Desde hace unos años han aumentado las referencias hacia unas sustancias químicas que alteran las funciones normales del sistema endocrino. Como manifestaciones de dichas sustancias, a las que se conoce como disruptores endocrinos, se observó la pérdida de la capacidad reproductiva de machos y hembras, alteraciones del sistema inmunológico y endocrino. Los seres vivos están expuestos a estas sustancias químicas por diversos medios como el profesional, el consumo de alimentos o por la contaminación del medio ambiente.
Algunos ejemplos registrados de los efectos de los disruptores se dieron en Florida donde el 80% de las águilas calvas eran estériles, en Inglaterra donde desaparecieron las nutrias o en el lago Ontario donde el 80% de los polluelos de gaviota morían incluso antes de nacer, o presentaban deformidades relacionadas con dioxinas.
En los seres humanos se observó que las hijas cuyas mujeres habían sido tratadas con algún disruptor endocrino podían presentar malformaciones o problemas oncológicos de vagina o cérvix. En algunos países como Dinamarca en varones en edad adulta (40-80 años) se triplicó la incidencia de cáncer de próstata así como la disminución del número de espermatozoides.
Los investigadores se dieron cuenta que estos sucesos que se daban alrededor de todo el mundo en animales y que no tenían relación aparente se debía a alteraciones en su sistema hormonal, el sistema endocrino, debido a la exposición de disruptores.
2.¿QUÉ SON LOS DISRUPTORES ENDOCRINOS?
Los disruptores endocrinos son un grupo de sustancias que interfieren en diferentes procesos como eliminación, producción o liberación de las hormonas naturales encargadas de mantener la homeostasis y regular procesos del desarrollo. Estos disruptores presentan diferencias tanto estructurales como de origen, pudiendo distinguir entre los naturales (derivados de animales o plantas) o los químicos que son los que mayor preocupación generan. Este tipo de sustancias se pueden encontrar en el agua, aire o suelos contaminados, por lo que su ingreso en el organismo es por vía oral, aspiración o difusión por la piel. El principal efecto de los disruptores endocrinos se centra en el aparato reproductor, tanto el masculino como el femenino.
Hay una gran variedad de disruptores endocrinos que día a día va sumando nuevos miembros. Se pueden clasificar principalmente en seis grupos:
Naturales: En este grupo se encuentran principalmente los fitoestrógenos, sustancias producidas por los vegetales que en los organismos animales ejercen de estrógenos. Estas sustancias pueden aparecer en diversos alimentos en pequeñas cantidades como la soja o el tofu.
Disolventes y lubricantes industriales: Este grupo está conformado por dioxinas que resultan de combustiones que implican cloro principalmente y puede encontrarse en determinados alimentos como las sardinas en lata. Los PCBs tuvieron gran utilidad en el sector industrial hasta que finalmente se prohibió su uso por los grandes inconvenientes para la salud, pudiendo producir cáncer de mama o incrementar el riesgo de diabetes infantil. Con respecto a la alimentación se puede encontrar en pescados grasos.
Plásticos: El bisfenol A está presente en una gran cantidad de objetos diarios como botellas de agua, cremas o tuberías de aire acondicionado. Este disruptor puede afectar a los sistemas reproductores, cerebro y sistema endocrino. Los flatos son sustancias que se utilizan para dar flexibilidad a los plásticos. Al igual que el anterior está presente en gran variedad de elementos como perfumes, lociones corporales, juguetes infantiles, cinturones o equipamiento médico. La reproducción se ve afectada por este tipo de disruptores, así como pueden alterar el metabolismo lipídico, o provocar alteraciones gastrointestinales, además se les ha clasificado como sustancias potencialmente cancerígenas.
Pesticidas y fungicidas: Más de la mitad de los pesticidas utilizados son además disruptores endocrinos, entre estas sustancias se encuentran el DDT (diclorodifeniltricloroetano)que está relacionado con el cáncer de mama, alteración de la función premenstrual y es sospechoso de estar relacionado con la pérdida fetal temprana; metoxiclor, insecticida que afecta al sistema inmune; clorpirifos, este insecticida provoca alteraciones en los receptores de acetilcolina del cerebro.
