Síguelo hasta que el círculo no sea más que un pequeño punto, es la puerta a tu interior. Siente que lo traspasas y llegas a un mundo libre, bello, pleno, sin obligaciones, sin pesos, sin cargas… Un mundo de luz, de Amor, de paz… Intenta reconocer en tu interior todas esas sensaciones, porque están en ti, porque realmente esta es la realidad que te pertenece y nuestro objetivo es encontrar el puente para vivir, estés donde estés, siempre en ese estado que proporciona tu mundo interior.
Imagina ahora que tienes hambre, puedes coger aquello que desees, todo está a tu alcance… Pruébalo, siente su agradable sabor, su textura, la sensación que produce en tu boca… Ahora te embarga la sed y bebes de un agua fresca y pura… nota el frescor del agua, el tacto en tus labios y tu boca, la sensación vivificante al beberla… Sientes sueño y te estiras, tu cuerpo está relajado y cómodo, sientes que gozas de una inmensa sensación de protección y recogimiento… Ve disfrutando de cada una de estas sensaciones, todo está a tu alcance, tal y como deseas.
Te sientes solo/sola, llama con tu pensamiento a la persona o personas que desees y siente su energía acompañándote. Es indiferente que las conozcas o no, sólo siente la energía de Amor que deseándolo, te ha rodeado.
Cualquier necesidad que sientas, solo tienes que manifestarla y quedará cubierta, porque estás en un lugar de paz, amor, luz, libertad… Siente la capacidad de reconocer como es en realidad tu mundo, tu mundo real… y ahora traspasemos esta vivencia al cuerpo.
Para ello toma una de las sensaciones que acabas de experimentar, nota como la tomas entre tus manos y la integras en ti. Ahora traspasas el círculo desde dónde entraste y sientes como se va ampliando. A través de la respiración puedes moverte por todo tu cuerpo y vas traspasando la sensación que tomaste a todas las células de tu cuerpo. Inspira e integra la sensación, espira y siente la respuesta de plenitud de tu cuerpo… Repite la respiración completa por lo menos tres veces, porque cada vez notarás más como se traspasa a tu conciencia la sensación escogida.
Haz tantos viajes como desees y a la velocidad que desees… Entra, toma, sal, integra la experiencia a la consciencia, sólo tienes que trasladar la sensación vivida a través de la respiración.
Cuando lo desees, ya lleno de paz, de amor, de seguridad, de salud, de plenitud, de abundancia, de capacidad… siente que la irradias, compartiéndola con todo tu entorno; es un acto de AMOR, de entrega, que a la vez revierte en ti y te llena.
Respira profundamente y llénate de la sensación.