A cuatro patas contra dolores lumbares
Si te sientas en una silla e intentas mirar hacia arriba, encontrarás que inmediatamente tiendes a acentuar la curvatura lumbar, un área donde a menudo, surgen dolores y tensiones debido a movimientos y posiciones incorrectas.Para reducir la carga en esta área, las vértebras de la parte superior de la espalda también deben participar en los movimientos. Veamos cómo es posible lograr despertar este área que es bastante perezosa.
A cuatro patas, mira hacia adelante y deja que tu espalda tome una posición arqueada o de hamaca.
Repite el movimiento, varias veces, luego inviértelo, bajando la cabeza y redondeando la espalda.
Presta atención a la forma en que se disponen los omóplatos, las costillas y todas las vértebras. Ten cuidado de no tensar el abdomen y no apretar la mandíbula.
Cuando el movimiento se vuelva fluido, levanta una rodilla del suelo y crúzala frente a la otra, agachándote.
Repite varias veces, luego observa cuán lejos llega tu mirada cuando miras hacia arriba. Al hacerlo, descubrirás que no estás arqueando automáticamente la zona lumbar, que en cambio, participa en todo el movimiento, desde la cabeza hasta la pelvis.
Caminando a cuatro patas para liberar los omóplatos y superar la ansiedad
La rigidez en el cuello y los omóplatos es, a menudo, la respuesta del cuerpo a un estado de ansiedad. Centrarse en los movimientos que ocurren en esta parte al caminar a cuatro patas ayuda a liberar la tensión y las contracturas, pero también a aclarar la mente.A cuatro patas, intenta reconstruir lentamente la sensación del brazo que presiona el suelo, del codo que se pone rígido, pasando el empuje hacia el hombro y el omóplato, donde estimula las vértebras una por una.
Manténte pasiv@ mientras el empuje proveniente del suelo produce un ligero movimiento en toda la espalda, hasta la pierna opuesta, que utiliza la acción para comenzar a avanzar.
Continúa poco a poco hasta que puedas caminar suavemente sobre las cuatro patas.
Cuando tu cuerpo haya registrado cada turno, muévete más rápido, disfrutando de la soltura de tu espalda.
Levántate lentamente y fija en tu mente las sensaciones agradables que el cuerpo te envía y disfruta de tu nueva manera de caminar.
Disfruta de las nuevas sensaciones que te han surgido de las 2 lecciones y si te gustó, comparte!
Recuerda leer, las pautas a seguir, antes de empezar cualquier lección.
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