Si desde ese Refugio al que he dado forma física pero que también significa ese lugar interior al que los miedos no pueden acceder, en el que tan solo hay conciencia pura, observador desapegado de la escena del momento presente.
En este lugar de silencio y calma escribí esta carta en estos días de finales de invierno y comienzo de primavera, ese encuentro entre el final de un ciclo y el comienzo de otro, igual que cuando meditas y observas tu respiración econtrarse en ese momento justo y fugaz entre inspiración y exhalación donde todo acaba y todo comienza o como esa ola que llega a la orilla y vuelve atrás en un ciclo continuo.
Y aquí me encuentro en lo que he bautizado como el Refugio del Alma. En medio del bosque, en un silencio solo roto por el rumor de un arroyo cercano y en la más absoluta oscuridad, con la única luz de un cielo lleno de estrellas?esos millones de estrellas que cada noche descubrimos cuando el sol se oculta por el horizonte, aunque realmente somos nosotros los que nos movemos, ya lo sabemos, pero preferimos pensar en el sol como ese compañero que nos da la luz cada mañana y nos deja en tinieblas cada noche.
Este post significa una nueva etapa de este blog. Tal vez con un giro algo más personal en alguna de las entradas. Pero claro está, sin perder el objetivo con el que nació: divulgar las técnicas de mindfulness para lograr una vida plena, como reza el slogan de la cabecera.
Una vida plena?plena de sensaciones, de emociones, de sentimientos, en el presente consciente. Es sorprendente como se puede pasar un tiempo de la vida sin percibir que precisamente eso, pasa delante de nosotros, pero lamentablemente, nuestra mente nos llevaba a otro sitio y nos quitaba presencia, nos restaba calidad a la experiencia, aunque en ese momento no nos dábamos cuenta.
Esa mente siempre buscando planificar, imaginar, viajar sin dejarnos ver lo que la vida nos traía en ese momento. Siempre deseando estar en otro sitio, en otra vida incluso?y dejando la nuestra, la única e irrepetible pasar, ¡qué pena! Si, repítelo internamente ¡qué pena! A lo mejor así te das cuenta que solo vives este momento.
Creo que nos hace falta conciencia de muerte, para tener conciencia de vida, no queremos acordarnos que esto alguna vez se acabará, nos da pánico solo pensarlo y por eso miramos a otro lado.
A mí me pasaba hace tiempo, lo confieso.
Despertar en la noche lleno de miedo, sin entender algo: que esto se acabe, algo a lo que mi ego, aferrado a la forma se resistía. Si, lo confieso, llegaba a llorar desconsoladamente, nada podía calmar esa sensación terrible de sentir que algún día me desconectaría o apagaría para siempre?eternamente?y luego vacío, silencio y oscuridad.
Y afortunadamente llego la ayuda a esa situación que yo no entendía y que me causaba tanta angustia. El camino interior, el encontrar ese lugar que siempre estuvo ahí, que yo mismo luego me he dado cuenta, de que tan solo en momentos fugaces a lo largo de mi vida intentaba aportar la luz que faltaba en ese mar de oscuridad, ese faro que a veces la niebla ocultaba, pero que realmente siempre estuvo ahí.
Pues en todos nosotros reside esa luz, puede que tu creas que no la tienes, que no la encuentras, pero tan solo has de confiar y soltar los apegos, los miedos, las creencias aprendidas y tu Ser interior aparecerá, brillante, con toda su luz y su fuerza para darte ese apoyo, seguridad, calma y amor que tanto has buscado fuera, en otros sitios, actividades o personas y que nunca has logrado encontrar.
Y es lógico, no puedes encontrar fuera lo que realmente está dentro de ti. Pero el ser humano se empeña en buscar todo eso que de forma global llamamos "felicidad" en el exterior por medio de posesiones, relaciones, sensaciones y placeres.
Y esto no quiere decir que no te puedas enamorar y vivir una extraordinaria experiencia con alguien o que no puedas disfrutar de las cosas de la vida como bienes o lugares, pero lo que no te servirá nunca eso es para llenar una sensación de vacío que percibes en tu interior.
Tan solo has de "despertar", volver a tu esencia y dejar toda esa fantasía continua que fabrica tu mente y que te dice que cuando "tengas esto" o aquello podrás ser feliz.
Despertar a la conciencia, a la atención al momento presente de forma que sientas que este es el mejor momento de tu vida, el único y todas esas cosas que crees que necesitas para ser feliz son tan solo una creación de tu mente, un pensamiento que puedes dejar ir, observar y dejar ir, como nubes en el cielo, nubes que pasan pero que no podrán tapar permanentemente la luz del sol que brilla detrás, el sol de tu conciencia, de tu esencia, de tu Ser interior.
¡Que seas feliz, ahora!
El artículo Desde el Refugio del Alma lo puedes encontrar en Reducir Estrés.