Metales: Los metales pesados como cadmio, plomo, mercurio, uranio o arsénico se incorporan a la dieta principalmente por la ingesta de animales grasos como los peces, debido a que estos habitan en zonas contaminadas debido a que las industrias depositan al mar dichos metales, además los podemos incorporar por la ingesta directa de agua contaminada. El mercurio produce toxicidad para el desarrollo neurológico y disminuye el cociente intelectual. Productos farmacéuticos: DES (Dietilestilbestrol) es un estrógeno sintético que se usa principalmente para disminuir el riesgo de aborto pero que esta relacionado con el cáncer vaginal o de mama así como malformaciones uterinas.
3. MECANISMOS DE ACCIÓN GENERALES
Actúan a dosis muy bajas, presentan distintos mecanismos de actuación. Una misma sustancia EDC tiene diferentes modos de actuación según la concentración a la que se encuentre y según el momento específico de desarrollo del tejido con el que contacten. Se han descrito diferentes formas por las que los disruptores endocrinos pueden alterar el equilibrio hormonal. Así, hay sustancias que pueden:
a)Mimetizar la acción de las hormonas: mediante la unión y activación de receptores estrogénicos-androgénicos (xenoestrógenos y xenoandrógenos). Existe una cantidad de receptores estrogénicos en tejidos como gónadas, hígado, cerebro y órganos sexuales accesorios. Muchos CDE pueden unirse y activar el receptor estrogénico presentando incluso efectos aditivos y/o sinérgicos con la consecuente acción más prolongada; es el caso del butilbencilftalato y del di-n-butilftalato que aumentan el efecto estrogénico natural. Otros CDE que utilizan esta vía son DDT (diclorodifeniltricloroetano, plaguicida), dieldrín, endosulfán, algunos PCBs (policlorobifenilos, contaminante orgánico persistente) y muchos fitoestrógenos que son compuestos químicos no esteroideos, que se encuentran en los vegetales pero son similares a los estrógenos humano. Estos que actúan como estrógenos se denominan estrógenos ambientales.
En caso del PCB, son sustancias organocloradas de muy alta estabilidad química, baja inflamabilidad y resistentes a la degradación térmica. Con estas características, fueron usados en aplicaciones industriales, y en particular, refrigerantes y lubricantes en equipos eléctricos cerrados, tales como transformadores y capacitores eléctricos. Las desventajas que presenta son que no son biodegradables, son muy persistentes en el ambiente y se bioacumulan en tejidos grasos. Los PCB pueden transportarse en el aire en forma de pequeñas partículas y depositarse lejos de su lugar de generación. No son solubles en el agua pero las partículas en suspensión quedan adsorbidas en los sedimentos del fondo de los ríos, lagos y mares. Al ser ingeridos por microorganismos y peces se acumulan en sus tejidos grasos, pudiendo llegar a través de la cadena alimentaria hasta el hombre. Son tóxicos a muy pequeñas cantidades, como las que pueden quedar en el entorno, afectan de forma grave al desarrollo sistema endocrino mimetizando a los estrógenos. Afectan también a la fertilidad, al desarrollo neurológico e inmune y está relacionado con cánceres de pecho, testículos y tiroides. Las etapas de exposición más vulnerables son la prenatal y postnatal, aunque los efectos pueden presentarse muchos años después e incluso en generaciones futuras.
b)Antagonizar la acción de las hormonas: unión sin activación del receptor estrogénico (actúan como antiestrógenos o antiandrógenos). Es el caso de dioxinas y PCBs como el fungicida vinclozina.
c)Alterar su patrón de síntesis y metabolismo, como el PBDE-99 (retardante de llama) que altera la síntesis de la hormona tiroidea (TH). También los PCBs y algunos pesticidas, como el Lindano y la Atrazina, pueden actuar sobre la ruta metabólica del estradiol, aumentando la concentración plasmática de dicho esteroide, impidiendo su síntesis, aumentando la velocidad de degradación, etc.
d)Modular los niveles de los receptores correspondientes, como el bisfenol A que interfiere en el receptor estrogénico: el BPA interactúa con los receptores de estrógenos y actúa como agonista o antagonista a través de las vías de señalización dependientes del receptor endocrino (ER). Su efecto como disruptor endocrino se basa en que tiene una estructura similar a la del agonista del receptor de estrógenos (ER), el dietilestilbestrol, y se une a los ER. Entonces, este mecanismo de acción se producirá a través de la modificación del número de receptores hormonales en la célula. El número de receptores hormonales en las células es un mecanismo de control complejo. Un CDE puede reducir o incrementar el número de receptores y, por lo tanto, afectar el estado de respuesta a las hormonas naturales o artificiales. Se pueden distinguir dos modos de acción de los CDE, denominando a estos compuestos como xenobióticos o xenoestrógenos-xenoandrógenos en base a su mecanismo de acción. Todo compuesto que modifique el proceso hormonal natural, a nivel de cualquier eje, estimulando o inhibiendo cualquiera de sus distintas etapas, es considerado en endocrinología toxicológica como un compuesto xenobiótico. Aquellos compuestos que interfieran directamente sobre el accionar de los esteroides sexuales como E2 y T, son denominados xenoestrógenos o xenoandrógenos.
