¿Cuando fue la última vez que usaste un columpio?
La comediante y actriz Betty Marion White pronuncio una frase de esas que perduran para siempre en el colectivo humano: Soy una adolescente atrapada en un cuerpo viejo.
En ese entonces, tenía 90 años.
¿Qué pasa si la eterna juventud esencialmente no tiene nada que ver con la apariencia? ¿El vigor o la resistencia? O, para el caso, la ignorancia o ingenuidad, que después de todo se superan con la madurez.
¿Qué pasa si, en el fondo, la edad ? o el envejecimiento ? es principalmente un estado de ánimo?
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¿Fundamentalmente, una actitud sobre uno mismo, o la vida en general?
Si esto fuera así, entonces la propia juventud, (ser joven no tanto de cuerpo como de mente y corazón) podría, incluso después de ser desplazada, reclamarse exultante.
Obtenida o rescatada, por así decirlo, de las profundidades de la conciencia, donde estaba no tanto enterrado sino más bien inactiva.
Así las cosas ¿En qué consistiría una actitud anti envejecimiento?
¿Qué es la psicología de la juventud eterna que existe independientemente de la edad cronológica?.
¿Cómo disfrutar de la juventud eterna de manera continua?
Bueno, déjame contarte las maneras para que logres recuperarla, son 12 para ser exactos, y sin duda aún hay más por identificar:
1. Mantener una perspectiva de inocencia, maravilla y asombro
Lo que significa empezar a ver las cosas como si nunca antes las hubieras visto, por lo menos no de esa manera.
Mirar, o disfrutar de la percepción de los objetos de una manera que te permita apreciarlos nuevamente.
Si fueras un extraterrestre en tu primera visita al planeta tierra ¿Cómo mirarías todo lo que te rodea ? Seguro que las verías de una manera sin precedente.
La vista puede ser una flor, árbol, casa, jardín, paisaje, animal, persona, incluso una imagen en el ordenador o computadora… LO QUE SEA.
Y mientras estás en ello, emplea tus otros sentidos (sonido, olor, gusto, tacto) tanto como puedas, te permitirá tener una experiencia mundanal desde una nueva perspectiva.
Los niños hacen esto de forma natural. Después de todo, muchas cosas son nuevas para ellos.
Sin embargo, tu, tendrás que buscar siempre nuevos puntos de vista para volver de nuevo a la novedosa rutina de la juventud.
2. Da rienda suelta a tus sentimientos de curiosidad
La curiosidad mato al gato (al menos metafóricamente) pero, también lo trajo de vuelta, algo sorprendente ¿no?
Y teniendo en cuenta, por supuesto, que los gatos tienen siete vidas (hablando de la eterna juventud!) Regresó a la vida para satisfacer una curiosidad tras otra.
Los que complacen su curiosidad son capaces de reconocer las cosas de nuevo una y otra vez.
Si tan sólo te tomas el tiempo para satisfacer tu curiosidad, al ver de forma no convencional, todo puede permanecer indefinidamente novedoso.
Mírate al espejo. Prueba diferentes expresiones, hasta que apenas puedas distinguirte.
Trata de descubrir lo que tienes de desconocido e inexplorado. En otras palabras, lo que sea más extraño que familiar.
Es algo que los niños hacen instintivamente para entretenerse. ¿Por qué no imitarlos y descubrir lo que hay de exótico en uno mismo?
3. Promueve un sentido de aventura sin preocupaciones
Sin duda, un adulto no puede ser tolerante en la misma manera como lo es un niño.
Pero ser adulto tampoco tiene que significar ser grave o adusto, severo o solemne.
Puesto que todo lo que se discute, tiene que ver con una cuestión de actitud, ¿podrías tener una sensación de superficialidad y jugar ante cada uno de tus propios esfuerzos?
¿Ves tu vida como una aventura? ¿Algo recurrentemente a explorarse en todas sus dimensiones ricamente variadas?
Gran parte de nuestra vida puede parecer vulgar y banal.
Pero elegir conscientemente cultivar el entusiasmo sobre la ordinariedad puede en realidad rescatarte de la monotonía, al mismo tiempo que te revitaliza.
Cuando te decides a empezar una empresa difícil, todos los riesgos son material fértil para las memorias, aún los menores.
Así cuando estés cerca de tu final mortal podrás mirar hacia atrás y sonreír a todo lo que te atreviste a hacer en la vida.
Siempre teniendo en cuenta que el mayor riesgo que puedes experimentar alguna vez puede ser el evitar correr el menor riesgo.
Llegados a este punto, vale la pena recordar las palabras de Maya Angelou: La vida no se mide por los momentos que respiramos, sino por los momentos que nos dejan sin respiración.
Y es precisamente el sentido de aventura el que nos permite crear esos momentos en primer lugar.
Recuerda que todo lo que te apasiona, lo que absorbe tu atención e inspira tu interés y emoción, se derivan más de tu actitud interior, que de acontecimientos externos.
4. toma tus responsabilidades algo menos formal
Sí, por supuesto, con la edad llegan toda clase de deberes y obligaciones.
¿Pero podría estar dispuesto a ver las restricciones bajo las cuales operas como un juego que te han designado jugar voluntariamente? Es cierto que no es monopolio.
Pero sigue siendo una búsqueda de opciones y decisiones, conjeturas y apuestas desconocidas, con resultados y sorpresas que no se pueden prever.
Alguien dijo una vez que la vida era demasiado importante para ser tomada en serio.
¿Podrías adoptar ese mismo punto de vista? por paradójico que pueda parecer.
¿Puedes, con alegría, desempeñar tus diferentes responsabilidades de una manera similar a un juego? De tal modo que sean una distracción.
A primera vista, nada de esto es probable que suene muy práctico. No podría ni siquiera parecer posible.
De hecho, puede impresionarte francamente como algo absurdo o tonto, la pretensión de ver de forma despreocupada las muchas responsabilidades y decisiones complejas que diariamente tienes que asumir.
Pero con algo de imaginación, optimismo y la disposición a percibir que tu pesada carga en la vida es simplemente la forma actual en que las asumes.
Debería ser posible ver cómo todo en tu vida es potencialmente transformable en algo lúdico.
Una vez más, es cuestión de actitud. Y la actitud en última instancia es una decisión sobre que hacer acerca de cómo vas a realizar tu vida.
¿Puedes ver los retos a los que te enfrentas ahora como un reflejo de los retos a los que te enfrentabas cuando eras niño?
En esa época, la mayoría de tus distracciones (es decir, no la escuela) prácticamente eran desafíos, problemas a resolver, aunque probablemente no los tomabas muy en serio.
Eso era precisamente lo que los hacia tan divertido.
Rompecabezas de todo tipo, hasta juegos de mesa entre ellos los juegos de cartas, desde la rayuela hasta saltar a la cuerda, pasando por el escondite y por descontado el fútbol, béisbol, ping pong hasta el baloncesto.
No había nada más emocionante que la prueba de tu destreza mental o física, haciendo todo lo posible por supera tu mejor marca personal.
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¿Podrías recuperar esa mentalidad ahora? Con cualquier obstáculo actual que pareciera estar bloqueando tu progreso.
¿Podrías realmente ingeniártelas para hacer de estas dificultades actuales un camino para recuperar tu sentido posiblemente perdido del juego?
Hacerlo te permitiría avanzar en pos de la juventud eterna.
He tenido que dividir la entrada en tres partes, de lo contrario, me temo que sería demasiado extensa, así que te pido disculpas al mismo tiempo que te agradecería que te suscribieras para evitar perder las partes II y III
Gracias.
¿Lo más importante? …Tu salud.
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