Normalmente acudimos al médico cuando tenemos algún tipo de dolor, ya que suele ser el primer síntoma de que algo no está bien en nuestro organismo. Dolor de estómago, dolor de muelas… Suelen ser leves y no duran más de una semana. Pero en ocasiones, estos dolores pueden convertirse en un dolor crónico si este se extiende durante más de seis meses.
El problema del dolor crónico afecta al 20% de la población mundial, y en España a casi cinco millones de personas, mermando su calidad de vida. Pero para ello existen las Unidades del Dolor, dedicadas a intentar paliar las molestias de los enfermos con dolores crónicos.
?Qué es el dolor?
El dolor físico es la manera de cómo el cuerpo humano responde ante un golpe, una lesión, una operación, una herida, una enfermedad... Se produce, bien por la presión realizada sobre un nervio (es el ejemplo del dolor que produce un tumor), o bien por el corte de un nervio (como ocurre por ejemplo en una cirugía).Es cierto que en ocasiones es muy difícil averiguar la procedencia de un determinado dolor, pero lo que si está claro es que es muy difícil su medición. Esto es debido a que no todas las personas responden de la misma manera al dolor, ya que hay gente que tiene una mayor capacidad de resistencia.
Dolor crónico
Dependiendo de las características, se pueden clasificar en diferentes tipos de dolor. Por ejemplo, según su intensidad, tipo, periodicidad, localización, síntomas… Pero atendiendo a la duración del mismo, podemos encontrar:Dolor agudo: Se caracteriza por su corta duración. Lo normal es que afecte solo durante una o dos semanas, aunque puede llegar a extenderse un par de meses. Es fácilmente controlable y puede ser calmado gracias a la ayuda de determinados medicamentos. En este caso encontramos un dolor de muelas, una torcedura…
Dolor crónico: Su duración es superior a los 6 meses. Los medicamentos que se utilizan no tienen tanta efectividad sobre el dolor como ocurre cuando se trata de un dolor agudo. Los pacientes deben de utilizar terapias alternativas para intentar aprender a convivir con el dolor durante un largo periodo de tiempo. Podemos clasificar como dolor agudo, por ejemplo, el dolor provocado por un cáncer.
Unidades del dolor
En España, la primera Unidad del Dolor se creó en 1966 y suele tratarse de un servicio asociado a un hospital. Su misión principal es tratar aquel paciente con un dolor crónico, que ya ha sido tratado por otros especialistas, pero que debido a su gravedad o duración, no ha remitido y necesita de un tratamiento más específico.La Unidad de Dolor lo que busca es reducir lo máximo posible la intensidad de un dolor crónico, con la finalidad de mejorar la calidad de vida del paciente. Suelen estar gestionadas por anestesiólogos, psiquiatras y neurocirujanos, que trabajan junto a enfermeros, rehabilitadores y psicólogos, para dar un tratamiento lo más global posible.
A las Unidades del Dolor solo acuden pacientes en los que, tras varios tratamientos fallidos para paliar los efectos del dolor, el médico especialista decida que necesita un procedimiento más específico. Hablamos de pacientes oncológicos, con quemaduras, enfermos con migrañas, cefaleas, dolores artríticos, diabetes,…
Tratamiento
Además de medicamentos y anestesias, un enfermo con dolor crónico necesita una terapia. Las Unidades del Dolor buscan un tratamiento global, tanto para el paciente como para su familia. No sólo se intenta reducir el sufrimiento que produce el dolor, sino que psicólogos y psiquiatras buscan reducir el impacto que esta enfermedad supone, se proporciona una terapia ocupacional para reconducir el ritmo de vida del paciente, se enseñan métodos de relajación como la meditación y el yoga...Igualmente es necesario sesiones de fisioterapia y ejercicio. Luís Miguel Torres, jefe del servicio de Anestesia, Reanimación y Tratamiento del Dolor del hospital Puerta del Mar de Cádiz, explica que, aunque los pacientes padezcan dolor, deben permanecer activos, ya que “un buen control de la respiración y mantener la movilidad puede mejorar hasta en un 50% lo que es el tratamiento global del dolor”.
Actividades tan simples, como subir escaleras o caminar, de manera suave, puede ayudar a aliviar lo síntomas de un dolor crónico. En el caso de un dolor que limite esta movilidad, la persona enferma puede ayudarse en un familiar o tomar un analgésico antes de realizar la actividad.