La disautonomía es un trastorno provocado por problemas en el sistema nervioso autónomo, cuya función es el control y la regulación de las funciones automáticas del organismo (como la temperatura, la presión y el pulso). Esta alteración hace que la persona no pueda desarrollar acciones con normalidad.
El doctor Christian Karmelic, cardiólogo de Clínica Las Condes, explica que la disautonomía se puede manifestar de muchas formas, siendo la más común la sensación de debilidad. “Los pacientes sienten la sensación de que se les acaba la energía, que al cuerpo le falta fuerza, sueño durante el día, en ocasiones cefaleas frecuentes”, indica el especialista.
Algunos episodios agudos se manifiestan por fatiga y debilidad de rápida aparición, náuseas, sudoración y en ocasiones pérdida de la conciencia, agrega. “Habitualmente luego de un episodio de pérdida de conciencia el paciente se recupera de a poco con mucha sensación de cansancio posterior”, dice.
Por compartir síntomas, suele ser confundida con otras enfermedades como la anemia, el hipotiroidismo, hipoglicemia e incluso depresión, por lo que cada paciente debe ser evaluado para descartar otras patologías antes de hacer diagnóstico de disautonomía. “El factor de riesgo más común es la historia familiar, es frecuente en personas más delgadas o puede aparecer luego de bajas de peso marcadas, por ejemplo, posterior a cirugía bariátrica”, sostiene el doctor Karmelic.
Manifestaciones clínicas de la disautonomía
Taquicardia: Incremento anormal en la frecuencia cardíaca, en especial al ponerte de pie.Desmayo
Los síntomas de la disautonomía se confunden fácilmente con depresión, fibromialgia, fatiga crónica, hipotiroidismo o hipoglucemia. A quienes sufren esta condición siempre los tachan de depresivos pero es que, literal, no tienen energía. Revisa los síntomas para que, si te checan, puedas diagnosticarte.
Siempre tienes sueño, sufres insomnio o, de plano, tu sueño no es reparador.
Sientes fatiga crónica; el cansancio excesivo ocurre después de mediodía.
Después de estar de pie un buen rato, sientes que te desmayas, te pones pálido y sudas.
Seguido sientes que “se te baja el azúcar”.
Tienes un aspecto pálido, cansado, párpados caídos (a algunos pacientes con disautonomía, por la poca expresión de la cara, se les diagnostica mal de Parkinson).
Las manos y los pies se hinchan si no te mueves por un largo rato, si caminas despacio o si hace mucho calor.
Los dedos de las manos se sienten duros y rígidos por la hinchazón y lo que necesitas es cerrar y abrir las manos repetidamente.
Eres superfriolento o friolero.
Te resfrías con mucha facilidad.
Sufres de presión baja (casi en todos los casos se presenta este síntoma)
Diagnóstico de disautonomía
Tienes que ir con un cardiólogo para que te haga:Historia clínica.
Examen físico para descartar otras condiciones.
Exámenes de laboratorio: radiografía de tórax, electrocardiograma, monitoreo electrocardiográfico Holter.
El diagnóstico se confirma con una prueba de inclinación en mesa basculante o Tilt Test: te ponen en una cama 15 minutos y te toman el pulso y la presión en diferentes posiciones
Tratamiento para disautonomía
No hay una medicina que te lo quite, pero sí hábitos que pueden disminuir la frecuencia con la que te da la crisis:- La más más más importante es mantenerte hidratado con dos o tres litros de agua al día.
- No debes estar de pie por mucho tiempo (si no tienes de otra, cada 20 minutos: cruza los pies, empina y suelta repetidamente, pon un pie delante del otro y después cambia de pie, agáchate como para abrocharte los zapatos, estira las piernas sobre una silla).
- Evita caminar despacio.
- Usa medias elásticas o calcetines elásticos con presión en el tobillo.
- Aumenta la sal en comidas, para mejorar el retorno venoso (solo si no tienes presión arterial alta o daño en el riñón).
- Te urge ejercicio aeróbico moderado: yoga, bici, baile, natación.
DATO: 8 de cada 10 que lo padecen son mujeres.
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