Por ello, la principal función de la insulina como hormona es regular la azúcar en la sangre. Su papel es fundamental en el proceso metabólico del organismo.
Insulina: ¿Para qué sirve?
Al igual que un vehículo necesita gasolina para ponerse en marcha, el cuerpo humano necesita aprovechar toda la energía proveniente de los alimentos que se consumen a diario.Caminar, correr, estudiar, trabajar, hacer ejercicio o limpiar la casa, requieren que el organismo tenga la capacidad de aprovechar la glucosa y obtener energía. La insulina es el protagonista principal de este proceso.
¿Qué es la insulina?
La insulina es una hormona producida por el cuerpo de forma natural. Es una enzima de cadena de pepétidos hormonales. Un total de hasta 51 aminoácidos pueden encontrarse en cada molécula de insulina.La insulina es una hormona hipoglucemiante, la cual se genera en el páncreas dentro de las células beta.
Sus principales funciones son permitir que la glucosa avance hacia el interior de las células, facilitar la acumulación de glucosa en el hígado y la más importante, que las células puedan aprovechar la glucosa para crear energía.
¿De dónde viene la insulina?
El nombre de insulina proviene del latín “insulae” que significa isla. Esto se debe a que la insulina se produce en las isletas o islotes del Langerhans del páncreas.Estos islotes pancreáticos acumulan células encargadas de generar distintas hormonas, tales como glucagón y la insulina propiamente dicha.
La glándula pancreática tiene una función importante en el funcionamiento general del organismo. Su ubicación en el cuerpo humano está en el abdomen, rodeada por el hígado, estómago, bazo, vesícula e intestino delgado.
¿Cómo se mide la insulina?
Es necesario que el cuerpo equilibre los niveles de glucosa e insulina. La hiperglucemia aparece cuando el organismo produce poca insulina y el azúcar en la sangre sube a niveles por encima de los normales.En el caso de la hipoglucemia la insulina aumenta y disminuye la cantidad de azúcar en la sangre. Esta afección produce mareos, temblores, transpiración… La anormal fluctuación de azúcar en la sangre produce la diabetes.
Para revisar cualquier afección relacionada a la anormal producción de insulina, se procede a extraer una muestra de sangre. La piel se limpia con antiséptico y se coloca un torniquete o banda elástica alrededor del brazo para que presión provoque que las venas se hinchen de sangre.
Se inserta una aguja en la vena para extraer la sangre en una jeringa o tubo. La muestra de sangre se procesa y se obtienen los resultados.
¿Con qué aparatos se puede medir la insulina?
Para medir los niveles de azúcar en la sangre se usan los glucómetros, aparatos que ofrecen una lectura de la glucemia presente en el torrente sanguíneo.Para ello se inserta una tira reactiva en el glucómetro, una vez lavadas las manos. Luego se da un pinchazo en la punta del dedo para obtener una gota de sangre.
Esta muestra de sangre debe tocar y mantenerse en la tira reactiva hasta visualizar el resultado electrónico en el glucómetro. En el mercado existen glucómetros para personas con problemas de visión e incluso con memoria para guardar los resultados y llevar un control.
¿Para qué sirven las inyecciones de insulina?
Para las personas que padecen tanto diabetes tipo 1 o tipo 2 (el cuerpo no genera insulina y no controla el azúcar en la sangre o la insulina es demasiado alta porque el cuerpo no procesa debidamente el azúcar), las inyecciones de insulina permiten el control del azúcar en el torrente sanguíneo.La inyección de insulina permite que el azúcar en la sangre se mueva hacia las células que la procesan y la convierte en energía para el organismo. De igual forma evita que el hígado produzca más azúcar.
Todos los tipos de insulina disponibles cumplen la misma función. Solo se diferencian en la velocidad con que funcionan y el tiempo por el que controlan el nivel de azúcar en la sangre.