¿Qué produce el baile en nuestro organismo?
Podemos encontrar varios aspectos fisiológicos que pueden modificarse en adaptación al baile y que podría resultar en un beneficio para nuestra salud (1):
Aumenta el gasto cardíaco lo que implica que en cada sístole haya más sangre circulando por nuestro cuerpo. ¿Cómo es eso posible? El ejercicio provoca una vasodilatación de los músculos que se utilizan lo que hace que haya más sangre disponible en el propio músculo y en el torrente sanguíneo el cual hará su paso obligatorio por el corazón que lo expulsará nuevamente al resto del organismo a través de las arterias que salen de él.
Cuando somos novatos en el baile, nuestra frecuencia cardíaca aumenta con el ejercicio. Pero una vez que seguimos practicando, el cuerpo se va adaptando a estas exigencias y la frecuencia cardíaca disminuye.
Hay un mayor y más rápido intercambio de oxígeno entre los diferentes tejidos así como la expulsión de detritos de los mismos.
Los músculos se fortalecen.
La glucosa se introduce dentro de los órganos, lo cual puede beneficiar a personas con diabetes. Estimula la enzima AMPK que también favorece la entrada de la glucosa a nivel celular.
Incrementa el metabolismo en general. Nos hace perder calorías.
Disminuye la tensión arterial, puede ser una buena actividad para los hipertensos.
Mejora la estética y el tono muscular.
Mejora el humor y las relaciones sociales.
Nos puede ayudar a mejorar o eliminar otros malos hábitos que tengamos.
¿Qué previene el baile?
El baile se basa, generalmente, en una serie de movimientos con cierto orden. El hecho de tener que aprender esa serie de movimientos de memoria ha hecho que el baile se promulgue como una actividad activadora de la memoria; sin embargo en la última Revisión Sistemática de la Cochrane, Dance movement therapy for dementia, no se pudo llegar a conclusiones en cuanto a su utilidad en la Demencia (2).
Lo que sí resulta curioso es que se ha visto que el baile, realizado de forma rutinaria y prolongada en el tiempo, es capaz de inducir un cambio en nuestra plasticidad neuronal y afectaría tanto la sustancia blanca como la gris (3). Lo que no queda claro a día de hoy es lo significativo de ello.
En cuanto a la Depresión, tampoco hay conclusiones firmes sobre su utilidad (4). Sin embargo, el baile puede resultar muy divertido y puede ayudar a relajarnos.
El baile puede proporcionar equilibrio y fuerza lo cual la hace una actividad muy recomendable para personas de la tercera edad (5) o personas con problemas de equilibrio como enfermedades neurológicas.
¿Todo el mundo puede practicar baile?
En principio, sí. Pero es recomendable un chequeo médico previo según nuestra condición física y si tenemos alguna patología que podría ser un impedimento o una limitación para dicha actividad.
Un asesoramiento personal sobre ello siempre es positivo, por eso #hablalocontumedico.
Bibliografía
1. Ferrer MR. El baile como medio para mejorar la condición física y la salud. In: Gustems J, editor. Arte y bienestar Investigación aplicada. Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona. Barcelona; 2014. p. 1039.
2. Karkou V MB. Dance movement therapy for dementia. Cochrane Database Syst Rev [Internet]. 2017;3(2). Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28155990
3. Karpati FJ, Giacosa C, Foster NE, Penhune VB HK. Dance and the brain: a review. Ann N Y Acad Sci [Internet]. 2015;1337:1406. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25773628?log$=activity
4. Karkou V, Meekums B, Nelson EA. Dance movement therapy for depression. Cochrane Database Syst Rev [Internet]. 2015;19(2). Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25695871
5. Ramírez Manent, JI; Sarmiento Cruz, M; Ramírez Gallegos, I. Ejercicios de equilibrio. Actividad física adaptada a la edad. Elsevier E. Elsevier España, S.L.U; 2017. p. 18.