Perteneciente a la relación arquetípica de la intolerancia, el estado haya nos remite al complejo psicológico de la diferencia y rememora la dificultad del ser humano para aceptar lo que es distinto. Está en consonancia con la rigidez e, internamente, con la debilidad, ya que las personas fuertes aceptan todo aquello que es diferente a ellos, mientras que los débiles lo afrontan como un atentado contra su existencia.
Un carácter intolerante
Las personas haya, poseen un agudo sentido del bien y del mal, así como grandes valores éticos y morales. Les gusta la precisión y el orden, no sólo en sus vidas, sino también en la de los que le rodean. Pero están tan convencidas de su rectitud que, en lugar de respetar el derecho de los demás a expresar sus opiniones, reaccionan con absoluta intolerancia hacia ellos, escogiendo la vía de la crítica, porque no están preparados para valorar las opiniones ajenas.Son personas estrictas que, muy a menudo, se quejan por nimiedades. Para ellos no es lógico que alguien les lleve la contraria y, cuando esto ocurre, pueden llegar a ser muy destructivos. Como consecuencia, ante los demás pueden resultar arrogantes, intransigentes y carentes de humildad y humanidad. Es posible que por este mismo motivo, sean individuos solitarios. El estado haya es indicativo de un defecto profundamente arraigado en la personalidad, ya que estas personas evitan afrontar sus problemas para no enfrentarse a su propia imperfección.
Una flor terapéutica
Todos estos aspectos indican que el individuo ya está dentro de la fase descompensatoria y que el problema debe tratarse inmediatamente, aun cuando el paciente piense que no lo necesita. En lo físico, este estado cronificado se manifiesta en alergias a todo lo que le rodea: polen, polvo, dermatitis, etc. Beech, el nombre inglés del remedio, puede ser utilizado en las diversas cremas que traten procesos dermatológicos irritativos, como sistema terapéutico.La toma de Beech, favorece la tolerancia y la capacidad de ver las cualidades positivas del resto de la gente. Quien utilice este remedio empezará a entender que, en realidad, la diversidad es un bien preciado y que, por otra parte, sólo se puede crecer como persona demostrando tener voluntad para aprender de los demás. Es decir, ayuda a ser más tolerante y comprensivo. Asimismo, este preparado es muy útil a la hora de saber escuchar a los que nos rodean y prestar atención a lo que dicen, trabajando con ellos constructivamente en lugar de criticarlos por sus supuestos defectos. Por último, se puede afirmar que también sirve para aprender a admitir los propios errores.
Sin embargo, cuando la emoción está en desequilibrio, estos individuos manifiestan una gran intolerancia hacia los demás, sobre todo con su forma de vivir, y suelen juzgar precipitadamente. Tienden a ponerse nerviosos con algunos de los gestos de quienes les acompañan, y creen que sus críticas pueden ayudar a mejorar algo de otra persona. Tienen dificultad en ponerse en lugar del otro y no entienden la sensibilidad con la que pueden reaccionar a sus toques de atención.
Según el Doctor Bach...
"Para quienes sienten la necesidad de ver más belleza y bien en cuanto les rodea. Y aunque muchas cosas parecen estar mal, tienen la capacidad de ver el bien en torno de ellos. Para poder ser más tolerantes, indulgentes y comprensivos con las distintas formas en que cada individuo y cada cosa tienden hacia su perfección".Fuentes de información:
- 'Nuevas Terapias Florales de Bach', de Dietmar Krämer, ed. Sirio.
- 'Los secretos de las Flores de Bach', de Jeremy Harwood, ed. Taschen.
- 'La Curación por las flores', de Dr.Edward Bach, ed. Edaf.
- 'Flores de Bach. Manual para Terapeutas Avanzados', de Ricardo Orozco, ed. Indigo.
- Notas del Seminario sobre Flores de Bach impartido por la terapeuta Mª del Mar de la Oliva.