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Esta situación nos propone aprender en poco tiempo algo que quizá no creamos necesario, ya que posiblemente pase pronto, aunque cabe la posibilidad de que el futuro no sea como esperamos o que vivamos esa espera sumidos en la incertidumbre, proyectándonos hacia el futuro y tratando de pasar el presente lo más prontamente posible.
Pero ocurre que el tiempo es relativo. La velocidad e intensidad de las acciones que se dan en ese tiempo serán vividas por nosotros de acuerdo a nuestra percepción. Por lo tanto, a los pocos días de encierro, lo que parecía fácil puede comenzar a ponerse más complicado. Las relaciones personales, los espacios físicos, el no tener la salida del “escape fácil”, el pensar que como se tiene todo el tiempo disponible da igual lo que haga, evadirse a través de videojuegos o la tele, trabajar más de la cuenta porque se tiene todo el tiempo libre, etc. son algunas de las situaciones que se dan para que perdamos de vista lo precioso e importante que resulta cada momento de nuestras vidas.
Desequilibrios.
La falta de regularidad es un aspecto que tiene muy en cuenta la Medicina Ayurvedapara comprender los desequilibrios del Vata Dosha (aire + éter) ligado a manifestaciones como el insomnio, la preocupación o la hiperactividad, entre muchas otras características. Una recomendación que se hace habitualmente ante el desequilibrio de este aspecto de nuestras estructuras sutiles es la organización de unas rutinas que nos permitan moderar esos dos elementos.
Cuando Vata Dosha se descontrola aparecen síntomas físicos como sequedad en la piel, pérdida de peso o problemas intestinales. Es posible que estos síntomas tarden en aparecer y mucho más en desaparecer, por lo que es muy importante prestar atención ahora para no padecer enfermedades en los próximos meses debido a esta situación particular que estamos experimentando todos en el presente.
Puede pasar lo contrario y es que Vata Dosha disminuya demasiado por el aumento de otros dos elementos. Agua y Tierra, constituyentes del Kapha Dosha se harán más presentes, volviéndonos más emocionales, llevándonos a aumentar de peso por inactividad y aletargando nuestro metabolismo.
Depende de nuestras estructura estos cuadros pueden ser más o menos graves en tiempos de encierro o inactividad, pero lo más importante es estar atentos y organizarnos de una manera consciente para no caer en desequilibrios que pagaremos desde ahora hasta un futuro, por lo menos, de mediano plazo.
Organización.
Habitualmente tenemos unas rutinas que, aunque no sean las más saludables o agradables, vamos ajustando con cierto control por la experiencia que tenemos al vivirlas. Cuando comenzamos a desempeñarnos en un trabajo nuevo o comenzamos a estudiar o a realizar tareas que requieren de una dedicación exclusiva, debemos estructurar nuestros tiempos, organizarnos, mover otros horarios, establecer un tiempo para desplazarnos o para comer; muchas veces tenemos que ponernos de acuerdo con otros para coordinar actividades.
En la situación de una cuarentena masiva impuesta sin previo aviso, no se dispone de tiempo para organizarse, pero los cambios se dan igual. Y necesario tenerlo en cuenta porque si la comenzamos desorganizadamente se va a imponer el caos personal y grupal, conseguiremos espacios a través de la competencia y es muy probable que le dediquemos más tiempos de los debidos a actividades de responsabilidad realizadas en la casa.
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Por lo tanto es muy importante tener en cuenta cuánto tiempo le estamos dedicando a trabajar, si estamos poniendo límites a la presión del afuera para cuidar el ambiente de nuestro hogar. También es necesario mantener unos hábitos de regularidad que enmarquen el día y nos mantengan conectados con una organización mínima indispensable para que no se descontrole nuestro organismo, como por ejemplo levantarse a determinada hora, mantener un horario para las comidas y tratar de acostarse a una hora acorde con la rutina establecida.
Si dedicamos tiempo a jugar con consolas, a mirar películas o ver la televisión, es importante que lo hagamos dentro del marco de consciencia de que es un momento de esparcimiento que no puede durar todo el día.
También es recomendable dedicarnos a la alimentación preparando nuestros propios alimentos y dedicar tiempo a la actividad física estableciendo unos espacios también para ello. Si somos muchos en casa hay que plantear las necesidades de cada uno y exponer la importancia del respeto por las de todos, organizándose para conseguir una armonía en la convivencia. No todo tiene que ser realizado por todos y es recomendable que las actividades tengan un sentido mayor que el de “matar el tiempo”
No importa cuanto tiempo más dure la cuarentena, siempre vale la pena dedicar un rato de tiempo a organizar una estructura para ser llenada luego con nuestras actividades, para no caer en emociones o situaciones como la frustración, la ira, la angustia, la desilusión o el estrés.
Practicar Yoga y Meditación se ha vuelto un recurso muy valioso en esta temporada ya que la sola decisión de hacer estas actividades ayuda a segmentar el tiempo, sobre todo el mental, y a mantener un estado de moderación en las emociones que hay que cuidar para no perder la salud.
©Pablo Rego
Profesor de Yoga
Masajista-Terapeuta holístico
Diplomado en Medicina Ayurveda.