El moco fértil ayuda a prolongar la vida de las células de esperma, les proporciona alimento y les permite nadar en la región del cuello uterino sin impedimentos. En presencia del moco fértil, los espermatozoides pueden vivir de tres a cinco días (en algunos casos incluso más).
Así que, si te encuentras en la mitad del ciclo y estás experimentando la descarga gelatinosa clara, es completamente normal. Además de ser una señal de que eres fértil, si ya estás embarazada, una secreción clara es a menudo un signo normal de cambio en la química interna del cuerpo.
¿Qué es la vaginosis bacteriana?
Ahora bien, sino estás en la mitad del ciclo, la otra de las principales causas de una descarga gelatinosa clara es una infección bacteriana. Aunque siempre hay bacterias en la región vaginal, muchas de ellas se consideran como beneficiosas porque ayudan a mantener un equilibrio en la zona y evitar que las bacterias “malas” se propaguen. Cuando este equilibrio es afectado, se puede producir una infección leve. Esta infección, llamada vaginosis bacteriana, se puede presenter con un flujo como el que estamos describiendo y una sensación de picazón o ardor.
Los especialistas creen que además hay ciertas actividades que promueven condiciones desequilibradas en la vagina, por ejemplo, tener múltiples parejas sexuales, fumar y usar duchas vaginales. La principal diferencia entre este flujo claro y el moco fértil normal es que hay un olor característico como a “pescado”. Este olor se hace más pronunciado después del coito.
Si sospechas que puedes tener una infección bacteriana, debes consultar al médico y someterte a las pruebas necesarias. Aunque la vaginosis bacteriana no está vinculado a ninguna enfermedad venérea, siempre es una buena práctica asegurarse de que no hay otros problemas persistentes. También es importante ver a un médico si estás embarazada porque la vaginosis bacteriana puede conducir a un mayor riesgo de aborto involuntario, parto prematuro o a una infección uterina después del embarazo. Incluso si no estás embarazada, la presencia de vaginosis bacteriana puede indicar un mayor riesgo de infección pélvica en algunos casos y un mayor riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual de una pareja infectada.
Si el médico determina que tienes una infección bacteriana, no hay nada de qué preocuparse. El tratamiento estándar es, o bien un régimen de antibióticos orales que se deben tomar durante 5 a 7 días, un ciclo de óvulos que se insertan en la vagina durante el mismo período de tiempo, o una combinación de ambos. La mayoría de los síntomas desaparecen en 2 a 3 días, pero el tratamiento debe completare para evitar que la infección vuelva a aparecer.
Después del tratamiento con antibióticos, existe un mayor riesgo de contraer una infección vaginal por levaduras. Si notas picazón, enrojecimiento o secreción blanca en forma de bultos, debes volver al médico para recibir tratamiento.
Los cambios en el flujo vaginal
Si en un inicio tenías una secreción gelatinosa clara pero ha cambiado su color y olor, puede ser una señal de que tienes alguna infección. No debemos olvidarnos de la vulvovaginitis, una infección inflamatoria de la vulva, que puede ser causada por virus, bacterias y levaduras. Mientras que la vaginosis bacteriana es generalmente benigna, la vulvovaginitis a menudo está asociada con enfermedades de transmisión sexual, irritación química y la falta de higiene.
La cervicitis es otra causa potencial para la presencia del flujo claro, con mal olor, dolor al orinar y un aumento del manchado entre períodos.