La chufa es el tubérculo comestible que proviene de la planta herbácea Cyperus esculentus, es de color marrón por fuera y amarillento por dentro.
Su uso más conocido es para hacer horchata, pero también se puede comer seca, asada o cruda; incluso se puede llegar a hacer harina y cerveza, pero estos productos no son tan comunes.
Propiedades de la chufa
El valor nutritivo de este superalimento es muy alto, pues contiene enzimas importantes para nuestro organismo, proteína vegetal, vitaminas C y E, minerales como calcio, fósforo y magnesio, grasas como el omega 9, entre otros nutrientes como carbohidratos y fibra soluble.
La chufa tiene muchas propiedades beneficiosas. Desde hace muchos años se utiliza en la medicina tradicional china para tratar dolores de estómago e hígado. Y es que se le atribuyen muchos vienes curativos como la capacidad de aliviar el dolor de pecho y abdomen, dolores menstruales y premenstruales, y distensión epigástrica.
Además se dice que es capaz de proteger el sistema cardiovascular, estimular el inmunológico, potenciar la acción de los probióticos, evitar la anemia y detener la descomposición.
No contiene gluten, ni fructosa ni lactosa, por lo que personas intolerantes a estos elementos pueden tomarla. También está indicada para personas con ardor de estómago, con hipertensión, o con diabetes.
¿Cómo tomarla?
Como hemos dicho anteriormente, su uso más conocido es el de la horchata de chufa, pero también se puede tomar harina de chufa (para hacer horchata y luego pasteles, galletas o magdalenas de chufa) o el tubérculo crudo. Sus beneficios nutricionales son bienvenidos a cualquier momento del día, y tomar una cantidad moderada diariamente permite adquirir también sus propiedades medicinales.
Feliz Viernes
Fuentes:
Eco agricultor
Wikipedia