Empieza a tomar ácido fólico. El ácido fólico es uno de los suplementos más importantes durante la gestación, sobre todo en los primeros meses ya que disminuye de forma significativa el riesgo de que el bebé tenga problemas en el tubo neural. También reduce las probabilidades de que el bebé sea prematuro o tenga bajo peso al nacer. Los vegetales de hoja verde, las lentejas, los cítricos y los cereales son alimentos ricos en ácido fólico que puedes incluir en tu dieta cotidiana.
Abandona el tabaco. Uno de los hábitos más dañinos durante el embarazo es fumar. De hecho, el consumo de tabaco no solo disminuye las probabilidades de concepción sino que se ha relacionado con un menor crecimiento fetal, un mayor riesgo de aborto espontáneo e incluso con la muerte súbita del lactante. Por eso, lo más recomendable es que tanto la mujer como su pareja, abandonen el hábito de fumar.
Mantén bajo control el peso corporal. Durante el embarazo, es normal que aparezcan los antojos. Sin embargo, en este periodo no se debe comer por dos. Por supuesto, es importante que te alimentes pero sin exagerar, eligiendo las opciones más sanas y nutritivas. De hecho, el sobrepeso y la obesidad están vinculados a problemas como la diabetes, la hipertensión y la retención de líquidos durante el embarazo. Ten en mente que una mujer con un peso normal, durante el embarazo debe aumentar tan solo unos 16 kilos.
No ingieras alcohol. El consumo de bebidas alcohólicas está contraindicado durante la gestación ya que este hábito se ha relacionado con un mayor riesgo de que el bebé tenga malformaciones congénitas, una disminución del cociente intelectual e incluso problemas del lenguaje y la coordinación. Por tanto, es conveniente que durante la gestación no bebas alcohol.
Cuida tu dieta. Durante el embarazo, no se trata simplemente de vigilar la cantidad de comida sino también su calidad. Se recomienda que incluyas alimentos saludables, sobre todo frutas, verduras, legumbres y vegetales, que son ricos en vitaminas y minerales. Considera que durante esta etapa, necesitarás una ingesta adicional de 10 gramos de proteínas al día. También necesitarás consumir más hierro, ácidos grasos omega 3, calcio y yodo. Por eso, es conveniente que apuestes por alimentos nutritivos y reduzcas el consumo de las comidas precocinadas y la bollería industrial, que solo aportan calorías vacías.
Haz ejercicio físico. No se trata de que te conviertas en una atleta durante el embarazo, sobre todo si nunca has practicado deporte. Sin embargo, se recomienda practicar actividad física de intensidad moderada ya que esta fortalece los músculos, brinda elasticidad y mejora la motricidad. De hecho, el ejercicio físico ayuda a prevenir los dolores de espalda provocados por la gestación, mejora la calidad del sueño y en el momento del parto, hace que la mujer tenga mayor resistencia.
Relájate y descansa. El embarazo no es la mejor etapa para estresarse. El simple hecho de que los niveles hormonales cambien y que esperes a un nuevo integrante de la familia, con todas las dudas y preocupaciones que ello conlleva, ya es suficiente motivo de estrés. Por tanto, es fundamental que durante estos meses te dediques tiempo y te mimes. Relájate porque la tensión y la ansiedad que experimentes, se la transmitirás al bebé y no le hará bien.
Fuente: Hábitos saludables en el embarazo - Nutrición Saludable