Daniela, que nació en Concepción, obtuvo un logro histórico para Chile. En el año 2016 se coronó campeona mundial de baile la World Latin Dance Cup, un evento que se realiza en Miami. Participó con su pareja de danza y gran amigo, Óscar Sanhueza. La categoría en la que se impuso fue la de WheelChair Ballroom Dance, es decir, de baile para personas con capacidades diferentes.
Cada vez que habla de eso, a Daniela se le ilumina el rostro. A leguas se le ve que adora bailar y que disfrutó de ese evento como ninguna. Y es que ella es una total apasionada por todo lo que hace. Se estremece con cada proyecto, con cada logro. Mostrar su arte le produce cosquillas en el estómago y la competencia saca a relucir ese temperamento arrollador que la caracteriza.
La historia de Daniela
Daniela nació con una discapacidad. Padecía de mielomeningocele, que es una deficiencia en el tubo neural. En este hay un desprendimiento medular entre las vértebras. El efecto que tiene esto es que los huesos de la columna no se desarrollan completamente. Al comienzo, esto no era muy visible, pero con el tiempo comenzaron a aparecer otras dificultades mayores.
Cuando Daniela era apenas una adolescente, descubrieron que tenían un tumor en la médula. La trataron con métodos especializados, pero finalmente no hubo más remedio que hacerle una cirugía. Esta se practicó cuatro años después de que se hizo el hallazgo.
La extracción del tumor hizo que Daniela no volviera a sentir sus piernas. Para recuperar la sensibilidad tuvo que pasar tres años en terapia. Así logró volver a tener sensaciones en las piernas, hasta las rodillas. Sin embargo, no cuenta con la fuerza suficiente para caminar. De hecho, el acto de caminar podría causar un corte en la médula. En el caso de ella, esta es muy frágil.
El encuentro con el baile
Desde temprana edad Daniela se vinculó con Teletón. Allí se dio cuenta de que se sentía muy atraída por los deportes y la actividad física. Comenzó a practicar tenis y esto fue maravilloso para ella porque por fin logró sentir una identidad propia. Después se encontró con la danza. Allí conoció a Óscar Sanhueza, quien era su maestro en un taller de baile de salón. Ella se sintió más atraída por la ciclo danza y permaneció ocho años en esa disciplina.
Sin embargo, Daniela nunca perdió el contacto con Óscar. Él se fue a España a estudiar diferentes aspectos de la danza y cada vez que volvía a Chile él daba exhibiciones a las que ella asistía. Por fin decidió adentrarse en el mundo del baile latino y Óscar se convirtió en su pareja.
Comenzaron a ensayar y se fijaron la meta de participar en el World Latin Dance Cup de Miami. Cubrieron todos los gastos de su propio bolsillo, haciendo un esfuerzo enorme. Valió la pena porque llegaron, encantaron y ganaron. En 2017 asistieron de nuevo y esta vez se quedaron con el segundo lugar. Nada mal para un evento que reúne a lo mejor de la danza en el mundo.
Una mujer versátil
Recientemente Daniela formó parte de un espectáculo musical llamado “Tar”. Fue todo un éxito. El público no dejaba de sorprenderse cuando la veía en escena, haciendo su papel con el mayor profesionalismo. Buena parte de la prensa destacó su gran actuación en ese exitoso musical.
Sin embargo, esta mujer es toda una caja de sorpresas. No solo se contentó con ser una extraordinaria bailarina, sino que también se ha desempeñado como modelo de ropa interior. Ella es una de esas personas que constantemente tienen a la mano el “¿Por qué no?” Trabajó al lado de Paula Labra, dueña y fotógrafa de la marca “LoveLust”. Entre las dos hicieron un magnífico trabajo que dio por resultado unas imágenes maravillosas. Daniela demostró que discapacidad y sensualidad sí pueden ir de la mano.
Actualmente Daniela es campeona mundial de salsa en silla de ruedas, capitana de la selección nacional de básquetbol paralímpico y bicampeona de ese deporte con su equipo. También trabaja en una empresa de recursos humanos, realizando charlas de motivación y sensibilización en torno a la discapacidad. Es una de esas personas que no esperan a que las cosas le caigan del cielo, sino que lucha cada día por alcanzarlas. Daniela es otro ejemplo de que todo es posible.