Aunque esta novela poco tiene que ver con el deporte, al igual que en películas como Forrest Gump o Volver al Futuro, es posible obtener enseñanzas que pueden ser aplicadas a nuestro desarrollo como corredores.
Por ello, si eres un fanático de Juego de Tronos y un amante del maratón (42k) te invitamos a descubrir lo que un maratonista debería aprender de Game of Thrones.
Nota: este artículo puede contener “spoilers” de la serie.
Lo que un maratonista debe aprender de Game Of Thrones
Luego de ver algunas temporadas de Juego de Trono, seguramente llegues a dos conclusiones muy simples y claras que deberás tener en cuenta al correr un maratón:
1.- Nunca sabes lo que va a suceder
Si hay algo que caracteriza la serie, es que nunca sabes que va a suceder y siempre hay lugar para la mas terrible de las sorpresas.
Cuando parece que una historia va a culminar de manera feliz, los acontecimientos te sorprenden abruptamente.
Al igual que en Juego de Tronos, en un maratón es muy difícil predecir con exactitud que es lo que va a suceder.
Así, muchos corredores que sufren el gran engaño del maratón: sentirse en excelentes condiciones en los primeros kilómetros y en forma repentina comenzar a padecer una verdadera tortura de agotamiento y cansancio.
En un maratón, es inevitable que el agotamiento te afecte, por lo que desde que estés en la línea de largada debes saber que inevitablemente sufrirás de una fatiga que no has sufrido en las otras distancias.
Sin embargo, resulta imposible saber de qué manera te afectará y cuando lo hará; quienes han corrido un maratón, saben que siempre hay que respetarla, y correrla con mucha mucha paciencia, ya que los últimos kilómetros de la carrera suelen ser completamente impredecibles.
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2.- Nunca debes confiarte
Otra conclusión a la que cualquier fanático de Game of Thrones suele llegar es que, pase lo que pase, nunca puedes confiarte.
Aunque hay pruebas de ello en cada capítulo de todas las temporadas, probablemente la escena conocida como “La Boda Roja” o el duelo entre “Oberyn martell y La Montaña” sean los dos ejemplos perfectos.
Al igual que en Game of Thrones, en un maratón nunca debes confiarte, en un momento puede parecer la carrera perfecta y en otro quedarte sin energía y comenzar a sentir el agotamiento.
En un maratón, ningún corredor está libre del riesgo de sufrir de un calambre o una contractura que le impida continuar corriendo a tope.
Por ello, es clave estar constantemente atento a las sensaciones de tu cuerpo y no perder la concentración en ningún momento de la carrera.
Lo que un maratonista debe aprender de Game Of Thrones
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