Esta afección es bastante rara y tal vez poco conocida, que se caracteriza por presentar un dolor persistente en la parte inferior de la columna, que empeora al sentarse generalmente.
Puede variar desde una breve molestia a un dolor agudo en los ligamentos y tendones alrededor del coxis. Cada individuo percibirá el dolor de forma diferente.
Este dolor en la parte baja de la espalda es más común en mujeres que en hombres. La razón es porque el coxis tiene movimientos distintos entre ambos sexos. En los hombres la cadera es un poco más recta y el hueso sacro rota hacia adentro, en las mujeres la cadera se inclina hacia adelante por lo que el hueso sacro rota hacia afuera. Entonces al sentarse las mujeres fijan su peso sobre el coxis, lo que las hace más propensas a sufrir de coxigodinia.
El dolor puede cambiar con el tiempo, puede durar años y posteriormente agravarse.
Causas de una coxigodinia
El rango de movimiento del coxis es limitado, al moverse por encima de ese rango se presenta la coxigodinia.
Las causas pueden ser diversas, como por ejemplo después de una caída, después del parto, después de una cirugía o simplemente prácticas continuas de deportes que se realizan sentados como el ciclismo, la equitación, etc.
En la mayoría de los casos se puede presentar por un coxis inestable o dislocado, que lleva a una inflamación crónica.
También puede ser causa de coxigodinia las siguientes afecciones:
Coxis rígido o demasiado largo. Un coxis largo tiene mayor posibilidad de sufrir daño en comparación con uno corto. Al ser rígido tendrá menos rango de movimiento, llegando a provocar bursitis.
Espasmos musculares y contracturas. Zonas musculares fuertemente contraídas cercanas al coxis, que producen dolor.
Neuropatía del nervio pudendo. No es realmente una coxigodinia, pero puede ser el causante del dolor al sentarse.
Quiste pilonidal. Se trata de un absceso que se forma bajo la piel y que se encuentra muy cercano al hueso sacro, próximo al pliegue interglúteo.
Quiste de Tarlov. Son masas que se llenan con fluido espinal y que se forman al final de la medula espinal. El dolor comienza cuando éstas ejercen presión sobre la espina dorsal.
Cáncer. Es poco común encontrar tumores en esta zona, sin embargo es posible. Estos tumores no se ven en radiografías, hace falta una resonancia magnética o un TAC (tomografía axial computarizada) para detectarlos.
Dolor neuropático. Es un dolor causado por el propio sistema nervioso, debido a daños en los nervios por alguna lesión.
Diagnóstico de coxigodinia
Dependiendo de la condición del paciente, el medico puede ordenar pruebas y exámenes como radiografía de coxis, un TAC o una resonancia magnética para confirmar el diagnóstico de la coxigodinia.
Síntomas de coxigodinia
El síntoma de la coxigodinia que reina es el dolor al final de la columna, estos se pueden presentar como:
Dolor persistente en la parte baja de la espalda que se agrava al recibir presión.
Un dolor que aumenta al sentarse.
Dolor que surge con el estreñimiento y que se alivia al evacuar.
Dolor que aumenta con el cambio de posición sentada a parada.
Tratamientos para la coxigodinia
Los tratamientos para aliviar la coxigodinia, va a depender de la causa y gravedad de los síntomas.
El mejor tratamiento es no pasar largos periodos de tiempo sentados. Al sentarse deberá hacerlo sobre una base acolchada que permita minimizar el dolor. Se recomienda mucho descanso para acelerar la recuperación del coxis.
Los medicamentos de tipo antiinflamatorio no esteroideos y/o analgésicos ayudan a aliviar la aflicción. Si el dolor es muy intenso se puede recurrir a inyecciones de cortisona local o una guía fluoroscopica.
La aplicación de una compresa fría en la zona del coxis, ayudará a reducir el dolor. Si no dispone de compresas, el hielo también puede servir. Algunos especialistas, por el contrario, recomiendan compresas calientes.
En el caso que el dolor de coxis se deba a causas alimenticias, bien sea estreñimiento o gases intestinales, se debe comenzar a cambiar la dieta, consumir más fibra y agua.
Se puede probar también con tratamientos quiroprácticos o usar la técnica de estiramiento de los ligamentos que se encuentran alrededor del coxis, pero solo supervisados por un fisioterapeuta o un quiropráctico.
Si la causa del dolor es por un tumor en el área, entonces se debe proceder con una intervención quirúrgica.
Solo en casos extremos se procede a extirpar el coxis, lo que se conoce como coxigectomía. No se recomienda, porque al pasar el tiempo se debilitarán los músculos pélvicos y puede dar lugar a una hernia perineal.
Recomendaciones
Una vez que se ha logrado aliviar el dolor lo suficiente como para moverse libremente, se debe comenzar a realizar ejercicios aeróbicos de bajo impacto. Siguiendo un entrenamiento diario, logrará un aumento del flujo sanguíneo, que traerá consigo nutrientes que estimularán y acelerarán los procesos curativos en el coxis.
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