Paleodieta, crudivegana-vegana friendly, pegan, plant-based, gluten free, sin lácteos,… seguramente te parecerán raras tantas palabrejas, o quizás no, aparecen en las redes sociales a diario, y en muchos otros medios de comunicación. Buscamos una manera de estar sanos, de disfrutar de un peso equilibrado, de sentirnos vitales y equilibrados. La alimentación de antaño pertenece a antaño, ahora las nuevas tendencias se adaptan a los gustos y necesidades de cada persona y a los tiempos modernos para que consigas tus propósitos.
En estos tipos de alimentación se suele buscar tanto el placer al comer como que sean saludables, lo que facilita la consolidación de los hábitos y la disminución de la compulsión por comer propia de las dietas restrictivas.
A continuación plasmo algunos de sus puntos clave cuando lo que buscamos es salud, vitalidad y un peso sano:
El 60-70 % de la alimentación es vegetal (plant-based). Es decir, nos proveen de muchas vitaminas, minerales, fibra y otros nutrientes esenciales.
Se incluye la proteína tanto vegetal como animal en porciones adecuadas, y según nuestras apetencias personales (crudiveganas, veganas, vegetarianas u omnívoras).
Puedes tomar cereales y pseudo-cereales sin gluten como la quinoa, la avena sin gluten, el mijo, el trigo sarraceno o el amaranto. Hay que adecuar la cantidad de cereales sin gluten a la actividad y constitución de cada persona.
Ayuda a tener los azúcares en sangre equilibrados, ya que es un tipo de alimentación de baja carga glucémica por su carencia o poca presencia de harinas y carbohidratos refinados. Mantener equilibrados los niveles de insulina y glucosa en el torrente sanguíneo ayuda a mejorar la diabetes, el estrés, la ansiedad, la obesidad y el sobrepeso,…
Ayuda a manejar el ansia por comer, debido a la variedad de alimentos que la componen así como su poder nutricional y cualidades antiinflamatorias y reguladoras del azúcar en sangre.
Incluye ricas y saludables grasas vegetales procedentes de aguacate, frutos secos, coco, aceite de oliva virgen extra. Y de animales como del salmón salvaje y la carne de pasto.
Sin lácteos. Sobretodo lácteos de vaca. Debido a su contenido hormonal y antibiótico están asociados a intolerancias, alergias, generación de mucosidad, posibles ataques al sistema autoinmune, retenciones de líquido, y alteración del proceso digestivo.
Ayuda a reducir el colesterol y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Debido gracias a un tipo de alimentación antiinflamatoria rica en ácidos grasos esenciales.
Adelgazar y mantener un peso sano es un proceso integrativo
Para adelgazar y mantener un peso sano es necesario y recomendable realizar un proceso integrativo, es decir, afrontar este camino teniendo en cuenta no solo lo que comemos, sino hacer ejercicio, contacto con la naturaleza, aprender a afrontar emociones conflictivas o incómodas, así como manejar nuestros pensamientos.
La segregación de hormonas, y otros procesos, se ponen en marcha si estamos alterados. Comer alterad@ empeora el proceso digestivo, debido al incompleto proceso digestivo y a las consecuentes fermentaciones, pudiendo generar gases, retención de líquidos y grasas e inflamación intestinal.
“Pon atención no solo en qué comes, sino en cómo lo comes”
A parte de mejorar el proceso digestivo, comer en un ambiente y un estado sereno te ayuda a aumentar la sensación de placer mientras comes, mejora tu sistema inmunológico, y aumentas tu sensación de estar consciente y presente mientras comes. Es lo que se conoce como mindful eating. En este enlace encontrarás un artículo y un audio de práctica para comer con consciencia o mindful eating.
Fuente: este post proviene de Mentxu da Vinci, donde puedes consultar el contenido original.
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