¡Vaya tema! Suerte… Hay quienes la relacionan con el karma, es decir, todo lo que te sucede está relacionado con si eres una buena o mala persona. Pero, qué me dicen de las personas que son buenas y todo les va mal, o de las personas malas y que todo les va bien. Según Google, es una causa o fuerza que supuestamente determina que los hechos y circunstancias imprevisibles o no intencionados se desarrollen de una manera o de otra. No existe una ciencia exacta ¿influye la suerte? Escogí este tema tan controversial porque hace algunos meses tuve una conversación de amigos que me hizo reflexionar mucho sobre si la suerte existe o no. Inicialmente no creía en ella, pensaba que todo estaba relacionado con las probabilidades, que simplemente uno debía hacer algo para que eso suceda y aumentan tus probabilidades, si se da es porque justo, gracias a estas, se dió. Sin embargo, después de dicha conversación y buenos argumentos cambié mi paradigma, ahora si creo en la suerte. En el presente post te explicaré mis antiguas razones para no creer en esta fuerza y los argumentos que me convencieron a hacerlo, expondré ambos y serás el decida qué postura asumir.
Para explicar mis dos puntos de vista me pondré en la situación de los ejemplos que leerás a continuación. Recordaré los argumentos de cuando no creía en la suerte y, luego, pensaré en cómo reaccionaría a cierta situación con el paradigma que tengo ahora…
Ejemplo 1. Imaginemos que tenemos un examen y decidimos estudiar bastante para sacar una buena nota, después de horas de estudio logramos tal hazaña y decimos gracias a Dios aprobé o ¡qué buena suerte! Pero, se acerca un compañero, lo llamaremos Edson, que sin estudiar obtuvo una mejor calificación que nosotros ¡qué mala suerte! ¿Edson tiene mejor suerte que nosotros? Se supone que al estudiar, tenemos más probabilidades de obtener una mayor calificación, mientras que nuestro compañero al no hacerlo tiene más probabilidades de reprobar el examen. Sin embargo, este no fue el caso y esto se puede deber a dos cosas: la teoría de la probabilidad o la suerte.
Ejemplo 2. Ahora estamos en una partida de póker con cartas realmente buenas y nuestra oponente, a la que llamaremos Adriana, con unas no tanto. Tenemos un par de Ases y si a nadie le sale alguna combinación de cartas, incluyendonos, ganaría la partida. Adriana necesita que salga cierta combinación de cartas para ganar, sus probabilidades son muy bajas. Sin embargo, salen justo las que la hacen ganadora de la partida. ¿Era el momento exacto en el que las probabilidades decidieron que salgan esas cartas o, simplemente, fue suerte?
Razones para no creer
Algunas personas tienen la costumbre de atribuir eventualmente lo que nos ocurre a una fuerza externa, por ejemplo, Dios o la suerte. ¿Quién nunca ha atribuido algún buen resultado a los ejemplos que dí? Yo también he dicho Gracias a Dios o ¡qué buena suerte! Pero por qué no podemos ser nosotros los responsables de ciertos acontecimientos positivos. Por ejemplo, decidimos despertarnos, desayunar, leer este post, reflexionar y otras muchas más decisiones que tomamos en un día. Dichas decisiones pueden aumentar o disminuir las probabilidades que ocurra algo, esto es dependiendo la relación que tengan nuestras actividades lo que se espera que ocurra. Regresando al ejemplo de las calificaciones del exámen, a pesar de tener más probabilidades de obtener una mejor calificación que Edson, esto no se dió ¿por qué? Nuestro compañero tomo mejores decisiones al marcar, quizás haya escuchado la respuesta antes y lo recordó, prestó más atención en la clase o solo marcó la respuesta correcta por instinto. Posiblemente nosotros sepamos más que él pero decidimos marcar las respuestas equivocadas, simplemente porque pensamos que era lo correcto en ese momento, nuestra memoria no es tan buena, no estudiamos correctamente o quizás solo marcamos la respuesta incorrecta y ya. En conclusión eso fue lo que pasó y no es que nuestro amigo tenga mejor suerte que nosotros, solo que marcó mejor las respuestas en ese examen. Otras personas dirán como argumento que este era el destino y para explicar mejor ese tema, utilizaremos el ejemplo 2.
