¡Alto! Hagamos un kit kat ¡ya! como en el anuncio del snack de chocolate, y ahora hablando en serio, qué cualquier día de éstos nos puede dar algo con tanto estrés... y con ello la salud inevitablemente se nos acabará marchitando.
Supera el estrés del Ama de Casa
3 MOTIVOS PARA SUPERAR EL ESTRÉS DEL AMA DE CASA
Tómate la vida con calma
Si no deseas llegar a los 50 años pareciendo una mujer de mediana edad de unos 120 años, jjeje ¡seguro que me entiendes! es mejor que te replantees la idea de disfrutar con los 50, la belleza de tener una cara y un tipazo de 25 años... así que no te quedará otra que tomarte la vida con calma, respirando profundamente y dejando la mente en blanco de vez en cuando. Cuando veas que la cosa se descontrola a tu alrededor, piensa en todo lo positivo que haces en tu día a día, sin olvidar lo que ya has realizado a lo largo de tu vida. Seguro que tu casa sin ti sería un auténtico desastre... y te lo digo yo. Eres el centro de tu familia, por ello eres indispensable e insustituible.
No te enfermes ¡Tú Salud es lo Primero!
No te enfermes
¿Sabes que el estrés también acaba con la vida de las personas? Siempre echamos la culpa al tabaco, a la contaminación, a la comida rápida... pero ¿y dónde dejamos el estrés? Este mal que nos debilita bajándonos las defensas, el que nos hace sentirnos deprimidos y tristes, el que disfruta quitándonos el aire que respiramos, el culpable de que no podamos dormir por las noches, el que nos oprime hasta hacernos sentir ansiosos y acaba enfermándonos. En definitiva, aquel villano que nos hace tener taquicardias, migrañas, dolores de cabeza, hombros, cuello... y todo ello lo digo de forma literal.
Duerme como una Princesa aunque sea en una columna, jejej
Duerme la horas que te hagan falta
Duerme todas las horas que tu cuerpo te permita, eso sí, no vayas a hacerle la competencia a la bella durmiente, porque recuerda que también tendrás obligaciones que hacer en tu casa o en tu trabajo. Haz las tareas cotidianas despacio, pero sin pausa. No te agobies pero haz esas cosillas que aunque no lo creas a la larga nos harán sentir bien.
Y si no, fíjate cuando te toca recoger la cocina después de un almuerzo o la cena ¡cómo está todo de sucio y desordenado! ¡Qué horror! ¿verdad? Pues, ahora friégala y mira a tu alrededor, incluso te sentirás bien por haberlo dejado todo tan limpio y brillante. Tómate las tareas de la casa como tu gimnasio particular, al menos de esta forma verás las tareas del hogar de forma más positiva... ¿no crees?
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