Muchas abandonan la batalla en la primera sesión y recurren entonces a las cremas, geles, fajas, pastillas y en fin toda clase de trucos para adelgazar y tonificar, con tal de no regresar al gimnasio y entonces viene otro gasto, porque cada sesión cuesta "un ojo de la cara", se someten a la tortura de inyecciones, mantas y masajes con toda clase de aparatos eléctricos y de madera, que terminamos como un dálmata, con el cuerpo lleno de moretones.
Antes de comenzar cualquier plan para ejercitarnos es muy recomendable tener en cuenta, la edad:
En la adolescencia: actividad aeróbica. En esta edad de crecimiento no se debe trabajar con grandes pesos, para no sobrecargar los cartílagos y no crear dolores que alejen de la actividad.
Con la juventud, se inicia una nueva etapa llena de obligaciones, laborales, familiares que por lo general abandonamos toda actividad física, debemos idear plan muy organizado que incluya algún tipo de actividad y nos saque del sedentarismo.
Desde los 35 años comienza la flacidez y nuestro objetivo es prevenirla.
A partir de los 45 años nuestro objetivo debe centrarse en prevenir las enfermedades del corazón y la osteoporosis, sin olvidarnos de la flacidez
Ya desde los 60 o 65 años hay que realizar ejercicios moderados y evitar los que producen impactos como saltar o correr. Es recomendable andar en bicicleta, caminar y también realizar ejercicios contra la flacidez.
Creo que hemos probado de todo un poco, y al final debemos tener en cuenta que basta solo con una alimentación balanceada y ejercicio moderado, para que podamos tener un excelente estado físico sin agobiar nuestro bolsillo.
Siempre tenemos una excusa para no ejercitarnos y las únicas perjudicadas somos nosotras mismas.
QUE ESPERAS PARA COMENZAR?