Entendemos por destino alguna situación que estaba decidido por alguien desconocido que eso iba ocurrir de todas maneras. Entremos en el contexto de la partida de póker. ¿Por qué a Adriana le tocaron justo las cartas que necesitaba? Esto no es suerte, simplemente las cartas estaban ahí y era el destino que salieran, es decir, si rezaba o no, si lo deseaba con tantas fuerzas o no, esa carta ya estaba en el mazo y es imposible que al rezar o desearlo tanto, esta se cambie mágicamente y se vuelva la carta que deseo nuestra oponente. Esta es una situación en la que cosas poco probables nos suceden y como no lo podemos creer le atribuimos este resultado a una fuerza divina o a la suerte. Pero algunos podemos pensar que no es así, que esa carta iba a salir si o si y es parte del destino.
Razones para si creer
Por otro lado, ¿quién no ha sido testigo de acontecimientos inexplicables que es imposible no atribuir a la suerte? Por ejemplo, ese conocido o amigo que siempre gana los sorteos, ese al que siempre le ocurren cosas buenas y nosotros hacemos un comentario como “ese tipo si que tiene suerte.” Entiendo que existan las probabilidades que ocurran las cosas, pero, qué pasaría si algunos tienen más ventajas que otros a pesar de tener las probabilidades en su contra. Si tuviera mayores probabilidades, dejaría de ser suerte y podría ser mérito propio o producto de esas probabilidades. Esto nos lleva a plantearnos otra pregunta ¿también se necesita suerte a pesar de tener probabilidades altas que ocurra lo esperado? o ¿es algo exclusivo de las personas que tienen bajas probabilidades? ¿La suerte aumenta las posibilidades o es algo tácito en ellas? Sea cual sea la respuesta, cuando una persona tiene pocas oportunidades que le ocurra una combinación de cosas realmente improbables, un número infinitamente pequeño. Sin embargo ¡pasa! Entonces, queridos lectores, esa persona tiene suerte…
Regresando a los ejemplos anteriores, el alumno que no estudió y nuestra oponente con pésimas cartas también tuvieron suerte. Edson, al obtener una calificación más alta que nosotros a pesar de tener pocas oportunidades, lo consiguió y para que esto suceda tuvieron que pasar una combinación que, dependiendo la cantidad de preguntas, se iba haciendo más y más improbable. Este ejemplo es fácil de explicar porque el examen contiene varias preguntas y sin estudiar obtuvo mayor nota ¿a qué podemos atribuir dicha situación? Adriana, al tener malas cartas y, por lo tanto, menos probabilidades de ganar, aún así lo consiguió. Pues, en este caso también tuvieron que pasar más combinaciones con pocas oportunidades que, dependiendo la cantidad de jugadores, se va haciendo cada vez más improbable.
Esto es algo que curiosamente le sucede más a algunas personas que a otras ¿por qué tanta coincidencia? Estas personas tienen a su favor un poder inexplicable que hace que los resultados de ciertas situaciones le favorezcan. Después de la conversación con mis amigos, llegamos a la conclusión que ciertas personas tienen ventaja para que ciertas situaciones lo amparan y esto es suerte. Las cosas que uno desea y se dan es una combinación de la ley de la atracción y la suerte.
En conclusión, existen dos maneras de ver las cosas, no todos asumimos las oportunidades de igual manera, por lo tanto, no existe una respuesta concreta para la pregunta del título. Lo único preciso es que alguna de las dos posturas te convenció más una que la otra y tomaste una decisión al respecto, me interesa bastante saberlo. Pero, sea cual sea, yo si creo en la suerte y por eso, aunque pueda significar poco o mucho para ti, buena suerte en tu vida.
¿Crees en la suerte?
Siento que este ha sido uno de mis mejores trabajos hasta ahora. Intento aprender un poco más luego de cada post. Me motiva que lea mi post, muchas gracias.
Próximo tema: El miedo.
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¡Hasta el próximo post!