Con la información dada anteriormente, se elabora una tabla con algunos disruptores endocrinos, su mecanismo de acción y algunos ejemplos de su impacto en la salud:
4 .PRINCIPALES ALTERACIONES FISIOLÓGICAS
Los disruptores endocrinos son capaces de entorpecer el correcto funcionamiento no solo del sistema endocrino sino de otros sistemas y funciones corporales básicas. Dependiendo de su estructura, pueden tener efectos adversos, por ejemplo, en la salud respiratoria, cardiovascular, metabólica, cognitiva, reproductiva o incluso en el desarrollo, desde la etapa prenatal hasta la edad adulta.
Los disruptores endocrinos pueden ejercer varias acciones sobre el sistema hormonal, derivadas de su capacidad de:
Mimetizar la acción de las hormonas endógenas.
Antagonizar la acción de las hormonas.
Alterar su patrón de síntesis y metabolismo.
Modular los niveles de los receptores correspondientes Entre los factores más preocupantes están su baja biodegradabilidad, el transporte a otros lugares por el aire o el agua y la bioacumulación en la cadena alimentaria.
Desde la década de los 70 se han ido registrando problemas derivados de la exposición no intencionada a disruptores endocrinos en humanos.
A partir de la evidencia científica se ha podido demostrar, que los disruptores hormonales pueden estar relacionados con efectos secundarios tales como trastornos metabólicos, efectos en el neurodesarrollo y la función tiroidea, efectos cardiovasculares, entre otros. Concretamente, pueden estar relacionados con:
Trastornos de la salud reproductiva de la mujer como infertilidad, pubertad precoz, etc.
Problemas en la función reproductora masculina tales como afecciones de próstata, pérdida de la calidad seminal, malformaciones congénitas del aparato reproductor
Trastornos metabólicos: diabetes u obesidad.
Enfermedades neurológicas como trastornos del comportamiento, déficit de atención e hiperactividad, enfermedad de Parkinson, etc.
Algunos tipos de cáncer como el de tiroides o de mama.
Trastornos cardiovasculares. Los periodos de exposición son especialmente críticos durante la formación embrionaria y la infancia, ya que son etapas en las que el organismo esta en formación y, por tanto, las hormonas actúan sobre el desarrollo, la diferenciación celular y la organogénesis de manera más contundente. La exposición a disruptores endocrinos durante estas etapas puede generar efectos negativos irreversibles en la salud del individuo que pueden manifestarse décadas después de la exposición.
En los adultos, los efectos suelen ser reversibles y disminuyen si se reduce la exposición. No obstante, es importante destacar que estos efectos pueden transmitirse a los descendientes mediante cambios epigenéticos.
4.1 EFECTOS SOBRE EL SISTEMA REPRODUCTOR MASCULINO
La exposición a disruptores endocrinos está relacionada con tres efectos que normalmente se consideran de forma conjunta:
1) Reducción de la capacidad reproductora manifestada por una disminución de la calidad del semen e infertilidad
2) Alteración del desarrollo fetal resultando en malformaciones congénitas del tracto urogenital como criptorquidia (no descenso testicular) e hipospadia (posición anormal de la apertura de la uretra)
3) Aparición de tumores de células germinales de los testículos.
Disminución de la calidad del semen
Estudios coordinados en varios países europeos muestran una continua disminución de la calidad del semen según el año de nacimiento, presentando los hombres más jóvenes peor calidad. Aproximadamente un 20% de los jóvenes en Dinamarca y Alemania tienen concentraciones de esperma por debajo del límite establecido por la OMS de 20 millones por ml.
Criptorquidia
Criptorquidia (no descenso testicular) es la malformación congénita más común en niños recién nacidos. Afecta a entre el 2 y el 4% de los niños, pero según estimaciones recientes puede llegar al 9% en algunos países. Se ha observado un incremento del riesgo de desarrollo de criptorquidia por exposición prenatal a DES, PCBs, bifenilos polibromados (PBDE), epóxido de heptacloro, hexaclorobenceno (HCB) y algunos plaguicidas, incluyendo DDT/DDE.
