1. Limpia tus dientes después de cada comida
No esperes tanto tiempo después de comer para cepillarte, pues mientras más prolongas la limpieza, más oportunidades de que se forme placa difícil de remover.
Hay personas que se lavan los dientes antes de desayunar, pero no después. Esto es más una cuestión cultural, pero solo con ponerle un poco de lógica te darás cuenta que las cosas son al revés. No quieres quedarte con todos los residuos del desayuno en los dientes.
Lo peor que puedes hacer es acostarte sin cepillarte los dientes. Trata que esto no suceda nunca, de lo contrario puedes desarrollar cálculos de grasa generalmente tras la boca. Y estos son extremadamente fétidos.
2. Haz una limpieza profunda seguido
Por lo menos cada semana, cepíllate los dientes sin apuro. Si tienes brackets, usa cepillo interdental. Termina el cepillado con hilo dental y enjuague.
Esto previene que se formen placas más duras que luego requieran atención profesional de limpieza.
3. Aliméntate mejor
La alimentación es fundamental para tener un buen aliento. Por más que cuides de la limpieza de tus dientes, si te alimentas de forma que procures un mal aliento, lo tendrás.
Algunos alimentos que deberías evitar lo más posible son las que requieran de muchos jugos gástricos y tiempo en ser digeridos.
Entre ellos por supuestos están las carnes, sobre todo si tienen mucho condimento como el ají.
Los quesos tampoco son una buena idea, sobre todo los maduros.
Aunque el ajo es muy saludable, si vas a tener una cita, no te recomiendo que te comas un ajo antes. Lo mismo con la cebolla.
Procura comer bien, vegetales, ensaladas, pocos carbohidratos y más proteína vegetal.
Fuente: https://comoquitarelmalaliento.pro/