de diferentes maneras: NO PUEDO porque entonces no tendré como calmarme, NO PUEDO porque me permite concentrarme. NO PUEDO porque no sé si podré llevar a cabo el proceso de dejar de fumar. NO PUEDO porque voy a tener mal carácter, etc.
En ocasiones anteriores hemos dejado claro que no es sencillo dejar el cigarrillo, es un proceso que requiere de mucho esfuerzo y trabajo de quien quiere hacerlo y del círculo cercano que debe apoyarlo, sin embargo es muy importante que se logre ir rompiendo con esas barreras que el “NO PUEDO” va creando, recuerden que dijimos que las adicciones crean cambios físicos y psicológicos, y son precisamente lo psicológicos los que crean estas barreras. por cierto que llevarle la contraria a la persona tampoco ayuda, es mucho mas complicado que eso.
De hecho la psique humana hace que por instinto nos defendamos al sentirnos atacados y por eso lo que debemos hacer es tener una aproximación más asertiva sopesando mas bien los pros y los contras de dejar la nicotina, de los daños físicos que ya nos hemos causado y de los que podrán venir sino tomamos la decisión, y lógicamente de todo lo podemos ganar al tomarla y tener una vida libre del vicio.
No es fácil, no podemos ni debemos mentir, pero si debemos tener claro que es posible. Hay que derribar todas las barreras.