Hipospadias
La hipospadias afecta a entre el 0,2 y el 4% de los niños recién nacidos. La acción de las hormonas andrógenas es crucial para garantizar la adecuada ubicación de la apertura de la uretra en el pene. Al reducirse la cantidad de andrógenos la apertura de la uretra aparece por debajo del pene e incluso cerca del escroto.
Además, se ha informado sobre el sistema reproductor masculino, con la incidencia de criptorquidia y cáncer de tejido testicular que puede estar relacionado con exposición a disruptor endocrino. La exposición ocupacional a los pesticidas aumenta el riesgo de anormalidades morfológicas en el esperma de los trabajadores agrícolas, lo que incluye una disminución en el conteo de espermatozoides y una disminución del porcentaje de espermatozoides viables. Los pesticidas OP, como el paratión y el metil paratión, pueden disminuir la concentración de esperma al dañar el epitelio seminífero, mientras que se ha sugerido que la exposición a pesticidas afecta las glándulas seminales que también pueden reducir el volumen seminal.
4.2 EFECTOS SOBRE EL SISTEMA REPRODUCTOR FEMENINO
Como advierte Marta Massip, Directora de la especialización Fisiología y Estilos de Vida Saludable de la Mujer, las mujeres debido a sus características hormonales, a su mayor presencia de tejido graso y a sus roles profesionales y sociales suelen ser más vulnerables a la exposición a contaminantes hormonales. La exposición a disruptores endocrinos, especialmente durante el desarrollo uterino, parece estar relacionada con pubertad precoz, problemas durante el embarazo, cáncer de mama, endometriosis y síndrome ovario poliquístico.
De entre todos estos problemas, los dos últimos son los de mayor prevalencia en mujeres en edad reproductiva. El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una alteración del sistema endocrino. Se caracteriza porque las mujeres que la padecen pueden mostrar problemas de anovulación, problemas menstruales, infertilidad, hirsutismo, obesidad y síndrome metabólico. Diversos estudios ponen de manifiesto la relación entre la exposición a BPA y ftalatos.
En cuanto a la endometriosis, es un trastorno que se produce cuando el tejido uterino crece fuera del útero (generalmente en la cavidad abdominal) ocasionando dolor crónico pélvico e infertilidad. La exposición a EDCS, como el bisfenol A y B, ftalatos, plaguicidas organoclorados, dioxinas y bifenilos polibromados y policlorados, parece estar relacionada con el desarrollo y progresión de la endometriosis.
Igualmente se ha evidenciado un aumento de la infecundidad en las mujeres. Esta esterilidad está relacionada con la endometriosis.
Los compuestos disruptores endocrinos son de diferentes tipos, y los más populares son:
Los fitoestrógenos contenidos en la soja.
Los residuos de plásticos y pinturas.
Los plaguicidas como el DDT. Todos ellos poseen acción sobre las hormonas sexuales o las hormonas tiroideas. Consiguen almacenarse durante largos periodos de tiempo en nuestro cuerpo, concretamente, en el tejido graso.
Por ello, haber estado expuestos a estos productos en años anteriores logra perturbar consecutivamente a la fertilidad, al desarrollo del feto y a los lactantes, pues pueden pasar a través de la placenta y la leche materna.
Mecanismo de acción.
El sistema de hormonas de nuestro cuerpo es el que regula todo lo que ocurre en él, es decir, todas las respuestas fisiológicas del sistema. La reproducción de las personas tiene, por tanto, todo que ver con las hormonas. La zona cerebral que regula a las demás hormonas se llama hipotálamo, desde ahí se liberan dos hormonas que afectan directamente a nuestro aparato reproductor:
La FSH u hormona folículo estimulante
La hormona LH u hormona luteinizante Ambas hormonas afectan a la producción de las células reproductivas en los testículos y en los ovarios. Además, los testículos producen testosterona que hace que los hombres tengan caracteres masculinos secundarios. En la mujer, los ovarios producen estrógenos y progesterona que son fundamentales durante el embarazo y también en las características sexuales femeninas.
Como hemos comentado, los disruptores endocrinos son sustancias que alteran el funcionamiento adecuado del sistema endocrino u hormonal. Estas sustancias que alteran a las hormonas pueden hacerlo de diferentes formas:
Sustancias que imitan a las hormonas.
