Comúnmente se caracteriza por el color claro o blanquecino y su consistencia similar a las claras de huevo crudas. El flujo fibroso también tiene la propiedad de elasticidad, o sea, puede estirarse una o dos pulgadas si se toma entre dos dedos.
¿Cuándo se puede esperar la presencia del flujo vaginal blanco y fibroso? ¿Cuándo es normal?
Flujo vaginal fibroso durante la ovulación. La ovulación es el momento más común en que se produce este tipo de flujo. Esto se debe a que los niveles de estrógeno aumentan sustancialmente en esta etapa, lo que se traduce en una descarga clara y fibrosa, hasta 30 veces más abundante. Aunque no es grueso, este moco cervical es significativamente más denso que la secreción acuosa que se experimenta al acercarse la ovulación. La mayoría de las mujeres se refieren a la descarga vaginal fibrosa como flujo clara de huevo, debido a su gran parecido con las claras de huevo crudas. Por lo general, puede estirarse un poco sin romperse. Este flujo puede hacer que la vulva se sienta húmeda y pegajosa, aunque no suele haber olor fuerte o desagradable. Una mujer puede esperar la presencia del flujo vaginal fibroso de 12 a 14 días antes del período. Una vez que los niveles de progesterona comienzan a aumentar, la descarga se vuelve pegajosa y grumosa.
El flujo fibroso se considera el más fértil, ya que permite a los espermatozoides viajar fácilmente a través del útero y posiblemente unirse con el óvulo.
Flujo vaginal fibroso durante el embarazo. Otra ocurrencia común de la secreción blanca y fibrosa es durante el embarazo. Al principio del embarazo, los niveles de estrógeno aumentan en tu cuerpo. Bajo la influencia de los estrógenos, el moco cervical se vuelve abundante, transparente y elástico, muy similar a las claras de huevo crudas. Pero si comparamos este hecho con la ovulación, vemos que el embarazo puede causar una cantidad de flujo mucho mayor durante el primer trimestre. Esa cantidad sigue aumentando hasta el nacimiento.
Flujo vaginal fibroso de color marrón. La descarga vaginal marrón generalmente indica la presencia de una pequeña cantidad de sangre, por lo que su aparición es relativamente anormal. Sin embargo, hay ocasiones en las que este flujo se considera normal y no debe ser motivo de alarma.
1. Después del período. El exceso de tejido endometrial que no ha salido de tu cuerpo durante el período es liberado en forma de flujo amarronado. Este moco es típicamente fibroso, pero mucho más grueso que la descarga normal en la mitad del ciclo. Su presencia se mantiene uno o dos días después que el período se ha detenido. El color se irá aclarando gradualmente hasta convertirse en grumoso y pegajoso.
2. Durante la implantación. El sangrado de implantación es un sangrado leve que se produce cuando el óvulo fertilizado se adhiere a la pared interna del útero (endometrio). Este suceso hace que el endometrio sangre ligeramente, un hecho que puede durar sólo unos minutos o incluso uno o dos días, dependiendo de cada mujer. La presencia de sangre puede dar lugar a un flujo de color marrón durante estos días, generalmente de 6 a 12 días después de la concepción. En ocasiones es confundido con el inicio del período regular, pero la cantidad de sangre y la duración de la hemorragia son los factores que diferencian el sangrado de implantación del período normal.
3. Sangrado postcoital, intermenstrual y sangrado por anticonceptivos orales. El uso de anticonceptivos orales combinados puede provocar un ligero manchado sanguinolento, debido a que los niveles de estrógeno disminuyen considerablemente. Sin embargo, se considera como algo inofensivo y no representa ningún riesgo para la salud. De cualquier forma si su presencia se prolonga demasiado, es preciso consultar a un especialista.
El sangrado postcoital es el sangrado no menstrual que se produce inmediatamente después de una relación sexual. Las causas comunes incluyen cambios hormonales, pólipos o fibromas, el tejido frágil en la pared del cuello uterino y las infecciones. En ocasiones también puede ser signo de una condición subyacente más grave, como el cáncer cervical o uterino.
El sangrado intermenstrual se produce fuera del período menstrual. Si bien no es necesariamente una causa de preocupación, puede tener causas seria como los crecimientos en el útero o cérvix, el aborto involuntario (en el caso de las mujeres embarazadas), un desequilibrio hormonal, la sequedad vaginal, y el cáncer.
Como regla general se aconseja acudir al médico lo antes posible, siempre que surja una secreción vaginal con sangre.
Flujo vaginal amarillo y fibroso: ¿es un signo de infección?
Si actualmente estás experimentando un flujo fibroso de color amarillento, debes prestar atención a varios aspectos para ver si algo va mal. En primer lugar, trata de notar cualquier mal olor vaginal, que suele ser el signo más común de vaginitis. En segundo lugar, toma nota de otros síntomas físicos que puedan estar presentes, tales como picor vaginal o en la vulva, inflamación, enrojecimiento, ardor al orinar, dolor durante el coito, dolor abdominal inferior y una sensación general de malestar. Si alguno de estos está presente, es probable que tengas una infección vaginal.
Si la descarga tiene mal olor, pero no se acompaña de otros síntomas físicos, entonces podrías tener vaginosis bacteriana. Definitivamente debes acudir al médico hablarle acerca de tus síntomas para identificar la causa con precisión.