El germen de trigo es la parte más tierna y nutritiva del grano. Se diferencia claramente del resto. Es un alimento muy rico y beneficioso para el organismo debido a diferentes motivos.
Es muy rico en vitamina E, es un buen regenerador de los tejidos, lo que ayuda a mantener la musculatura en perfectas condiciones, el corazón y las paredes de los vasos sanguíneos.
Posee un alto contenido en vitamina F o ácido linoleico el cual ayuda a equilibrar el organismo, ayuda a la asimilación de grasas, azúcares y proteínas.
Es una fuente de minerales como el zinc y el magnesio los cuales ayudan a mejorar el estado general de la piel, el pelo y uñas.
El germen de trigo tiene un alto contenido de fosfolípidos y ayuda a reducir la cantidad de azúcar y el colesterol en sangre.
También es rico en potasio, un elemento que ayuda a mejorar la circulación por medio de la regulación de la presión arterial. También se considera un buen protector contra enfermedades reumáticas.
Es muy rico en hierro, por lo que está indicado para los casos de anemia y hemorragias nasales.
Aporta minerales como el calcio, fósforo, magnesio, potasio y sodio. Tiene, además una alta concentración de ácido fólico o vitamina B9.
Tomar una cucharada al día proporciona la dosis recomendada de Omega 3, uno de sus componentes que beneficia nuestro cerebro.
Además, se recomienda durante el embarazo ya que previene las malformaciones en el feto.
Cómo consumirlo
El germen de trigo es un excelente alimento que puede y debe consumirse a cualquier edad. Si se encuentra en forma de copos o polvo, se recomienda tomar entre una y tres cucharadas para los adultos por día y la misma cantidad, pero de postre, para los niños. Se puede tomar en el desayuno mezclado con zumos, espolvoreado sobre ensaladas, junto con el yogur, la leche, o las sopas o formando parte de recetas de panadería. Se puede utilizar, además, como ingrediente en rellenos y tortillas, en albóndigas y hamburguesas.
Germen de trigo como cosmético
Por su alta concentración en vitamina E, esta vitamina llamada la “vitamina de la belleza”, colabora en el mejoramiento de nuestra piel, uñas, pelo así como retardando el envejecimiento por combatir a los radicales libres.
La forma más común de consumir el germen de trigo para fines cosméticos es mediante el aceite de germen de trigo.
Este aceite natural es muy abundante en proteínas, vitaminas, minerales y antioxidantes. Estos harán que mejore de forma muy apreciable el aspecto de nuestra piel.
El aceite de germen de trigo mejora la circulación de la sangre lo que hace que esta tenga un aspecto más saludable y joven.
Podemos añadir una cucharadita en el recipiente con nuestro limpiador favorito, lo que potenciará el poder desmaquillante e hidratará la piel. También podemos mezclarlo en nuestra crema hidratante en nuestro gel de ducha para obtener todos los beneficios en nuestra piel.
Previene las arrugas
El germen de trigo tiene propiedades antioxidantes que ayudan a mejorar la calidad de la piel, previniendo la aparición de arrugas y la piel flácida. Estos antioxidantes protegen a la piel de los daños de los radicales libres, lo cual es fundamental para evitar enfermedades tan graves como el cáncer de piel.
Salud del cabello
Pero por si fuera poco, el cabello también se ve beneficiado por las propiedades del germen de trigo mejora el aspecto del pelo seco.
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