Sustancias que alteran el funcionamiento de las hormonas. Ambas formas de actuar hacen que el organismo no reciba los estímulos adecuados, produciéndose alteraciones y, por lo tanto, complicaciones en el proceso reproductivo. El problema es que todas las personas estamos expuestas, a veces sin saberlo, a sustancias químicas que son disruptores endocrinos y que causan multitud de problemas de salud.
Dentro de todos los disruptores que afectan a la salud reproductiva está el xenoestrógeno dietilestilbestrol (DES) que afecta a los estrógenos directamente. Esta sustancia se utilizaba en los años 50 y 60 para evitar abortos espontáneos y fue retirada en los años 70, porque se evidencio que producían muchas anomalías en los fetos de las niñas. Estas niñas nacían con displasia cervical, es decir, con un crecimiento anormal de las células del cuello uterino. Pero no solo eso, en algunas mujeres también se producía:
Hipoplasia vaginal.
Adenoma vaginal de células claras y malformaciones uterinas.
Irregularidades menstruales.
Disminución de fertilidad.
Embarazo ectópico
Abortos espontáneos.
Partos prematuros. Otros compuestos como los derivados de dioxinas y los bifenilos policlorados (PBC) que se producen en plantas de incineración y se liberan al medio ambiente, respirándolo animales y personas, producen:
Cáncer de mama.
Retraso en la edad de la menarquia o primera regla.
4.3 EFECTOS CARCINÓGENOS Y TERATÓGENOS
Los EDCs producen grandes consecuencias para nuestra salud que van desde modificaciones en el desarrollo del sistema neurológico , enfermedades metabólicas y la producción de cáncer. Hay suposiciones donde se defiende que los EDCs crean una alteración de la homeostasis del sistema endocrino . Además en varias fases de la carcinogénesis se postula que el inicio del tumor deriva en las sustancias químicas , considerando a los EDCs con actividad estrogénica como promotores tumorales.
Se apunta que el aumento de la incidencia en algunos tipos de cáncer ha sido debida a la exposición a los EDCs ya que estos son las principales sustancias inductoras de cáncer de elevado riesgo por las cualidades que presentan y por su poder de acción a diferentes niveles.
En los últimos años se ha producido un aumento en la incidencia de algunos tipos de cáncer , dicho aumento va relacionado con el aumento en el uso y liberación de forma masiva en el medio ambiente de miles de productos sintetizados por el hombre. Destacando una mayor incidencia en los tumores que están relacionadas con alteraciones en procesos hormonales.
Podemos destacar los tumores en órganos hormono-dependientes :
–Cáncer de mama: hay una mayor incidencia últimamente , siendo según la OMS el tumor más diagnosticado en mujeres. En cambio , en hombres, la incidencia es baja pero hay una tendencia ascendente que es muy preocupante.
Los factores de riesgo para la mujer tienen que ver con la reproducción , la genética y la exposición a los EDCs. Genéticamente algunas mujeres tienen mayor predisposición al heredar los genes BRCA1 y BRCA2 aunque la principal causa de este cáncer es debida a la alta exposición que tienen las células mamarias a las hormonas estrogénicas.
El cáncer de mama es hormono-dependiente, su desarrollo está muy relacionado con todos los EDCs, incluyendo bifenilos policlorados, hidrocarburos aromáticos policíclicos, dioxinas, furanos clorados y disolventes orgánicos. También influye la exposición a determinados metales como el cadmio o níquel y disolventes orgánicos como el benceno , que han ayudado a aumentar esta incidencia en los últimos años de padecer cáncer de mama y que está estrechamente relacionada con la entrada de la mujer en el mundo laboral.
También influyen productos cosméticos como parabenos, ciclohexanos, triclorosan, ftalatos y extracto de aloe vera. De este tipo de productos se han podido medir niveles en el tejido mamario debido a la constante exposición que tiene el ser humano a este tipo de sustancias por vía transcutánea.
-Cáncer de Ovario: Algunos de los EDCs estrogénicos o androgénicos pueden dar lugar a alteraciones endocrinas en los ovarios.
Estos disruptores funcionan a través de determinados mecanismos como la alteración de la expresión o actividad de las enzimas necesarias para su síntesis. Pueden alterar la expresión de los receptores de las hormonas y su capacidad para unirse a sus ligandos endógenos. Además ciertas sustancias químicas como los plaguicidas e hidrocarburos aromáticos pueden alterar la síntesis y el metabolismo de las hormonas sexuales esteroideas ováricas.
