“Soy un ciudadano normal, madrugo todos los días para trabajar, como todo hijo de vecino”.
Quiero compartir mi experiencia con vosotros/as porque, dentro de la normalidad, está también sufrir una enfermedad, sea cual sea y con normalidad hay que afrontarla, hablar de ello sin complejos, y cargarse de positividad, usando todas las herramientas posibles.
Escribir me motiva y me libera
Escribí en su día: “Si el cáncer te pilla parado, tiene medio trabajo hecho” así que yo no paro, si me quiere ganar, le va a costar sudar. Me pillará corriendo, nadando o tomando cañas como el de la canción.
“Hay momentos en la vida para los que no nací”, así empieza una canción de Jarabe de Palo, pero claro la vida no es una canción y esos momentos son inevitables.
Hace ya casi 4 años la vida me hizo un regalo envenenado. Sin tener ningún síntoma apreciable, y casi por casualidad, me detectaron un cáncer de tiroides, uno de los menos “graves” según estadísticas.
Me descubrieron un nódulo en una revisión de mi “querida” fibromialgia. Todo pasó tan deprisa que no tuve casi tiempo de asimilarlo. 28 días después de esa revisión estaba operado. Me extirparon el tiroides y 8 ganglios linfáticos, 5 de ellos afectados.
Siempre fui positivo, aunque el susto me lo llevé. Solo decir que al darme de alta me dijeron que hiciera “vida normal” y así lo intenté hacer.
A los 10 días de darme de alta empecé a hacer deporte, muy suave con unas pesas de 1 kilo unas tablitas, 4 días después empecé a salir a caminar ligero y a los 2 días a correr, muy tranquilo.
Por otro lado, también tengo la afición de escribir algún poema de vez en cuando. Eso me motiva y me libera. A veces le cuentas al papel eso que no eres capaz de decir.
Les voy a dejar unas poesías. La primera la escribí después de la operación. La segunda la escribí poco después de fallecer mi padre, también por cáncer, él no tuvo tanta suerte.
La cuestión es que aún sufriendo se puede buscar una vía de escape, sea hacer deporte, pintar, tocar la guitarra o como es mi caso, escribir.
AL FINAL DEL CAMINO
La muerte me miró de frente
me dijo “vente conmigo”
yo pase de largo
continué mi camino.
Indignada se volvió y me dijo
“Acaso no me has oído”
entonces le planté cara
“Qué tal si lo discutimos”
Hablamos y nos chillamos
luchamos y debatimos
por difícil que parezca
al fin quedamos como amigos
Bajo la sombra de un árbol
vislumbramos el destino
quedamos en volver a vernos
un día al final del camino.
Zapa.
LA PARCA DEBE ESPERAR
Qué se pensó la Parca?
Que por enviarme al cangrejo
Iba a conseguir evitar
Que yo llegase a viejo
Yo no le voy a negar
Que fué buen intento señora
Pero usted no debe olvidar
Que no ha llegado mi hora
Usted se podrá disfrazar
De mil formas diferentes
Pero no ha de subestimar
Que yo también soy valiente
Se sentía usted feliz
Qué se había pensado?
Que me iba usted a ganar
Por arrebatarme soldados
Ellos eran importantes
Yo no se lo discuto
Y que usted consiguió
Darme un buen disgusto
Pero también le digo
Que a usted le falta salero
Soy muy mal enemigo
Por lo mucho que me quiero
Tampoco vaya usted a pensar
Que me lo tomo a risa
Le quería recordar
Que yo no tengo prisa
Ya se que nos veremos
Jamas lo he dudado
No hay que apresurarse
Ya lo tenemos hablado
Vaya usted tranquila
No me eche usted de menos
Que al final un mal día
Sin remedio nos veremos.
Zapa.
Gracias Javi, “Zapa”, por compartir con nosotr@s tus ganas de vivir.