Más de 10.000 médicos prescriben en España, de forma habitual u ocasional, medicamentos homeopáticos. Esto ha permitido que un 30% de los españoles haya utilizado en alguna ocasión medicamentos homeopáticos. El doctor Jacques Boulet ha analizado en un libro todos los mitos y falsas creencias que existen sobre la homeopatía.
Entre ellas destacan algunas muy arraigadas como la afirmación de que la homeopatía es una "medicina suave y natural. Según el autor del libro, "lo que es natural no es suave necesariamente", por ejemplo, la naturaleza es rica en venenos. Señala, además, que los tratamientos homeopáticos tienen como objetivo ayudar al paciente a encontrar su equilibrio de tres formas: haciéndole menos sensible a lo que atenta contra su equilibrio, suavizando las reacciones cuando algo externo le ataca y tratando las crisis respetando el esfuerzo que realiza el organismo para superarlas.
También desmiente la afirmación recurrente sobre que "la consulta en el homeópata es más larga que en el generalista". Según Boulet, el desarrollo de una consulta homeopática es el mismo que el de cualquier otra consulta médica, ya que se basa en el desarrollo aprendido desde la Facultad: historia de la enfermedad, descripción de los síntomas, antecedentes personales y familiares, estudio del contexto, interrogatorio aparato por aparato y examen clínico completo.
Pero el autor también señala que "la prescripción de los medicamentos homeopáticos es muy exigente y casi todos los síntomas deben tenerse en consideración para determinar el tratamiento". Por ejemplo, ante un paciente que llega a la consulta con un brote de herpes, en función del aspecto, de las sensaciones que provoca y de cómo se alivian (con frío, calor...) el médico homeópata elegirá el medicamento más adecuado para el paciente.... "ahí donde el médico alópata hubiera prescrito el mismo tratamiento a todo el mundo"
Otra de las creencias equivocadas acerca de la homeopatía es que ésta "no lo cura todo y no puede asociarse a otras terapias", a lo que Boulet responde que la homeopatía se prescribe de primera intención, asociada o en sinergia con otras (por ejemplo en caso de asma o infecciones urinarias) o bien como complemento (por ejemplo, para aliviar los efectos secundarios de tratamientos fuertes o reducir interacciones medicamentosas).
Además, el autor analiza afirmaciones como "no es posible la investigación clínica en homeopatía". Dicha afirmación es también comentada por el autor alegando que hay tres tipos de metodología que han hecho posible la realización de estudios clínicos: ensayos que tienen en cuenta la personalización terapéutica: ensayos comparativos entre un medicamento único y un placebo; y aquéllos con una prescripción estandarizada en síndromes para los cuales una parte de las manifestaciones clínicas es idéntica de un paciente a otro.