Seguro que al ver el titular te habrás preguntado ¿y cómo es que hay unos pasos específicos diarios para estar sano? Se trata de una alerta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ante su desesperación por incentiviar a las personas a que hagan ejercicio físico en su día a día, y que no caigan en la tendencia destructiva del sedentarismo.
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Las estadísticas no mienten, y es que en el 2010, hasta un 23% de la población mundial (mayor de 18 años) no realizaba suficiente actividad física en su vida diaria como para estar saludable… Los datos también reflejan como la economía de un país influía en la actividad física de su sociedad. Las personas residentes de países con ingresos más altos se movían significativamente menos que los que residen en países con economías más débiles. En el caso de los hombres pasa de un 26% de sedentarismo en países ricos, a un 12% en países pobres. Y en el caso de las mujeres, de un 35% a un 24% respectivamente. Por este motivo, se llegó a la conclusión de que habría que ofrecer algún tipo de motivación a las personas que se habían olvidado de hacer ejercicio físico. Ya que tal y como se veía en las estadísticas, un gran porcentaje de personas había dejado incluso de caminar. Dedicando todo su tiempo a las obligaciones, labores diarias y tiempo de ocio con tendencia a la falta de movimiento.
Los pasos que debes dar diariamente para estar sano
La OMS comenzó desesperadamente con campañas para que las personas se movieran y se pusieran ha ejercitarse, para estar más sanos. Recomendaban hacer 150 minutos semanales con una actividad física moderada, lo que corresponde a tan solo 20 minutos diarios de ejercicio. Y como comprobó que esto tampoco se cumplía en un alto porcentaje de personas que seguían sin hacer ejercicio. Lanzó el siguiente mensaje: “¡Caminad 10.000 pasos cada jornada!” Lo que supone unos 8 km ¿A qué se debe la recomendación de estos pasos específicamente? Esta recomendación viene de mucho tiempo atrás, cuando el doctor Hatano, en la década de los 60 hizo sus investigaciones, frente al grave aumento de la obesidad en todo el mundo.
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Este médico japonés observó que las personas en su vida cotidiana, generalmente, no superan los 5.000 pasos diarios, fue así como llegó a la conclusión de que doblando esa cantidad se duplicaría a su vez el gasto calórico. Este fue el número mágico, sobre todo, para muchas personas que no realizaban ninguna clase de ejercicio físico. Limpiaban sus conciencias a través de un podómetro, llevando a cabo su objetivo de los pasos recomendados diariamente. Sin embargo, los hábitos han ido cambiando en todo este tiempo y las investigaciones también. En la actualidad, los investigadores de Warwick (Inglaterra), publicaron en 2017 en The International Journal of Obesity que los famosos 10.000 pasos no eran actualmente suficientes. Y ¿cuál iba a ser ahora la cifra mágica? ¡Ahora es necesario dar 15.000 pasos!
Pero ¿es suficiente con dar los pasos aconsejados? Desde luego esto no es todo, el movimiento es bueno y, según los entrenadores personales, es lógico que cuanto más tiempo durante el día pasemos activos mucho mejor. Cuantos más activos estemos a lo largo del día, mayor será el beneficio para nuestra salud. Aunque es bueno que aumentemos los tiempos, los ritmos y las distancias de forma progresiva, para que sea un movimiento bien hecho, lo que repercutirá en un estado físico más saludable.
En movimiento cada día
Para estar sano y no caer en las graves consecuencias del sedentarismo, lo más importante es al menos caminar cada día. Siendo lo recomendable ir poco a poco. Si no estás acostumbrado a realizar ejercicio, de buenas a primeras no es nada saludable que vayas a un ritmo demasiado fuerte. La clave está en la progresión y la constancia. Al principio, tienes que ir integrando la actividad física en tu rutina, sin grandes esfuerzos. Cada persona parte de un nivel físico y tiene unas necesidades específicas, por eso tú tienes que ir descubriendo las tuyas.
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No hay un número exacto de tiempo que debas estar haciendo ejercicio, ni de pasos o kilómetros exactos, para asegurarte que vas a perder peso. Todo esto depende de tus características físicas personales.
La meta debe ser, ante todo, abandonar el sedentarismo, en beneficio de adquirir hábitos más saludables, como el ejercicio físico. Para comenzar los entrenadores personales aconsejan salir a caminar unos tres días a la semana de forma alterna. E ir siempre aumentando el ritmo de los pasos poco a poco. Es posible que en la primera semana tengas más dificultades, y sólo seas capaz de caminar unos 30 minutos a un buen ritmo. Sin embargo, debes tener paciencia, con el tiempo irás mejorando y podrás aumentar las distancias, el ritmo y la intensidad.
Adquirir este hábito en tu día a día es la clave fundamental para evitar el sedentarismo y comenzar a generar hábitos para una vida activa y saludable. Caminar tiene muchos beneficios para nuestra salud, por eso los expertos en salud, frecuentemente, insisten que realicemos esta actividad. Entre sus beneficios se pueden destacar los siguientes:
-Previene la aparición de diabetes.
-Disminuye el riesgo de hipertensión.
-Mejora tu vida sexual.
-Aumenta tu energía, vitalidad y rendimiento físico.
-Tiene efectos favorables sobre el colesterol.
-Mejora la circulación sanguínea.
-Disminuye los niveles de estrés proporcionándonos una mayor relajación.
-Te ayuda a tonificar glúteos, piernas y abdominales.
-Sirve para reducir el consumo de medicamentos.
-Ayuda a perder peso.
En conclusión, si aplicas estas prácticas en tu día a día conseguirás ejercitar y cuidar tu cuerpo… y tu mente. Y ese es el camino que sigue el método Crear Salud, que, además, no solo trabaja con la meditación y la atención plena, sino que también busca fomentar una correcta nutrición en las personas, así como una vida activa. Anímate a probar la app Siente –que puedes descargarte aquí – y conviértela en tu mejor compañera de viaje por la senda de la meditación. Esta aplicación trabaja con una metodología muy sencilla, que te enseñará las claves del mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar y, en definitiva, llevar una vida más feliz.