En este tema no vamos a tocar técnicas complicadas o muy complejas. Lo mejor es lograr la conservación de manera sencilla pero eficaz. Lo más importante es poder usar las herramientas que tienes en casa y las técnicas que mejor se te faciliten. Tal vez vienes haciendo las cosas bien o mal y sin saberlo. Sácate la duda a continuación.
Conservar bien los alimentos es sinónimo de salud
Puedes entender este proceso como tip, truco, consejo o técnica. Lo importante es aprender y tener información veraz y exacta:
1. Conservación de carnes
Una regla universal es que, si no vas a usar la carne pronto, la conserves en pedazos grandes y enteros.
Envuelve siempre tus carnes en papel manteca, no uses ni aluminio, ni papel, ni plástico. Corta la carne solamente al momento que vas a consumirla. Si tienes que conservarla por mucho tiempo, pues en las mismas condiciones anteriores guárdala en el freezer o congelador.
Muchas personas eliminan la grasa para conservar mejor la carne, pero si la vas a congelar no hay ningún problema.
El pollo es un tema aparte. El mejor consejo es no tratar de conservarlo porque en cualquier situación habrá cambios en olor y sabor.
El pollo es un tipo de carne que debe comprarse y consumirse el mismo día o al siguiente. Sin embargo, si ya es una necesidad su conservación debes tener un freezer, no un congelador. Lo anterior, porque el primero logra un frío capaz de conservar mucho mejor.
Los pescados antes de ser almacenados deben lavarse muy bien con agua salina. Luego, lo ideal es secarlos al máximo con ayuda de servilletas de cocina. Para guardarlos puedes usar bolsas ziplot tipo herméticas, congelarlos y consumirlos máximo a la semana. Un truco para que no se seque esta carne es guardar el pescado junto a un paño húmedo.
El pescado tiene un olor invasivo, así que siempre debes tener una sección especial en tu refrigerador solo para almacenarlo. Aléjalo de otros productos como lácteos, verduras y frutas.
2. Conservación de frutas
Para las frutas ten en cuenta:
Cuando guardes la mitad de una fruta siempre va a tomar un color oscuro. Puedes evitar lo anterior untando la parte cortada con un poco de limón. Además, esto le dará un rico sabor.
Al almacenar una fruta siempre debes dejarle un punto de respiración. Esto quiere decir que no la encierres en una bolsa o recipiente. Déjala suelta en el refrigerador o en un táper sin tapa. Una fruta necesita del oxígeno para mantenerse fresca.
Muchas veces harás ricos postres con frutas. Por lo general, estas frutas se cocinan. Solo en estos casos debes guardar estos postres con frutas de manera hermética y no abierta. De lo contrario, estas frutan tienden a absorben el olor y sabor de otros alimentos y créeme, no sabrán bien.
Antes de guardar una fruta en el refrigerador, trata siempre de conservarla mejor en la temperatura ambiente externa. No hay fruta más rica y sana que la que tiene la temperatura sin modificar. Lógicamente, a veces los fuertes veranos, y la madurez de la fruta, te demandará una conservación en el refrigerador.
Congelar fruta directamente no es recomendable. Perderá su sabor y algunas propiedades nutricionales.
Cuando aparezca la más mínima señal de moho, es mejor no consumir la fruta. Puede ser un elemento tóxico devastador para tu organismo.
3. Conservación de verduras
Las verduras son ingredientes muy versátiles a la hora de conservar:
Una idea que además de ser útil es muy rica, es almacenar verduras en envases de vidrio. Puedes cortar la verdura que quieras y meterla en un envase de vidrio con aceite, especias y un poco de vinagre. Si adicionalmente la pre cocinas, puedes lograr una exquisita conserva que podrás acompañar con panes, galletas o carnes.
Las verduras de color verde deben guardarse en la parte menos fría del refrigerador. Esta será la que esté más alejada del congelador o freezer.
En el caso de verduras compactas como papas, batatas, remolachas y zanahorias, no necesitaran refrigeración. Eso sí, debes colocarlas en un lugar fresco pero sin ninguna humedad.
Las cebollas son ingredientes que deben guardarse aparte de todo. Lo anterior, evitará que los otros alimentos se degraden más rápidamente.
Así como la frutas, las verduras no deben congelarse porque pierden color, sabor y nutrición.
4. Envasados al vacío
Esta es una técnica muy efectiva para prolongar la vida útil de un alimento. Por lo general, el proceso es de tipo industrial y necesita de una maquinaria especial. Pero también existen envasadoras al vacío caseras que puedes adquirir para facilitar mucho el proceso.
Aquí te contamos una forma más sencilla que puedes probar en casa:
Toma una bolsa ziplot con cierre hermético del tamaño suficiente para que el alimento que quieras guardar entre muy bien.
Mete el alimento que puede ser un pedazo de carne grande.
Cierra la bolsa dejando sin cerrar una pequeña abertura.
Sumerge esto en una fuente con mucha agua. Verás como el aire que sobra al interior se irá yendo de a poco.
Cuando veas que todo el aire salió, cierras esta bolsa completamente y sin que quede ni una sola ranura abierta.
Ya tienes tu alimento guardado al vació, ahora almacénalo en el lugar idónea acorde a los parámetros anteriores.
Conservar los alimentos que consumes tú y tu familia es parte de la salud y la nutrición. Prueba todos estos consejos y técnicas para que sepas cuál te funciona mejor. ¡Anímate a experimentar en casa!