Somos seres espirituales que estamos en un viaje terrenal. El viaje del alma es en realidad un proceso de evolución. Por lo que pasamos por diferentes niveles o etapas de conciencia. Nuestra alma pasa por cinco etapas de evolución a través de la reencarnación. El objetivo de cada etapa que vivimos es que aprendamos lecciones importantes. Cada etapa nos da la oportunidad de crecer, aprender y madurar.
Tu personalidad según la edad de tu alma
Alma infantil o recién nacida
Se conoce un alma infantil cuando sus necesidades inmediatas giran en torno a la supervivencia de experiencias crudas e intensas. Carecen de comprensión social y pueden cometer actos antisociales o inmorales sin ninguna culpabilidad. Pueden tener algún tipo de trastorno y actúan por impulso.
Almas bebé
Contrario a las infantiles, éstos piensan mucho sobre sus acciones. Sus vidas se centran en la seguridad, las reglas y el orden. Necesitan que les indiquen qué hacer y cómo hacerlo. Son muy conservadores, moralistas, muy devotos en cuanto a la religión. Son muy firmes en sus creencias y si encuentra alguien que los confronte, reaccionan con hostilidad. Pueden llegar a matar por esas creencias. Se resisten al cambio, rompen reglas aunque eventualmente la culpa los tortura. Para ellos el mal comportamiento es pecado, sin preguntarse por qué motivo lo es. Tienden a ser personas obsesivas con la limpieza y los gérmenes.
Almas jóvenes
Luchan por posiciones de prominencia y riqueza ya que les atrae la fama y el poder. Estas almas suelen ser extrovertidas, mundanas, ambiciosas, competitivas e individualistas. Ven todas las situaciones como que siempre tienen la razón ya que están cien porciento seguros que su forma de ver las cosas es la más correcta. De todas las almas, son los que más le temen a la muerte, les causa ansiedad el no saber qué les sucederá. Cuando tienen una crisis buscan ayuda profesional. Se cree que en la actualidad el mundo está habitado por seres con almas jóvenes que están en los últimos niveles. Está centrado en su cuerpo físico y la apariencia.
Almas maduras
Las almas maduras son más reflexivas y sensibles. Se caracterizan por ser empáticos hacia los demás ya que no tienen una conciencia egocéntrica. Rechazan las mentes estrechas y su filosofía de vida se basa en pensar que "Todo depende del cristal con que se mire". Buscan la autocomprensión a través del arte, la espiritualidad, la psicología o la filosofía. Son propensos a cuestionar todo, incluso a ellos mismos.
Almas viejas
El tener cierto grado de profundidad, seriedad y sabiduría son algunas características de un alma vieja. Se les considera almas relativamente tranquilas, que no tienen ataduras sociales, ni problemas aparentes. Se rebelan en contra de las leyes, los sistemas o las instituciones, ya que no lo ven como algo correcto. Pueden tener habilidades síquicas o sanadoras. Han aprendido a no cuestionarse sobre el por qué de las situaciones que les pasan en su vida, sino que analizan el para qué sucedió y buscan la enseñanza que hay que aprender.
Señales para saber si eres un alma vieja
Eres de los que piensan mucho, siempre estás buscando un significado más profundo al mundo que te rodea.
Disfrutas mucho de la soledad y no por eso te sientes solo. Aprovechas esos momentos de tranquilidad para reflexionar sobre tu vida y tratas de comprender él por qué de todo.
Encuentras placer en las cosas más simples de la vida; escuchar el cantar de las aves, sentir el viento en tu cara, ver el amanecer o mirar las estrellas.
Entiendes que los problemas que enfrentas diariamente son una lección de aprendizaje.
No te afanas por las posesiones materiales.
Disfrutas expresarte a través de la escritura, el arte o la música.
Puedes confiar en tu instinto, del cual en muy pocas ocasiones sueles equivocarte. Por lo general tienes esa "sensación" de conocer a las personas más allá de lo que demuestran.
Disfrutas de la compañía de tus amigos, aunque estás más a gusto con tu propia compañía. Te gusta la soledad, pero sabes la diferencia de estar solo y sentirte solo, que no es tu caso.
Muchos se sienten inclinados a conversar contigo, aún sin conocerte. En unos minutos pueden contarte toda su vida como si te conocieran de años.
Tienes la sensación de que no perteneces a este planeta, que vienes de algún otro lugar. Ya no te sientes a gusto con tanta violencia que ves en el mundo. Piensas que la vida no debe ser así.
Por tu empatía hacia los demás, muchos buscan tu consejo. Incluso confiesan sus más íntimos secretos, ya que te ven como alguien confiable e incapaz de juzgarlos.
Disfrutas de los momentos de tranquilidad y silencio. Puedes estar horas frente al mar simplemente viendo las olas ir y venir. Cuando estás en un ambiente bullicioso, prefieres escapar a un lugar más tranquilo.
Así que dime... ¿En qué etapa está tu alma?
Fuente: este post proviene de Cuerpo y alma en recuperacion, donde puedes consultar el contenido original.
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