"La danza oriental mejora nuestras vidas"
Esta segoviana es una enamorada de la danza oriental desde que era pequeña, cuando su madre le descubrió un nuevo mundo al regalarle un traje de bailarina azul lleno de lentejuelas que usaba para disfrazarse. A pesar de tener una carrera universitaria, ha dedicado toda su vida a aprender y perfeccionar su baile, que desde hace años enseña en el Ayuntamiento de Leganés.
Pregunta: ?Desde cuándo llevas practicando la danza del vientre?
Respuesta: Mi primer contacto lo tuve cuando era muy pequeña. Mi madre viajó a Egipto y volvió contando maravillas y con un montón de regalos que cambiaron mi vida para siempre. Me trajo un vestido de bailarina azul lleno de lentejuelas de colores que me ponía siempre al volver del colegio, unos vídeos de baile y unos casetes de música árabe que mi hermana y yo llegamos a aprendernos de memoria. La cara de estupefacción de nuestros amigos (años 80, en Segovia) cuando nos escuchaban cantar hacía que nos muriéramos de la risa.
Pasó mucho tiempo hasta que por fin pude asistir a una clase normal de danza árabe y supe que, por fin, había encontrado mi lugar. !Gracias Yhemel! Es curioso, porque soy licenciada en publicidad, sin embargo jamás me vi trabajando en una oficina. De pequeña, cuando me preguntaban qué quería ser, siempre respondía que profesora y bailarina. !Las vueltas que da la vida!
P: A grandes rasgos, ?cuáles son los beneficios más destacados de este baile?
R: La danza oriental mejora nuestras vidas ayudándonos tanto a nivel físico como psicológico. A nivel físico, la danza es de gran ayuda para vencer los dolores de espalda, las menstruaciones dolorosas y el estreñimiento. Pone en forma nuestro corazón y fortalece todo el cuerpo, las piernas se contornean, los glúteos se endurecen, los brazos se fortalecen, se mejora la postura, el busto se reafirma y se afina la cintura.
A nivel psicológico, los avances de las alumnas son siempre asombrosos, puesto que se solucionan muchos complejos y se refuerza la autoestima. Las chicas se sienten mucho más sensuales y descubren que todas son preciosas a su manera. Si hay algo con lo que disfruto es viendo a un montón de mujeres muertas de la risa jugando otra vez a ser princesas, vestidas de brillos, con faldas vaporosas y olvidándose por un momento de esta sociedad, que les exige ser perfectas y les dice que ya no tienen derecho a perder la compostura ni un instante. En las clases, amas de casa, doctoras, funcionarias vuelven a soñar con ser bailarinas, como cuando eran niñas.
P: ?Está recomendado para todas las mujeres?
R: Por supuesto, la danza oriental es un ejercicio de bajo impacto recomendado a mujeres de cualquier edad aunque nunca hayan hecho deporte antes. Asimismo, sí es necesario que la monitora sepa indicar la postura correcta para el baile y realice ejercicios de calentamiento antes de la clase y de relajación después. La enorme demanda de este tipo de clases está disparando la aparición de desaprensivos que únicamente buscan el dinero fácil y no se preocupan de enseñar, además de desconocer cómo transmitir la rica herencia cultural que representa este baile.
Si acudes a clases debes sentirte a gusto, si sientes dolores o te encuentras incómoda debes comunicárselo a tu profesora, que debería saber cómo solucionar tu problema. Hay muy buenos bailarines que no son buenos dando clase. Este baile no es difícil, sólo necesitas un maestro con mucha paciencia, tu ilusión, y mucha, y cuando digo mucha, quiero decir mucha, práctica.
P: ?Es cierto que favorece a las mujeres embarazadas de cara al parto? ?Por qué?
R: Sí, la danza oriental trabaja todos los músculos que se utilizan en el parto lo que hace que éstos se vuelvan fuertes y fáciles de controlar. Uno de mis maestros favoritos dijo una vez que ?una mujer occidental dé a luz es casi igual que mandar a una oficinista a correr la maratón?. Algunas de mis alumnas que han asistido a gimnasia preparto comentan lo mucho que tienen en común estos ejercicios con algunos que realizamos en clase.
Las mujeres que dan a luz después de aprender a bailar, y ya lo habían hecho antes, dicen que les resulta mucho más fácil. También ayuda a la autoestima de las mujeres embarazadas, que se siguen sintiendo guapas aunque su figura ya no sea la misma. La danza oriental sólo está contraindicada en embarazos de riesgo, aunque siempre hay que consultar al médico.
P: ?Cuál es verdadero origen de esta danza?
R: El origen de esta danza se pierde en la noche de los tiempos. Los historiadores creen que tiene más de 5.000 años y todo parece indicar que nació en los pueblos mediterráneos como parte de cultos religiosos dedicados a la madre Tierra. Con el paso del tiempo y las nuevas religiones se olvidó el significado de estos movimientos que, sin embargo, no dejaron de practicarse y continuaron evolucionando hasta hoy.
P: ?Cuántas modalidades hay?
R: La verdad es que hay tantos estilos como maestras, pero las tendencias más importantes son:
- El estilo egipcio, que se caracteriza por su elegancia y delicadeza. Suele bailarse descalza, aunque no es imprescindible.
- El estilo tribal americano es el resultado de mezclar el egipcio, con las danzas del norte de África, con influencias estilísticas del flamenco y con la danza Kathak. En él destaca el vestuario, donde no se usan las lentejuelas como en el egipcio, sino monedas y joyería de plata, además de adornos con conchas y cholis indios.
- Por último, el estilo libanés se basa en movimientos más bruscos, es todo un despliegue de flexibilidad, vueltas increíbles y solos de percusión llenos de energía. Además, se baila con tacones altos.