Aunque el 80 % de las personas que acuden a la consulta de un nutricionista lo hacen para perder peso, un 10% de nuestros pacientes tienen serios problemas para ganar peso.
Estas personas, tienen mucha más dificultad que las primeras en alcanzar su objetivo y es conveniente que se pongan en las manos de nutricionistas con experiencia, pues es un camino que requiere paciencia, constancia y motivación.
Es importante ser consciente que la delgadez no implica salud, de hecho, se puede comprobar mediante una analítica de sangre.
El primer paso es hacer un diagnóstico diferencial de los factores presentes en el paciente que favorecen el bajo peso. Una vez que se tratan las causas, pasaremos a mejorar los hábitos alimentarios de la persona.
Situaciones que pueden derivar en bajo peso
Es importante la valoración y el diagnóstico diferencial de un nutricionista, pues en ocasiones el bajo peso puede derivar de:Un trastorno alimentario como anorexia, bulimia, vigorexia, etc.
Una convalecencia, gran quemadura o intervención quirúrgica previa.
Una malabsorción nutricional a nivel intesinal como la intolerancia a la lactosa.
Anemia, hipertiroidismo, Diabetes, intestino irritable u otras patologías que requieren tratamiento complementario.
Quimioterapia o radioterapia del tubo digestivo.
Entrenamiento físico intenso.
Alimentación deficiente por aversiones alimentarias o pobres habilidades culinarias o conocimiento sobre alimentación.
Anorexia o pérdida de apetito.
Por qué me cuesta engordar?
Estas personas comparten una serie de factores que dificultan la ganancia de peso:Gasto energético mayor de lo habitual.
Genética delgada.
Personas muy activas o nerviosas.
Personas que ante momentos de estrés sienten falta de apetito.
Se saltan comidas muchas veces de modo inconsciente.
Pérdida de apetito, a veces derivada de un tratamiento farmacológico o un proceso ansioso-depresivo.
Cuando sienten apetito a veces tienen hábitos menos sanos y consumen calorías en forma de alimentos ultraprocesados.
En qué consiste una dieta hipercalórica?
Las dietas hipercalóricas aportan entre un 20-40% más de calorías y permiten lograr un aumento de peso, gracias al equilibrio de todos los macronutrientes: carbohidratos, proteínas y grasas.Debe ser personalizada por un nutricionista y atender a las preferencias alimentarias, apetito, horarios, hábitos de la persona y patologías previas.
Se debe incrementar la presencia de hidratos en todas las comidas, pero siempre acompañados de proteína para favorecer el equilibrio hormonal.
Consume bizcocho casero, tortillas mexicanas, tortitas de maíz o de arroz, pan artesano, pasta, arroz y patatas a diario con salsas nutritivas.
Las proteínas suelen estar presentes en el rango de 1,2-1,5 g/kg de peso. Carnes, aves, pescados, mariscos, lácteos, huevos y legumbres deben estar presentes en tu día a día y en tus 5 comidas.
Si no te sientan bien las legumbres, puedes tomarlas en puré, recuerda dejarlas a remojo toda la noche para favorecer la digestión.
Para favorecer el correcto metabolismo energético es conveniente incorporar alimentos ricos en vitaminas hidrosolubles como la C (frutas y verduras, frescas y de temporadas) y sobre todo del complejo B (cereales integrales, semillas, huevos, lácteos enteros, etc.).
Cuando existe una pérdida notable de apetito, es importante no incrementar demasiado volumen de las comidas y no abusar de las grasas y frituras, porque retardan el vaciamiento gástrico.
En muchos casos es conveniente incluir algún complemento nutricional hiperproteico como Meritene en las meriendas, para aportar un extra calórico
Trucos para aumentar las calorías de forma sana
Reparte las calorías diarias en 6-7 comidas.
Aumenta gradualmente la cantidad de alimentos en tus comidas.
Educa el hábito de desayunar, comienza por una pequeña cantidad y vete incrementándola.
El cuerpo se habitúa en un plazo de 7-10 días.
Incrementa las calorías de tus recetas sin aumentar el volumen de tu plato.
Evita llenar el estómago con platos hipocalóricos (verduras, ensalada).
Puedes enriquecer las sopas y caldos con pasta y huevo cocido picado.
A las cremas le puedes incorporar leche en polvo, levadura de cerveza o un trozo de carne, pollo o pescado triturado.
Puedes tomar un plato único los días en que los nervios te cierran el estómago o estás más liado.
No improvises, ten a mano opciones de platos fáciles para cuando tienes menos tiempo o apetito.
Incluye proteína en todas tus comidas, así como grasas favorables (aceite de oliva, aceitunas, frutos secos, aguacate, semillas) y HC.
Consume a diario huevos y lácteos enteros: leche, yogur y quesos. Son proteínas de diseño que aportan calorías en poco volumen.
Consume entre horas bocadillos, con bastante cantidad de proteína magra (fiambres, queso de untar, salmón ahumado, tortilla, humus) y aceite de oliva o aguacate restregado
Haz una recena ligera.
Toma un vaso de leche entera antes de irte a dormir, que además favorece el descanso nocturno.
Evita temperaturas calientes ya que dificulta la digestión de los alimentos e incrementa su poder saciante.
Intenta descansar al menos 7 horas cada día.
Mejor ejercicios de tonificación para activar la masa muscular, no abuses del ejercicio cardiovascular. Si quieres hacer algún comentario sobre pescado de temporada, puedes dejar un comentario aquí o a través de nuestras RRSS, Facebook, Twitter, Pinterest, Instagram o nuestro Canal de Youtube.