Hay algunos tipos de enfermedades o dolencias que pueden afectar a la zona de la columna vertebral, y que puede tener diversos factores cómo: desgaste del tejido óseo, lesiones, predisposición genética, adoptar posturas inadecuadas, tumores, etc.
Muchas de estas enfermedades provocan dolor, ya que producen cambios óseos que comprimen la zona de la médula o los nervios. Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, también podrían afectar al movimiento.
Dependiendo de la dolencia, el tratamiento será muy variado: puede incluir desde el uso de aparatos ortopédicos, hasta complicadas intervenciones quirúrgicas.
Sin más preámbulos, vamos a analizar las principales lesiones o enfermedades de la columna vertebral:
Principales lesiones o enfermedades de la columna vertebral
Espondilitis anquilosante
Esta dolencia tiene unos síntomas muy similares a una artritis inflamatoria. Se ha concluido que la predisposición genética es una de las principales causas de la presencia de la enfermedad (es decir, que si los padres la tienen, es posible que los hijos la hereden).
Se caracteriza por provocar la fusión de los huesos de la zona de la columna, lo que producirá que se genere una cierta rigidez que dificulte del movimiento.
Los síntomas de la espondilitis anquilosante incluyen dolor en la zona del hueso sacro, en la zona de los hombros, articulaciones de la cadera, pérdida de movimiento, dolores en el pecho, afecciones de índole muscular, fatiga…
Espondilosis (osteoartritis espinal)
Es una enfermedad degenerativa, por lo que es más habitual que se produzca en ancianos. Se caracteriza por producirse una reducción del espacio comprendido entre las vértebras. Cómo se comprime este espacio, esto también afectará a las terminaciones nerviosas, provocando dolor intermitente en esta zona.
Estos son los principales síntomas de la espondilosis: Dolor en la zona de los hombros, en el cuello, espalda, brazos y hasta en las piernas, perdida de equilibrio, problemas en el aparato digestivo o hasta problemas en la circulación del torrente sanguíneo en aquellos casos más graves.
Aracnoiditis espinal
Este trastorno suele ser mucho más grave, y es que no sólo se presentarán dolores en la zona de la columna (cómo en las afecciones anteriores), si no que estos irán asociados a problemas neurológicos. En la zona en la que está comprendido el cerebro y la columna vertebral hay unos elementos conocidos cómo aracnoides. Este trastorno hace que los aracnoides se inflamen produciendo irritación y diferentes afecciones, tanto en las terminaciones nerviosas, cómo en los vasos sanguíneos.
Los síntomas de la aracnoiditis espinal son los siguientes: Debilidad general, adormecimiento en las piernas, dolores comprendidos en la zona baja de la espalda, dolores punzantes en las piernas, calambres, espasmos… incluso hasta podrían hacer que se manifieste el síndrome del colon irritable o problemas sexuales.
Malformación de Chiari
Esta malformación hace referencia a una condición del cuerpo en la que los tejidos propios del cerebro están ubicados en el mismo canal de la médula espinal. Esta afección se puede producir desde el mismo nacimiento, o bien ser una afección congénita que se irá desarrollando con el paso del tiempo.
Los síntomas de la malformación de Chiari son bastante graves: dolor agudo en la zona del cuello, sensación punzante (debido a la comprensión que experimentarán las terminaciones nerviosas comprendidas en la zona superior del cuello y de la columna vertebral), o bien la interrupción del torrente sanguíneo, lo que hará que sea imposible que llegue a ciertos puntos durante momentos puntuales.
Coxidinia
La Coxidinia es un trastorno que afecta a la zona interior del coxis, es decir, a la estructura que comunica directamente con la columna vertebral en la zona más baja. Hay muchos factores que pueden derivar en este trastorno, cómo un trauma, una caída, o realizar siempre el mismo ejercicio (por ejemplo, montar en bicicleta repetidamente). También puede tener su origen en lesiones que se hayan producido en el momento del parto, o tras haberse fracturado ciertos huesos.
No obstante, también se podría presentar de forma espontánea sin que se haya producido ninguna de las condiciones citadas.
Los síntomas de la Coxidinia afectan sobre todo a la sensibilidad: tanto la zona de los tendones, cómo la de los ligamentos, empezaran a ser más sensibles y esto provocará un incremento considerable del dolor.
Cáncer
Es posible que algunos tipos de cáncer produzcan trastornos importantes en la zona de la columna vertebral. Lo más común es que se haya producido metástasis del cáncer, y que este haya llegado a los huesos, o bien que se padezca de melanoma múltiple.
Si el cáncer afecta a la estructura ósea, es posible que también llegue a afectar a la estructura vertebral. Las células de la enfermedad irán debilitando progresivamente los huesos, hasta que estos vayan perdiendo densidad. El resultado de este proceso es un aumento de la posibilidad de experimentar alguna fractura.
Fractura
Si la médula espinal se comprime de forma anormal, esto puede generar la presencia de ciertas heridas. Lo más habitual es que se presenten tras un trauma a un accidente severo, en especial si toda la fuerza ha caído verticalmente en la zona de la columna y/o si se llegan a romper algunas vértebras.
Si se sufre una fractura se elevarán las posibilidades de que se presenten daños en las estructuras nerviosas de al médica, incluso hasta se podría padecer de parálisis en la zona de las piernas o brazos.
El dolor que se experimenta en estos casos es muy agudo, casi insoportable, afectando a la zona en la que está comprendida la fractura, pero no a los nervios de los alrededores.
Lumbago
El lumbago se puede definir cómo la presencia de un dolor severo comprendido en la zona inferior de la espalda. Las causas más probables son espondilosis, artritis reumatoide, escoliosis, estenosis espinal o tumores.
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