La función de la ansiedad es la de movilizar el organismo y mantenerlo en alerta para intervenir ante los riesgos y amenazas, empujándonos a tomar las medidas convenientes según sea el caso y el origen del peligro como pueden ser huir, atacar, neutralizar, afrontar, adaptarse, etc…
Sentir ansiedad ante determinadas situaciones es completamente normal, incluso es bueno y no representa ningún problema de salud. Sin embargo, en algunos casos, este mecanismo de defensa funciona de una forma alterada provocando problemas de salud e incapacitando a la persona.
Cuando la alarma se dispara las pupilas se dilatan, el corazón se acelera, aparece una sudoración excesiva, tensión muscular, aumenta el aporte de oxígeno, se hace uso de las reservas de glucosa… En definitiva, nuestro organismo se prepara para luchar o huir.
Las manifestaciones de la ansiedad son muy variadas y se clasifican en 5 grupos:
Síntomas Físicos: palpitaciones, taquicardias, sudoración excesiva, molestias digestivas, rigidez muscular…
Síntomas Psicológicos: inquietud, agobio, incertidumbre, dificultad para tomar decisiones…
Síntomas de conducta: estados de alerta, bloqueos, torpeza, dificultad para actuar…
Síntomas intelectuales o cognitivos: dificultad de atención, concentración y memoria, aumento de los despistes y descuidos, preocupación excesiva…
Síntomas sociales: irritabilidad, dificultades para iniciar o seguir una conversación, bloquearse o quedarse en blanco… No todas las personas tienen los mismos síntomas, ni en la misma intensidad. Cada persona, según su predisposición biológica y/o psicológica, se muestra más vulnerable o susceptible a sufrir unos u otros síntomas.
Ansiedad y homeopatia
Para el tratamiento de la ansiedad existen diferentes tratamientos farmacológicos y no farmacológicos que resultan eficaces para aliviar la ansiedad.
Según la Organización Mundial de la Salud, el 25% de los pacientes que acuden al médico de cabecera presentan síntomas de ansiedad y el 15% de la población, desarrolla alguno trastorno de ansiedad a lo largo de su vida.
Los medicamentos homeopáticos para la ansiedad resultan útiles en determinadas constituciones. Tienen como función ayudar a sobrellevar el estrés de una forma natural, sin afectar a su vida diaria.
Estos tratamientos homeopáticos actúan de una forma global sobre la ansiedad y los trastornos del sueño asociados aliviando a la persona que la sufre sobre los diferentes tipos de síntomas .
Ventajas de los medicamentos homeopáticos para la ansiedad:
Tolerabilidad: no se han descrito efectos adversos relevantes asociados a la toma de estos medicamentos. Esto hace que se puedan tomar durante periodos prolongados e interrumpir la toma de medicamentos homeopáticos en cualquier momento sin sufrir ningún efecto rebote como el que provocan los fármacos ansioliticos.
Compatibilidad: los medicamentos homeopáticos para el tratamiento de la ansiedad son compatibles con otros tratamientos ya sean farmacológicos o no farmacológicos.
No provocan somnolencia: ni provocan sueño, ni afectan a la memoria, ni a la capacidad de concentración.
No afectan a la coordinación: no afectan sobre la coordinación, ni influye en los reflejos a la hora de conducir o trabajar con maquinaria.
Personas mayores: los medicamentos homeopáticos no producen ni confusión, ni desorientación en personas mayores ni en otros pacientes de riesgo.
Uso en niños: se pueden emplear en pediatría para aliviar el nerviosismo o las alteraciones del sueño en niños.
Embarazo: se puede utilizar durante el embarazo y en periodos de lactancia.
Fácil de tomar y de llevar: ya sea en la forma que sea: gránulos, dosis o comprimidos, los medicamentos homeopáticos se disuelven en la boca sin necesidad de tomar agua.
Medicamentos homeopáticos para la ansiedad
En homeopatía, prevenir o curar la ansiedad no se trata sólo de tratar los síntomas, sino también la sensibilidad y emociones de cada paciente. La eficacia de los tratamientos homeopáticos es mayor cuando los medicamentos se aproximan a los problemas, sensaciones, emociones.
Los medicamentos homeopáticos más comunes para tratar la ansiedad son los siguientes:
Aconitum napellus: se utiliza para tratar ataques de pánico que presentan temblores, sudoración y un miedo incontrolable.
Argentum nitricum: utilizado para tratar la angustia, estados de hipersensibilidad, nerviosismo y preocupación.
Arsenicum album recomendado para personas que tienen ataques de pánico en medio de la noche.
Calcarea carbonica indicado para el tratamiento de la ansiedad en personas confiables que simplemente están abrumados por la enfermedad o el exceso de trabajo.
Chamomilla vulgaris: indicada para tratar cuadros de ansiedad con síntomas de cólera, depresión y en algunas ocasiones dolor abdominal.
Gelsenium Sempervirens: Ideal para aquellas personas que sufren ansiedad con temblores, miedo, sentimiento de inhibición y parálisis. Gelsemium sempervirens está especialmente indicada para evitar la ansiedad al prepararse para un examen o competición deportiva.
Cyclamen europaeum: es para aquellas personas que sufren ansiedad y sienten emociones de abandono e indignidad. También para cuando la ansiedad aumenta en el momento de la menstruación y ésta viene acompañada de dolor de cabeza, ojos y vértigos.
Ignatia amara se administra a personas con cuadros de tristeza, decepción, estrés y que sufren de ansiedad por el rendimiento.
Kali phosphoricum es para las personas que tienden a comer mucho cuando tienen ansiedad.
Lycopodium se administra para tratar la ansiedad en las personas que asumen más de lo que pueden manejar.
Nux vómica: indicado para aquellas personas que se sienten altamente irritables y que se salen de sus casillas fácilmente. También se puede optar por medicamentos homeopáticos para la ansiedad compuestos, que incluyen diferentes medicamentos homeopáticos en su composición como es el caso de Sédatif PC o de Nervoheel.
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