El estrés no siempre es malo.
Puede ayudarte trabajar más duro y motivarte a dar lo mejor.
Pero el estrés constante afecta, especialmente a las personas con esclerosis múltiple (EM).
El estrés desencadena un torrente de adrenalina y cortisol, causando problemas de salud, tales como rigidez muscular, fatiga, depresión, problemas de sueño y torpeza.
Como muchos signos de estrés se superponen con los de la esclerosis múltiple, el estrés crónico usualmente provoca que los síntomas de la esclerosis múltiple empeoren.
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El cuerpo reacciona de forma diferente bajo presión, pero hay señales comunes de advertencia del estrés para las personas que padecen esclerosis múltiple.
Estrés crónico y esclerosis múltiple
Algunas sugerencias para lidiar con ellas.
Rigidez muscular o espasticidad: Es la sensación de rigidez en las extremidades, uno de los síntomas más comunes de la esclerosis múltiple.
Músculos tensos, restricción en los brazos, piernas, espalda, músculos faciales y la mandíbula, también son un signo de mucho estrés.
Toda esta tensión muscular puede causar dolor, temblores, inestabilidad, desorden articulación temporomandibular (TMJ) y bruxismo (rechinamiento de los dientes).
Estos remedios pueden ayudar:
Yoga: Puedes reducir la tirantez y el dolor mediante ejercicios de estiramiento muscular y promover la relajación del músculo a través de la respiración profunda y la meditación.
Inmersión en un baño caliente libera la tensión muscular: Si además agregas sales de Epsom, que contienen magnesio, te ayuda a relajar la rigidez muscular.
Dolor de espalda: Sin lugar a dudas, el estrés puede ser el culpable de tu dolor de espalda.
Tener tensión en el cuerpo, a menudo, sin querer tensa los músculos de la espalda, que pueden terminar en dolor crónico.
Las muletas y andadores pueden empeorar las cosas porque, si se utilizan incorrectamente, pueden complicar el desplazamiento.
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En primer lugar, asegúrate de tener la ayuda de movilidad adecuada.
Y si el dolor de espalda aparece, descansar no es la solución.
La inactividad debilita los músculos que soportan la espalda, provocando más dolor.
Trata de hacer ejercicios adecuados para aliviar el dolor y reducir el estrés, como yoga (yoga en silla si sufres de limitaciones de movilidad) o caminar.
Un fisioterapeuta o un entrenador personal puede mostrarte cómo fortalecer los músculos base, un factor importantísimo.
Depresión: Más del 50% de las personas con esclerosis múltiple experimentan depresión significativa en algún momento.
Y como el estrés crónico aumenta el riesgo de depresión, reducir el estrés es vital en la lucha contra la EM.
Pero diagnosticar la depresión puede ser difícil en los pacientes con EM.
Los síntomas de la EM, tales como fatiga, pérdida de interés en actividades usuales, dificultad para concentrarse y aumento de peso o pérdida, se pueden superponerlos con los de la depresión.
Agravado el problema por el hecho de que los medicamentos interferón beta pueden aumentar el riesgo de depresión.
Si crees que podría estar deprimido, busca ayuda profesional.
Fatiga: EL 80% de los pacientes con EM experimentan fatiga.
Lasitud, una especie dominante de agotamiento específico para los pacientes con EM, puede hacerte sentir cansado incluso después de haber descansado bien por la noche.
Otras razones para la fatiga incluyen sueño interrumpido por los síntomas de EM, así como por los efectos secundarios de los medicamentos.
Pero la fatiga también puede ser un resultado y un síntoma de estrés.
El estrés sobrecarga las capacidades físicas y mentales llevadas al límite.
Para reducir la fatiga provocada por el estrés, dar prioridad a la lista de tareas y eliminar cualquier cosa que no sea esencial.
Resiste la tentación de exagerar, incluso cuando te sientas bien, o tendrás que pagar el precio al día siguiente.
Aumento de peso: Los pacientes con esclerosis múltiple que tienen movilidad reducida a menudo pelean la madre de todas las batallas.
Pero el aumento de peso también puede ser un signo de estrés inducido por EM, ya que cuando estás estresado la tendencia a comer en exceso y a buscar comida chatarra aumenta.
Para reducir el estresamiento, haz ejercicio todos los días, así quemarás calorías y obtendrás una ayuda inestimable a la hora de relajarte.
Además procura eliminar los alimentos que aportan escaso valor nutricional.
Trata de mantener un registro del estrés, los momentos y las situaciones durante las cuales te sientes estresado.
Puede ayudarte a aprender a evitar o controlar las circunstancias que te llevan a comer en exceso.
Falta de sueño: Si tienes problemas para dormir, puede ser un signo de estrés.
Los síntomas de la esclerosis múltiple, como los movimientos periódicos de las extremidades y las ganas frecuentes de orinar durante la noche, pueden interrumpir el sueño.
Así como los efectos secundarios de algunos medicamentos recetados para la EM.
Las preocupaciones también puede mantenerte despierta por la noche.
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Y luego está el círculo vicioso de estrés y el sueño.
La dificultad para dormir aumenta el estrés, lo que hace difícil dormir, y así sucesivamente.
Prueba estos consejos para reducir el estrés y mejorar el sueño:
La práctica del yoga, meditación y respiración profunda
Hacer ejercicio diariamente
Seguir un horario con disciplina a la hora de acostarte
No utilices el dormitorio para nada aparte de dormir o para tener relaciones sexuales.
Como siempre, cambios en el estilo de vida, es decir, en la dieta, en la actividad y a la hora de dormir, reportan beneficios sustanciales.
O al menos a nadie le han hecho daño.
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