En el cáncer de ovario se han encontrado más receptores ERα en comparación con el tejido normal del ovario. En un estudio in vitro con células de cáncer de ovario el xenoestrógeno l bisphenol A (BPA), con estructura química similar 17β-estradiol (E2), posee un efecto estrogénico en la inducción de los genes de la apoptosis, ciclo celular y del cáncer .
-Cáncer de Próstata: Es de los tumores más habituales entre hombres y actualmente está aumentando su incidencia.
Las hormonas andrógenas tienen una gran importancia en su desarrollo, demostrándose que altos niveles de testosterona y su metabolito DHT elevan el riesgo para este tipo de cáncer.
La exposición a EDCs, sobre todo plaguicidas organoclorados y organofosforados, así como el cadmio y arsénico, están relacionados con su incidencia. Además, los estrógenos participan en el origen de la hiperplasia benigna prostática (HPB) y del cáncer de próstata por lo que el uso de antiestrógenos ayuda a tener ambos problemas controlados.
Concluimos en que tanto andrógenos como estrógenos desarrollan un papel importante en cuanto a la patogénesis del cáncer de próstata , esto es por los receptores ERα y ERß .
ERα desempeña propiedades proliferativas y ERß propiedades antiproliferativas.
-Cáncer de Testículo: Es el tumor maligno más habitual entre los hombres de 15 a 40 años.
Entre los factores de riesgo destacamos una disminución de la actuación de los andrógenos en la etapa fetal y además los riesgos por la exposición a varios EDCs órganoclorados, como son el DDT y el PCB.
También pueden ayudar al desarrollo de esta neoplasia el aumento de los niveles estrógenos endógenos durante la vida prenatal y las exposiciones posteriores a sustancias químicas estrogénicas ambientales.
-Cáncer de Tiroides: El cáncer de tiroides destaca en mujeres jóvenes de entre 15 y 44 años. La genética es un factor de riesgo importante pero aún asi el gran aumento que se ha producido en los últimos años no queda justificado con ello. Se considera que la exposición a sustancias químicas capaces de alterar el eje hipotálamo- hipófisis-tiroides contribuya al avance de la enfermedad.
Sabemos que diversos EDCs intervienen como anti hormonas tiroideas , lo que hace que varíe la disponibilidad de la hormona.
Los EDCs que guardan relación con el cáncer de tiroides son determinadas sustancias como el BPA, compuestos organoclorados, dioxinas, los PCBs, disolventes y plaguicidas .
5.CONCLUSIÓN
En los últimos años ha crecido tanto el interés como la preocupación por los EDCs sobre todo en cuanto a sus efectos sobre la salud humana prestándole una mayor importancia en su capacidad para producir cáncer.
Ya sabemos que tienen una elevada capacidad carcinogénica pero aún queda mucho por saber e investigar ya que es un problema que resulta un tanto engorroso. No se pueden resolver todas las incógnitas que tenemos en un plazo pequeño por lo que necesitamos un mayor conocimiento y observación para así poder poner soluciones a nivel preventivo y de tratamiento.
En primer lugar los métodos de prevención no son suficientes para poder proteger a los humanos y al medio ambiente porque muchos de ellos actúan de tal manera que es complicada su apreciación. Sería importante utilizar nuevos procedimientos de análisis químicos así como bioensayos con la finalidad de obtener un mayor entendimiento de los mecanismos de acción de los EDCs.
En estas investigaciones debe estudiarse la correlación entre el tiempo de exposición y la dosis para así comprobar los efectos de la exposición a sustancias químicas. Como medida preventiva para esquivar el riesgo debemos eliminar las sustancias de los lugares de trabajo. Además que estos contaminantes estén en el medio ambiente ocasionan problemas de salud por el tiempo de exposición que ayuda al progreso del cáncer.
Arias, M. P., Castro-Feijóo, L., Conde, J. B., & Cabanas Rodríguez, P. (n.d.). Una revisión sobre los disruptores endocrinos y su posible impacto sobre la salud de los humanos A review on endocrine disruptors and their possible impact on human health. https://doi.org/10.3266/RevEspEndocrinolPediatr.pre2020.Nov.619
Badia Tahull, M. B., Leiva Badosa, E., Colls González, M., & Llop Talaverón, J. (2018). Disruptores endocrinos en nutrición artificial. Nutricion Hospitalaria: Organo Oficial de La Sociedad Espanola de Nutricion Parenteral y Enteral, 35(2), 469–473. https://doi.org/10.20960/nh.1833
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